Hace pocos días que Netflix estrenó la serie "El vigilante" cuya protagonista es Naomi Watts. Cuenta con 7 capítulos y se convirtió en una de las más vistas de la plataforma.
La historia de The watcher
Después de mudarse a la casa de sus sueños en los suburbios, la vida de la familia Brannock rápidamente se convierte en un infierno. Las amenazantes cartas de alguien que se hace llamar "el Vigilante" son solo el comienzo, ya que cada secreto del vecindario que va saliendo a la luz es más siniestro que el anterior.
Lo más aterrador es que la miniserie está inspirada en la historia real de la infame "casa del Vigilante", en Nueva Jersey.
La historia real detrás de The Watcher
En 2014, un matrimonio joven con tres pequeños hijos, la familia Braddus, comenzó a recibir mensajes terroríficos en la casa que acababa de comprar en una de las localidades más ricas y tranquilas de Nueva Jersey.
Los dos cumplían un sueño. Mary había nacido en Westfield, pero su familia ya no vivía allí, y siempre había querido volver. Derek era todo un ejemplo de triunfador: hijo de una familia obrera de Maine, buscó el éxito en Nueva York, donde su desempeño en una compañía de seguros lo había llevado a la vicepresidencia antes de cumplir 40 años.
Mary había propuesto hacer refacciones antes de irse a vivir allí, para que todo estuviera perfecto. En eso estaban – con una cuadrilla de obreros trabajando en el interior – cuando el 5 de junio de 2014 llegó la primera carta.
Derek llamó a la policía y le mostró la carta al detective Leonard Lugo, que primero se sorprendió y después le aconsejó que no le contaran a nadie de la carta, y menos a los vecinos, que eran los primeros sospechosos. Los Braddus ya habían conocido a algunos, los de las casas más cercanas.
Se contactaron con los dueños anteriores, contrataron un detective privado y trataron de reconstruir la historia de la casa, donde quedó en evidencia que desde su origen había sido objeto de negocios oscuros.
Llegaron dos cartas más y la última de ellas realmente los asustó por los detalles que daba, motivo por el que decidieron ponerla en venta. Pero surgieron problemas para hacerlo, dado que la historia de las cartas se había filtrado y nadie tenía intención de habitar la casa. Las ofertas venían de agentes inmobiliarios y oportunistas que ofrecían la mitad o menos de su valor para esperar que la historia se olvidara y poder venderla con un gran margen de ganancias.
La policía sospechaba de varios vecinos, los propios Braddus presentaron una demanda ante la dueña anterior pero fue rechazada.
Sin poder vender la propiedad, la alquilaron a otra familia que huyó despavorida tras recibir la primera carta de El Vigilante.
Finalmente, en 2019, la vendieron a pérdida. La policía nunca pudo resolver el caso de El Vigilante.
