El Cónclave para elegir al nuevo Papa comenzará oficialmente en el Vaticano el próximo miércoles 7 de mayo. La decisión fue tomada este 28 de abril, durante la V Congregación General de los más de 180 Cardenales reunidos en el Aula Nueva del Sínodo. Este evento marcará el inicio del proceso de elección del 267º Sucesor de Pedro, el líder de la Iglesia Católica y la Santa Sede.
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La fecha del inicio del Cónclave está regulada por las normas de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II, y el Motu Proprio de 2007, que establece que la elección debe realizarse entre el decimoquinto y el vigésimo día tras la muerte del Papa, una vez finalizados los Novendiali, los días de sufragio en su memoria. Por esta razón, el Cónclave comenzará después de las Misas de sufragio por el eterno descanso del Papa Francisco.
En los días previos al Cónclave, se realizarán varias Congregaciones Generales. Durante estas reuniones, los Cardenales reflexionarán sobre los desafíos que enfrentará el nuevo Papa, su relación con el mundo y las cualidades necesarias para afrontar los tiempos actuales. Este martes 29 de abril, los Cardenales escucharán una meditación del Abad Donato Ogliari de la Basílica de San Pablo Extramuros.
¿Cómo será el proceso de elección?
El Cónclave se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, un espacio simbólicamente cargado de historia. Los cardenales estarán allí para votar al nuevo Pontífice, y se realizarán hasta cuatro escrutinios al día.
Para que un candidato sea elegido, necesitará una mayoría cualificada de dos tercios de los votos. Si ninguno de los candidatos alcanza esta mayoría, se realizará una segunda vuelta entre los dos cardenales con mayor número de votos.
Una vez que el nuevo Papa haya sido elegido, se anunciará al mundo con el tradicional Humo Blanco y el famoso Habemus Papam. Posteriormente, el nuevo Pontífice se presentará al público desde el balcón de la Plaza de San Pedro, acompañado de la bendición Urbi et Orbi.
Este momento será el cierre de una de las etapas más solemnes y esperadas en la vida de la Iglesia Católica, que será testigo de cómo se cierra un ciclo y comienza uno nuevo bajo el liderazgo del 267º Sucesor de Pedro.
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