Luna Nueva en Leo del 16 de agosto: cómo nos va a afectar durante los próximos 6 meses - Revista Para Ti
 

Luna Nueva en Leo del 16 de agosto: cómo nos va a afectar durante los próximos 6 meses

Luna Nueva en Leo del 16 de agosto: cómo nos va a afectar durante los próximos 6 meses
La Luna Nueva se encuentra en el grado 23º de Leo desde las 06:37 horas de este miércoles, 16 de agosto. La astróloga Ayelén Romano nos explica qué se viene a partir de este momento astrológico.
Lifestyle
Lifestyle

La Luna Nueva en Leo abre un periodo de seis meses donde le daremos inicio emocional a situaciones que podamos sentir que nos tocan muy de cerca el corazón. Es una gran Luna para ponerse a pensar en proyectos creativos, en aquello que queremos que salga de nosotros como movimiento creador y se transforme en algo más, en poder expresar lo que nos desborda desde el interior.

Ver qué pasa los días posteriores

La idea es prestarle atención a los días posteriores a este evento, para que notemos qué movimientos, ideas o vínculos se iluminan en nuestra vida, buscan un inicio, un comienzo, renovación interna, que se sienta todo más adecuado a lo propio, a la identidad de uno mismo. Tengamos en cuenta que esto responde no solo a estos días, sino a todo lo que se viene revisando con Venus retrógrado.

Los aspectos de esta semana nos van a ayudar a que tengamos mayor empuje frente a estas situaciones, apuntando con nuevas ideas hacia el futuro, caminando la vida de una manera diferente, distinta, innovando en aquellos asuntos que ya no nos dejan en lugares que nos identifiquen.

Entender qué deseamos realmente

Este evento también tiene que ver con aceptar y entender qué es lo que deseamos y nos merecemos, lo cual también significa que vamos a estar dejando atrás viejas ideas o creencias respecto a qué queríamos, qué se hizo viejo en nuestro corazón, para dónde hay que apuntar en este momento. Esto puede generar cierta resistencia y confusión, porque se pone el enfoque en asuntos relacionados al amor, relaciones, autoestima y valores.

Muchos, incluso, van a sentir que se da un cambio de energía o pensamiento desde lo interno muy grande, hasta puede llegar a ser muy diferente a lo que venía queriendo y deseando. Se trata de realmente hacer una mirada introspectiva y darse cuenta de qué cosas estamos estirando o continuando, solo por el hecho de que nos negamos a soltarlas, y cuáles son las que de a poco se abren paso en nuestro deseo. No es “algo” que va a pasar, sino más bien una lámpara interna que se enciende, un deseo que surge por algo o alguien. Uno se da cuenta de lo que ama realmente en este evento. Buscamos obtener no solo lo que queremos y deseamos, sino también lo que sabemos que nos merecemos, desde la independencia y la misión de ser por nuestra propia identidad.

Analizar y revisar nuestro vínculos

En estos tiempos venimos hablando de expresiones de deseo desde el corazón que nacen de pequeños detalles e historias mínimas, quizás no tanto de lo que se diga verbalmente. Hay todo un mundo detrás del amor que damos que, en realidad, es un poco egoísta. Porque lo que queremos es que vuelva, que sea idéntico a lo que brindamos, que sea recíproco. Queremos estar con alguien solo si nos da bola de la manera exacta que deseamos nosotros, de lo contrario nos vamos.

También están esas relaciones donde damos sin esperar nada a cambio, pero entonces todo se vuelve muy utilitario, porque nadie nos está entregando algo que se sienta como una forma suya de dar amor. Así es como nacen las relaciones utilitarias: yo me acuerdo siempre de alguien, pero del otro lado no sucede, o siempre me preguntan cómo estoy, pero yo no hago lo mismo. Entonces hay alguien que da y otro que recibe, pero los roles nunca se invierten.

Este es un desafío vincular, porque la idea no es que estemos relacionándolos solo para recibir algo a cambio que sea idéntico a lo propio, pero tampoco podemos vaciarnos sobre el otro como una vasija que se queda constantemente sin nada por dentro en pos de "servir", para ser útil, por creer que eso es dar amor.

A veces nos desborda el corazón, pero cuesta demostrar con palabras y entonces se hace con gestos. Pensemos en nuestros gestos de amor, en los pequeños detalles de todos los días que recibimos y damos hacia otros. ¿Es recíproco? ¿Estamos solo de un lado de la dinámica o es flexible? ¿Se termina esa relación si dejamos de atender o ayudar a un otro? No se trata de ser calculador. Pero tampoco de ser el servicio constante del otro en forma de "amor" que se termina cuando vos por algún motivo no podés estar.

Fuente: Ayelén Romano / @__venusandmars

Más información en parati.com.ar

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig