Gustavo Pucheta: "Nunca me van a alcanzar los metros de género" - Revista Para Ti
 

Gustavo Pucheta: "Nunca me van a alcanzar los metros de género"

Si hay un diseñador que supo hacer de 2023 su año, ése ha sido Gustavo Pucheta. En esta nota especial se revela como nunca.
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El diseñador Gustavo Pucheta viene de cerrar un gran 2023 con su marca Atelier Pucheta. Un camino recorrido que, si bien no es largo, ya lo tiene como un consagrado: viene de ganar el Martín Fierro de la Moda al mejor Diseñador Innovación. Para él su pasado hoy está siempre muy presente dentro de su presente porque reconoce que empezó a revalorizar todo lo vivido dándole, en estos momentos a su carrera, ese diferencial en lo que hace. Es por eso que quizás hoy lamenta no tener tantos años como diseñador. Además viene de presentar, junto al diseñador Fabián Paz y al fotógrafo Gabriel Rocca, Icons, una muestra de moda inmersiva que celebró a 27 figuras que ellos consideran icónicas dentro de la moda, el arte y la música argentina.

-En el final del vídeo de Icons se te ve primero con cuernos de carnero como los que tiene Belcebú y luego como una especie de Jesús, un mesías con los brazos abiertos ¿Cuál de los dos sos? ¿Con cuál te identificás?


-Un poco y un poco. Me identifico con los dos. No como Jesucristo pero si con esa parte plena de la luz, de la apertura hacia lo interno. Sí me parece que esas dos personas conviven todo el tiempo adentro de esa imagen que es un poco construida. También fue una perspectiva de como me veía en todo lo que me conoce Gabriel Rocca, el fotógrafo de la muestra. Trabajamos juntos desde hace muchos años y la propuesta vino de él. Me pareció divertido que una persona me clasifique y desnude esos dos costados que él puede llegar a conocer.

Gustavo Pucheta

-En la muestra había modelos con vestidos con serpientes falsas en el cuello, ¿acaso hay un paraíso? ¿hay algún pecado que confesar?

-Me parece que la vida se trata de esas dos situaciones, de paraísos y de pecados. (Me parece que) Estar todo el tiempo conviviendo con esas dos situaciones genera un equilibrio donde la persona convive con el deseo, trabaja para el deseo y a la vez todo el tiempo intenta estar en el paraíso o en lo que consideramos el paraíso. A su vez el caos, el pecado y, nuevamente la estabilidad, son momentos necesarios para sentirnos vivos.

Gustavo Pucheta

- Ganaste el premio a Mejor Diseñador Innovación en los Martín Fierro de la Moda ¿qué sentiste?

-Qué sentí… Me parece que es una invitación para seguir haciendo. Todavía no siento que hice lo que tengo ganas de hacer. Recién estoy cayendo en lo que pasó este año, en lo que pasó con los Martín Fierro de la Moda. Para mí recién es una apertura para empezar a hacer como diseñador, un diseñador que está en un proceso de aprendizaje constante.

Gustavo Pucheta

-¿Sentís que estás tocando el cielo con las manos?

-No, no. Y tampoco me lo planteo. Sentir que no lo toco me va a generar todo el tiempo esa necesidad de mantenerme vivo, de querer hacer, de estar activo y deseoso de hacer, de querer e ir atrás de eso.

-Cuando miras para atrás, ¿qué ves?

-Todavía no veo a mi pasado tan lejos de mi presente.

Gustavo Pucheta

-¿Seguís conviviendo con tu pasado inmediato?

-Es exactamente eso que decís. En realidad el pasado inmediato recién hoy se está amigando con mi presente. Entendí que todo lo que estoy haciendo hoy de manera profesional es a lo que jugaba cuando era niño. También tuvo que ver con un proceso de terapia que me lo manifestó. Estudiar arquitectura y estudiar diseño fueron pilares teóricos. Recién estoy entendiendo que vivo y trabajo de esto, que ya no es un sueño y una fantasía. Todo lo contrario, siento que el pasado está más presente que nunca.

Gustavo Pucheta

-Esa inocencia de niño, ¿la seguís teniendo?

-Sí. Y esa “vulgaridad” y también esto de sentir lo que tengo que hacer sin prejuicios sobre muchas situaciones que se irán clasificando y organizando. Todavía hay un proceso que experimentación.

Entre la fantasía y la realidad

La carrera y la vida de Gustavo Pucheta son un vaivén constante de extremos en los cuales se siente a gusto. Puede estar feliz en dos lugares que lo representan: impecable para la foto y agachado cosiendo un ruedo o levantando rollos de tela con su equipo de trabajo.

