En muchas ocasiones se habla acerca del placer del sexo, de lo lindo que es tener relaciones y compartir con el otro. Pero por momentos no se hace énfasis en los problemas que puede haber en la intimidad: el 9% de las mujeres padece vaginismo.
Esto quiere decir que, aproximadamente, una de cada diez chicas que conocés y te juntás a tomar un café, al menos una de ellas puede tener esta dificultad. Es más común de lo que parece, aunque no todas se animan a exponer la situación, a pesar de que los tiempos estén cambiando.
El Dr. Roberto Gindin escribió ‘’La nueva sexualidad de la mujer’’, un libro que aborda esta temática. Ahí mismo, aclara que el vaginismo es una contracción involuntaria de manera recurrente, o persisente, de los músculos períneales del tercio externo de la vagina, frente a la introducción del pene, los dedos, tampones o espéculos.
Además, aclara que no se trata de una enfermedad física, que requiera tratamiento médico, es más bien algo psicológico porque anatómicamente los genitales de una mujer con vaginismo son normales pero cuando se intenta penetrar, el introito vaginal se cierra y se hace imposible el coito.
Tipos de vaginismo
Según explica la sexóloga, Graciela Ianol, hay dos tipos de vaginismo. Por un lado, está el ligero (que produce leve rigidez y malestar), pero que permite una mínima revisación del cuerpo. Y el último de los casos se trata de vaginismo intenso: directamente hace imposible que se concrete una penetración o que te revise un médico para hacerte una colposcopía, pap o colocarte un tampón.
"Hay un caso de una chica que tiene 19 años y padece vaginismo desde los quince. No pasó por ninguna situación de abuso ni mala experiencia previa, sucede que desconocía hasta su propio cuerpo y las formas de darse placer a ella misma. Hace un tiempo atrás, según su criterio ‘’estaba mal vista la masturbación femenina’’ y los padres tampoco se habían sentado a dialogar con ella sobre el tema", relató la profesional.
"Incluso en su colegio no ha tenido clases de educación sexual, no sabía ni lo que era el clítoris ni cómo darse placer, hasta hace poco. Recién a los 17 empezó a descubrirse y a informarse sobre lo que pasaba en su vagina: estuvo yendo meses a terapia, a una fisioterapeuta de suelo pélvico y gracias a eso pudo avanzar en el tratamiento. Dijo que si bien le dieron el alta hace poco, sus genitales no están totalmente dilatados, por lo que le recomendaron que trabaje en su casa con ejercicios", continuó.
Causas del vaginismo
Las causas por las cuales se da esta patología puede tener que ver con abusos vividos en el pasado o malas experiencias, pero no necesariamente se vincula a eso. También puede ser el miedo a tener un "mal desempeño" frente a alguien que nos gusta o hasta temer al embarazo.
Graciela Ianol, que lleva más de quince años atendiendo en su consultorio a mujeres, explicó que el proceso puede demorar meses o hasta incluso años, pero que todo depende de la voluntad de cada chica para que la situación mejore. No es algo que no tenga cura, ni que se trate de un impedimento físico.
Ella trabaja con sus pacientes y les sugiere el entrenamiento de los músculos pubococcígeos, los ejercicios Kegel mediante técnicas de relajación, desensibilización por medio de los tutores, lubricación, entrenamiento en las fases de la respuesta orgásmica, para mejorar la capacidad de concentrarse en las sensaciones y controlar todo tipo de pensamiento perturbador.
En el peor de los casos, que nada de todo eso resulte, sugiere una medicación antidepresiva. Lo que hace la medicación es actuar sobre los pensamientos atemorizantes y permite el uso de dilatadores vaginales, además de la revisación ginecológica.
‘’Las relaciones sexuales no son solo coitocéntricas: existen las caricias, los besos, abrazos, el sexo oral, anal. La sexualidad es rica en matices, aunque todo depende de la tolerancia del otro, si el varón o la mujer no acepta la limitación, no será la persona adecuada para compartir la vida con vos", afirmó, contundente.
Es que, el vaginismo es todo un tema para las mujeres que lo padecen. Según los datos adquiridos del libro, ha habido casos de matrimonios no consumados y de infertilidad asociados a este trastorno.
A la mujer que padece vaginismo le da incomodidad tener que aclararlo, por miedo a no saber cómo la van a mirar, qué le van a decir o si le van a dejar de hablar. Por eso, muchas de ellas evitan tener relaciones sexuales y están años sin tener sexo o sin salir con alguien, se reprimen el deseo y las ganas por el miedo que les genera que las abandonen, que las dejen solas por tener esta dificultad.
Sin embargo, es importante tener en cuenta y reiterar nuevamente que, el vaginismo no es un impedimento físico, es psicológico y tiene solución: la clave es trabajar en dominar nuestra mente.
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