El "gaslighting" es una forma de abuso psicológico acompañado de manipulación que consiste en hacer que la víctima dude de su propio criterio para interpretar las cosas, de su memoria y hasta incluso de su propia salud mental.
El nombre gaslighting, que se traduciría como "luz de gas" proviene del título de una película, en la cual, la actriz Ingrid Bergman interpretaba a una millonaria cuyo marido la quería hacer pasar por loca para quedarse con su fortuna.
El hombre escondía objetos haciéndole creer que ella no recordaba dónde estaban, y bajaba la intensidad de la luz, que en ese momento provenía del gas, diciéndole que seguía brillando de la misma manera.
Cómo es el tipo de abuso que ejerce el manipulador en el gaslighting
El tipo de abuso que se desarrolla en el gaslighting es muy sutil, a veces hasta puede parecer lleno de amor y cuidados. El abusador usará frases como "¿pero estás segura?", "eso no paso", "lo estás imaginando" o "nunca dije eso"; aunque también puede usar algunas más directas como "estás loco/a", "estas exagerando", "no decís cosas coherentes".
Esto produce que la víctima, con el tiempo, comience a dudar de sí misma ganando en inseguridad, para pasar a buscar la opinión y aprobación constante del otro, lo que lo/a lleva a vivir una "bola de nieve" creciente de negatividad.
Muchas veces el manipulador va más allá y triangula con otros, ya sean amigos de ambos o gente externa, a quienes les cuenta que su pareja “no está muy bien”, o resaltando que su pareja no entiende o dice algo mal, con el fin de crear un clima donde todos vayan poniendo en duda su cordura.
Este tipo de manipulación, termina haciendo que la persona manipulada dependa del manipulador, y sostiene relaciones tóxicas.
Gaslighting: cómo se siente la víctima
Al destacar continuamente los errores de la víctima de forma consistente, se logra que ella dude de si misma en numerosos aspectos. Duda de su capacidad de recordar, de su memoria, dudas de si su manera de interpretar las cosas es sana o exagera, duda de su propia manera de razonar y hasta de su salud mental. Con esto desciende su autoestima, poniendo a la víctima cada vez más a merced del abusador.
Una persona que está sufriendo de gaslighting se cuestiona constantemente con respecto a lo que piensa y hace, se pregunta la mayor parte del tiempo si no está exagerando sus emociones y vive pidiendo perdón por sus acciones.
Y muchas veces no cuenta a nadie lo que le sucede por miedo a ser juzgada de loca/o. Cada vez se le hace más difícil tomar decisiones, aun la más simples, por temor a no hacerlo con cordura, sintiendo que no puede hacer nada bien.
Gaslighting: cómo encontrar una salida
Frente a situaciones de gaslighting, para poder encontrar una salida es importante que la víctima confíe en su propias emociones y sensaciones físicas. Cuando algo produce enojo o miedo, se puede sentir en el cuerpo y es transcendental reconocer esas sensaciones.
Por otro lado, es muy importante que tenga un amplio grupo de amigos. Las personas que están siendo manipuladas tienden a cerrar su grupo de amigos a los que tiene en común con su pareja, y aislándose también de su familia, por lo que no pueden escuchar opiniones libres del filtro del manipulador. Al escucharse a si mismo y a otros, conviene que confíe en sus propias intuiciones, y que se afirme en si mismo/a para no buscar la aprobación de otros.
Es sustancial reconocer que cada persona puede pensar y sentir libremente y que nadie puede juzgar lo que el otro piensa o siente. En todo caso pueden o no coincidir, pero nadie está obligado a cambiar por otro. Cuando se siente algo, no se tiene que pedir perdón por lo que se siente.
Herramientas para salir del círculo vicioso de la manipulación
Una acción necesaria para salir de este tipo de manipulaciones es reconocer los propios valores. Cuando una persona tiene valores y los puede reconocer en sí mismo, estos le dan sentido a su vida y a su experiencia, alejándolo, en ocasiones, de situaciones peligrosas.
Una buena herramienta es hacer un listado que valores que sirven de guía para la vida: familia, amistad, generosidad, compasión, honestidad. Esta lista de valores se puede llevar a acciones como “pasar tiempo en familia”, “escuchar al otro con amor e interés” o “vivir la espiritualidad”.
Esto ayuda a reconocerse a sí mismo y reconocer si el otro comparte los valores personales, lo que muchas veces servirá como filtro para vínculos que no son convenientes. Si alguien quiere vulnerar esos valores, posiblemente quiera manipular.
Por Flavio Calvo (MN: 66869) Dr. en psicología, docente, tallerista y autor @calvoflavio
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