Gustavo Pucheta

-En la moda ¿cuánto hay de circo, de show, y cuánto de ropa?

-Desde mi punto de vista, creo que en un desfile hay mucha realidad camuflada de fantasía o circo. Siento que el circo y la fantasía son ese conceptualismo que, sobre todo en un desfile, los diseñadores y también algunas marcas, intentamos vender para que las personas vean que la prenda, mas allá de lo que se ve, tiene mucha historia y una idea que la diferencia de un diseñador a otro, de una marca a otra y porqué elegís eso para verte como cada uno considera que tiene que verse. Uno va aportando un mensaje a todo eso. Me parece que la indumentaria tiene un mensaje político individual, que el desfile lleva eso en alto, quienes somos y qué comunicamos. Tiene mucho de mensaje, circo o fantasía, y en un punto la ropa real está camuflada.

Gustavo Pucheta

-¿En quiénes te apoyas para contar ese mensaje?

-En el estilista, en el valor que tiene el trabajo de estilismo sobre el diseñador o una marca y como uno tiene que madurar para darle este gran hijo a otro profesional para que, justamente, transforme una prenda en otra por el arte del estilismo. Ese trabajo son las sub lecturas que tiene una colección. Me parece fantástico ese trabajo, esa nueva lectura sobre una colección que hace Atelier Pucheta, siento que es la única manera en que las colecciones maduren.

-¿Te considerás un excéntrico?

-A veces un poquito, sí. En la intimidad y en lo exterior me parece que sí y sé camuflarlo muy bien. Es esa dualidad del excentricismo con el que todo el tiempo uno se maneja, ese costado protocolar me parece muy seductor, muy arriesgado. Y muy sensual y sexual y físico. Es un juego que me parece muy interesante y que tiene que ver con el diseño que se relaciona con la ropa. Me parece también que el excentricismo tiene mucho que ver con el único hilo conductor que tengo en esta marca que estoy construyendo, que es el contraste donde los volúmenes gigantes, totalmente orgánicos de repente se vuelven rígidos, donde lo blanco y negro de golpe es una bandera de mil colores, donde de golpe lo blanco es todo negro y azul oscuro, donde la luz aparece… Siento que es ahí donde me transformo en algo excéntrico

-¿Cuánto hay de sexualidad en tus desfiles?

-Todo. Y también todo el tiempo. Y eso que uso muchos cuerpos tapados, ¡muy tapados! Me parece que tiene esa sexualidad que te obliga a querer saber que hay atrás, descubrir, escarbar. Tiene que ver con cuerpos definidos y también, todo el tiempo, otros poco definidos. Me da mucha sed e intento que todo el tiempo se vea esa cuestión.

-Hace un año atrás en una entrevista dijiste que estabas definiendo a tu público ¿ya lo definiste?

-No, lo sigo haciendo. Y cada vez me sorprendo más porque pensé que mi público tenía que ver con lo excéntrico y con lo diverso que es un mensaje que llevo constantemente todo el tiempo. Y no solamente con la sexualidad, lo es también con las diferentes corporalidades. Siento que mi público hoy sigue siendo muy estructurado, entonces entiendo que tiene que ver con este contraste, con esta estructura que tengo por un lado y también con eso misterioso detrás que ellos buscan. Es un público muy centrado en objetivos muy protocolares pero todavía es indefinido en cuanto edades. Siendo bien segmentario, tengo casi 50 y 50 en cuanto a géneros. Todavía se está definiendo porque todavía yo sigo modificando bastante o mostrando diferentes facetas de la marca que yo también estoy definiendo.

-¿Podemos decir que existe el estilo Pucheta?

-Yo creo que sí, y tiene que ver con personas que quieren llegar a un lugar y quieren ser vistas de una u otra manera. No tal vez por prendas con volúmen pero si en el destello de algún tipo de bordado, piedra o avío que destaque. No por el color pero sí por el calce de una sastrería que se transforma en una especie de armadura. Más los otros casos más obvios de prendas voluminosas o bien las entradas a fiestas, casamientos, cumpleaños y otros que son los momentos más buscados.

-¿Qué prendas no pueden faltar en tus colecciones?

-La sastrería estará siempre, desde la más clásica a la más experimental. El volumen creo que también, no sé si en una prenda totalmente voluminosa pero sí en alguna parte: una manga, un hombro, una textura de un bordado, en un cuello. En alguna parte tiene que estar presente.

-Hablaste de un cambio grande en tus colecciones, ¿cuál será?

