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Alerta: cómo prevenir las intoxicaciones con productos de limpieza

Según afirman los especialistas, la ingesta accidental de artículos de limpieza es un motivo de consulta frecuente en centros de atención. Si bien los niños son los más expuestos, los adultos también cometen errores que los llevan a visitar la guardia. Qué tener en cuenta en estos casos para evitarlos.

En ocasiones, hay un desconocimiento sobre los peligros que conllevan ciertas sustancias presentes en los productos de limpieza, lo que se suma a la falta de precaución cuando se utilizan.

Aunque cada producto tiene sus propias características, en la mayoría de los de uso doméstico hay sustancias ácidas y alcalinas que provocan fenómenos cáusticos, es decir, síntomas irritativos que van desde dolor de estómago hasta su perforación. La principal diferencia radica en que las sustancias ácidas queman y lastiman inicialmente, en cambio, las alcalinas queman y continúan lesionando el tejido aún horas y días luego de su contacto.

Pero en su fabricación también se emplean hidrocarburos, alcoholes, insecticidas e, incluso, metales pesados que también pueden afectar la salud si su uso no es el correcto.

Las ingestas más frecuentes son de productos como desodorantes de piso, lavandinas y otros desinfectantes, pero pueden verse de todo tipo, cera de zapatos, cartuchos de tinta y fórforos, entre otros, ya que los niños no identifican las sustancias peligrosas o nocivas y, en su afán de conocimiento, se las llevan a la boca.

En el caso de los adultos, es más frecuente ver inflamaciones pulmonares por vapores al mezclar distintos productos como, por ejemplo, lavandina y desodorante para pisos.

Si bien debe presumirse que la mayoría de las sustancias son tóxicas, hay algunas que no lo son. Y éste es el caso de las perlas de hidrogel, la cera de las velas, el champú, el jabón, dentífrico, talco, el líquido para hacer burbujas y los lápices labiales, entre otras. No son peligrosas, al menos, en bajas dosis, pero la realidad confirma que, si un niño muerde un jabón, no hay ningún peligro, pero si se come dos, va a tener vómitos y diarrea.

En toxicología, existe una premisa: nada es veneno, todo es veneno. En otras palabras, todo es pasible de ser tóxico en función de su concentración. No obstante, hay algunas sustancias más dañinas que otras.

Tips para evitar una intoxicación

-No sacarlos de su envase original ni cambiarlos de recipiente. Es muy frecuente ver accidentes por consumir un producto que se encontraba en un envase de alguna gaseosa o jugo. Además, suelen tener colores muy llamativos, que se confunden con jugos y otras bebidas muy buscadas por los más pequeños.

-Evitar los que se venden sueltos, en envases que no son los originales; son baratos, pero peligrosos.

-No mezclarlos. Lo habitual es combinarlos con lavandina, con algún desodorante para pisos u otro. Son sustancias químicas muy reactivas y si se mezclan, cambian sus propiedades y pueden, como es habitual, emanar vapores tóxicos peligrosos.

-Al terminar de limpiar, hay que guardar o desechar. No distraerse.

-Por último, emplear calzado y guantes adecuados durante su uso. Hay que recordar que se trata de sustancias cáusticas que queman e irritan piel y mucosas. Un uso crónico incorrecto puede conducir a distintas lesiones en la piel. Y no seguir consejos caseros sin fundamentos y recogidos en diversas redes sociales.

Asesoró: Dr. Francisco Dadic, médico toxicólogo, Hospital Durand y Sanatorio Las Lomas, director de Toxicología Hoy.

Más información en parati.com.ar

 

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