Tiene una impresionante filmografía que comenzó cuando, en 1969 inició su carrera actoral, con grandes éxitos como Reto al destino, Gigoló americano, Chicago o el clásico Mujer bonita. Pero, con más de 30 años de carrera, Richard Gere no se ciega más por las grandes luminarias de Hollywood y se dedica activamente a trabajar por causas que son de su interés (y con las que se encuentra activamente involucrado).
Pero, ¿por qué dejó de lado un lugar que otros colegas suyos tanto desearían haber alcanzado? Según declaró en una entrevista con The Hollywood Reporter: “No estoy interesado en interpretar a un Jedi marchito en la película del año. Tuve el éxito suficiente en las últimas tres décadas como para permitirme ahora hacer películas más pequeñas”, con lo cual sus motivos quedaron más que demostrados.
Por otro lado, hace años que es activista en favor del Tíbet. En la entrega de los Oscar de 1993, mientras presentaba el premio a la mejor dirección artística, en lugar de un texto de 30 segundos sobre cómo los grandes pintores de la historia habrían sido directores artísticos, aprovechó para dirigirse al líder chino Deng Xiaoping. “Qué horrenda, horrenda situación de derechos humanos hay en China”, exclamó y luego solicitó al dirigente a que se llevara a sus tropas y sacara a sus compatriotas del Tíbet “para que la gente vuelva a vivir como personas libres e independientes”.
La situación disgustó mucho a Gil Cates, director de la Academia en aquel entonces. “Que alguien a quien invito a presentar un premio use ese tiempo para postular una creencia política personal, creo que no solo es indignante, es desagradable y deshonesto”, se quejó. Y añadió: “¿A alguien le importan los comentarios de Richard Gere sobre China?”.
Le importaba a China, que estaba en plena promoción de Pekín como la sede de los Juegos Olímpicos de 2000. Esos segundos en los que una estrella de Hollywood denunció uno sus peores conflictos ante una audiencia millonaria no le dio, precisamente, buena prensa, con lo cual Sidney fue la capital elegida.
Este episodio no ocurrió sin consecuencias en su trabajo, ya que fue apartado de la promoción de El laberinto rojo, en 1997. “Todos estaban contentos. Y de repente, sin aviso previo, me llamaron para que lo dejara. La productora MGM estaba cerrando un acuerdo comercial con los chinos y estos les dijeron que si se estrenaba la película, no habría acuerdo”. Se paralizó la promoción y la película no tuvo demasiada trascendencia. El boicot chino fue tan lejos que, en 2008, Fiat tuvo que pedir perdón a China por haberlo incluido en una de sus publicidades en las que el actor manejaba uno de sus autos por el Tibet.
Su activismo político (sin importarle demasiado lo que tenía que decir al respecto el establishment) no es lo único que caracterizó al actor como "audaz", ya que tiene en su haber el protagonismo de varias películas "incómodas": en Buscando a Mr. Goodbar interpreta a un personaje agresivo, Tony; en Días de gloria su papel queda al borde del incesto o mismo en Broadway -en la obra Bent- protagoniza una historia de amor homosexual en un campo de concentración a la que muchos no se hubieran animado en aquellos años.
Así lo hizo John Travolta, quien no quiso protagonizar la polémica (y exitosa) Gigoló Americano, en la que Gere hizo uno de los primeros desnudos completos de Hollywood: “Hasta donde yo recuerdo, no estaba en el guion. Sucedió de forma natural mientras rodábamos”, se sinceró el actor en una entrevista. Aquel papel le convirtió en un sex symbol a su pesar. “Se había convertido, al menos en apariencia, en otra persona: un galán inquietante, perfecto para finales de los sesenta. Gere era un poco Brando, un poco Dean, una bocanada de Clift, y todos, hombres y mujeres, querían llevárselo a casa”, publicó la revista Esquire.
En aquellos tiempos se convirtió al budismo, motivo por el que hizo un viaje a Nepal que le cambió la vida. A partir de entonces dejó de lado su impulsividad, también las drogas y el alcohol detrás de los que se escondía.
En 1982 protagoniza Reto al destino, una de las películas más taquilleras de ese año, y luego otros títulos con los que no le fue tan bien, como Cotton club y Atrapados sin salida. Pero tendría revancha por su papel como antagonista en Sospecha mortal, una interpretación con excelentes críticas que lo llevaría a posicionarse para su rol en Mujer bonita, con la que se consagró como estrella internacional. De ahí en más, un éxito tras otro: Novia fugitiva, Infidelidad y Chicago, sólo por nombrar algunos. Aunque las mejores críticas llegarían de la mano de interpretaciones en películas más pequeñas, como Norman: el hombre que lo conseguía todo o The dinner.
El activismo político de Richard Gere: por qué milita
Días atrás un juez lo incluyó como testigo para declarar contra el ex Ministro de Interior italiano, Matteo Salvino, por su actuación en el bloqueo del barco Open Arms. El actor se había ofrecido para darle visibilidad internacional a los casos que le interesan.
Además, desde que está en pareja con la española Alejandra Silva, se vincula más de cerca con España: se reunió con el presidente Pedro Sánchez y con la ex alcaldesa madrileña Manuela Carmena para iniciar acciones por los sin techo.
También visitó al presidente mexicano López Obrador y criticó a Donald Trump. “Es un idiota”, dijo, quien tiempo atrás tampoco se mostró conforme con las políticas en Centroamérica de Bush y Reagan, el apoyo al genocidio guatemalteco de principios de los ochenta o la invasión de Panamá.
No obstante, el Tibet es su prioridad: trabaja para promover los derechos humanos y la democracia en la región. Es uno de los budistas más famosos de Hollywood e íntimo amigo del Dalai Lama, que fue el primero en conocer y bendecir el primer embarazo de su esposa. “No lo podía mencionar sin antes habérselo dicho a Su Santidad Dalai Lama”, afirmó Silva en sus redes sociales.