-La creación de dos líneas que a partir de esta temporada se va a ver más. Por un lado están las prendas de atelier, más elaboradas, y por el otro prendas listas para usar donde se va a notar bien el quiebre que va a traer una segmentación de usuarios de piezas urbanas y otras más exclusivas.

-¿Cómo hacés para que el ADN Pucheta se pueda dividir en estas dos líneas?

-Creo que es justamente en ese proceso de síntesis del diseño. La línea lista para usar irá por una sastrería quizás más clásica, también oversize, acompañada con detalles como hombros y bordados. Y en la que es más a medida, ese ADN Pucheta va a ser más obvio con la cola larga de arrastre, el bordado pleno, la costura exagerada. Una colección donde habrá más excesos.

Gustavo Pucheta

-¿Cómo sería tu colección soñada?

-Con indefinida cantidad de modelos, indefinida cantidad de metros de tela porque nunca me van a alcanzar los metros de género (risas). Que además tenga un punto de sustentabilidad y circularidad. Esos excesos en metros de tela y cantidad indefinida de modelos responde a que tengo relatos que nunca terminan.

-No es de insaciable….

-Para nada, se relaciona con esta constante necesidad de estar expresándome ante el diseño y hacer que pueda sacar de una prenda otra y otra y así. Una vez en una charla con Fabián Zitta, hablando de depurar el diseño, me dijo cómo de un diseño se podían hacer varias colecciones. A veces hay tanto que es sumamente sano cuando uno empieza a depurar. Y ahí, en la selección, entra nuevamente la mirada del estilista.

-Tus comienzos fueron con diseños con algodón chaqueño ¿Puedo decir que le diste lujo al algodón?

-Con el algodón me pasó algo interesante. Primero que es un género que elijo muchísimo para todo y tiene que ver con el lugar donde me crie. Cuando fueron las semanas de la moda virtuales, en esa época el único recurso de tela que tenía era el algodón, entonces salió la propuesta para concursar en la semana de la moda de París. Hice una colección de 70 pasadas completamente con algodón porque no tenía otros recursos de géneros bordados, porque la economía estaba parada en todo el mundo. Entonces transformé esta colección donde el lujo y el punto de tensión estuvo en la materia prima que era el algodón. Esa materia prima se transformó en el valor diferencial y por eso quedé seleccionado. El lujo no fue el lujo solamente en una prenda si no la importancia de lo que se conoce en alta costura como materiales nobles que en mi caso no era una seda muy noble, era el algodón mega noble que tiene la misma nobleza que la mejor seda del mundo. Ese lujo se notó ya que luego presenté la misma colección en México.

-Famosas y no famosas, ¿a cuáles preferís?


-A las dos. Me parece que estás en el mundo y en el sub mundo de manera constante, y de ambas descubrís experiencias que son muy necesarias para tomar decisiones de diseño. Y aparte, al momento de elegir una prenda me parece que no hay mucha diferencia porque ambas personas buscan que en lo que se pongan, tenga 30 metros de tela o tenga un metro y medio de tela elastizada, la prenda se transforme en ese recurso o esa estructura o armadura que les de poder. Entonces creo que para mí y para mi formación ambas son necesarias.

-¿Creés que en la moda está todo hecho?


-No, yo todo el tiempo me sorprendo y me alimento de lo que veo que hacen colegas y también de lo que hago. Me parece que justamente tienen ese deseo insaciable que siempre podes hacer algo nuevo. Sí hay que escarbar mucho.

-¿A quiénes admirás en la moda?


-Ufff, a muchas personas. Primero, y en esto soy muy sincero, a mis colegas argentinos porque me parece que como país hoy todavía tenemos, por mas que hay mucha información, la necesidad de demostrar que no es una frivolidad ni un lujo si no una necesidad de distintas necesidades que encima genera mucho empleo. Ante eso no hay frivolidad. De afuera a muchos, creo que tengo clichés de diseñadores internacionales. McQueen fue un diseñador que me hizo sentir dolor en el estómago, y cuando me pasa eso es porque me genera algo muy lindo. También John Galliano. Argentinos, muchos, ¡real! Cuando gané el Martín Fierro me pasó que miraba a muchos a quienes admiro y era increíble estar ahí con ellos. Me gusta repetir que la admiración a los colegas argentinos tiene que ver que los diseñadores y marcas de afuera tienen muchos años de antigüedad y en Argentina lo que mas cuesta es la trayectoria, el tiempo. Me parece que la vejez, la antigüedad y la trayectoria están haciendo historia, eso es lo que más tenemos que valorar, sobre todo en un país donde todo es con muchas subidas y bajadas. Ellos son nuestra escuela.

Gustavo Pucheta

-¿A quién te gustaría vestir?

-A Anna Wintour.

-¿Tenés algo pensado?

-Sí, obviamente, la cubriría hasta debajo del mentón y que se vean con suerte sus lentes y su pelo. Cada vez que la veo me parece súper interesante.

-¿Qué es lo próximo que se viene en Atelier Pucheta?

-Una colección que estamos preparando hace bastante donde vamos a mostrar el quiebre, donde las siluetas comienzan a ser más rectas, hay otra toma de decisiones para los cortes, los consumos de morfologías. La parte urbana estará muy presente y la llegada se masifica un poco más. También la idea que la marca empiece a aparecer más fuerte como marca y no con esta parte excéntrica y lujuriosa de la cantidad de telas, de modelos. Y este trabajo será en conjunto con Fabián Paz y tendrá un nuevo lanzamiento y puesta: diseño de indumentaria y también de zapatos. Es una apuesta no sólo mía, es en conjunto.

En la intimidad


En su marca el éxito no le pertenece en exclusividad, “uno es exitoso cuando tiene gente que lo acompaña. Y ese éxito pasa por armar un buen equipo de trabajo” dice. Pucheta es solamente la cara visible.

-¿Te sentís una celebridad?

-No. Y eso que te juego la del pelo, me monto, me disfrazo, que es la parte que más me gusta, y te muestro las diferentes versiones de mí. En realidad me siento un bicho de taller, me gusta andar rebuscándome con las telas, estar codo a codo con el equipo de trabajo. Ahí es donde conecto mucho conmigo, estar en el backstage me hace feliz, feliz. Y en este último tiempo me encontré muy a gusto ç en esas galas, eventos, etc. porque las tomé como presentaciones de mini colecciones. Lo disfruto a pleno de ese lado.

Gustavo Pucheta

-¿Cuánto de orgánico y cuanto de impostado hay en tu propio look?

-Hoy casi todo es orgánico, real. Sí me encantaría cambiar algo del look para que el foco se ponga cada vez más en la marca, que le estoy dando todo y más de mí y no en esta imagen de Jesucristo. Empezar a correrme lentamente porque deseo tener una marca y no ser solamente un diseñador. Desde ese lado puedo decir que todavía es algo impostado. Pero también entiendo que esa historia interesa. Entonces sigo jugando con muchas cosas impuestas, armadas, artificiales que todavía forman parte de este relato.

-Siempre trabajaste con una relación amorosa al lado. ¿Una casualidad?


-Para mí el amor es muy importante. Soy muy agradecido de las personas que me acompañaron como pareja. Mis dos últimas parejas fueron chicos y las anteriores fueron chicas y siempre fueron muy respetuosas en cuanto al tiempo que para mí demanda este trabajo. Soy muy agradecido porque no suele pasar que una pareja deje su vida para vivir la tuya. Mi familia también es así.

-¿Cómo sos en tu vida puertas adentro?

-Soy una persona muy demandante. Lo doy todo y más. Así como soy de pasado en las colecciones lo soy en mi vida privada. Pasado con el amor, con los amigos, con el tiempo de trabajo. Aparte soy muy sanguíneo, tuve parejas que me acompañaron. Hoy tengo una pareja que me acompaña mucho, una pareja que es un par. Con Fabián (Paz) hablamos el mismo idioma. La relación se fue dando, fue pasando, nos fuimos metiendo.

Gustavo Pucheta

-¿Puedo decir que es una marca de dos?

-No es una marca de dos, no es intencional, ni armada ni pensada. No lo fue y nunca se proyectó como tal. Como te dije, nuestra relación se fue dando. En nuestras reuniones no había tensión alguna. Un día dijimos wow, ¿qué pasó? Entonces fue, en realidad, blanquear lo que nos pasaba y decir, ok, es esto. Y lo mismo está pasando con el trabajo. ¿Es fácil? No es fácil. Por suerte tengo la posibilidad de estar con alguien que tiene una experiencia mayor que da el tiempo, la construcción, los éxitos, los errores, todo. Entonces siento que la construcción está en saber cuanto de lo que estamos haciendo puede funcionar y cuanto no. Siento que en el amor ser y tener un par hacen que uno se sienta fuerte. Es como tener un buen equipo de trabajo, uno puede estar frágil y ahí sale todo el equipo del atelier a sostenerte. ¡Y encima tener una pareja! te sentís indestructible. Perdí el miedo gracias a esta construcción de amor

Fotos y videos: Martina Cretella

Edición video: Rocío Bustos

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