En Netflix, "La mula" se instaló entre las más vistas y hoy ocupa el Top 2 en Argentina. El dato no sorprende: es una de esas películas que combinan una historia potente con un nombre que pesa. Clint Eastwood dirige y además se pone al frente del relato como Earl Stone, un veterano horticultor que, acosado por las deudas y con su vida familiar en pausa, acepta un trabajo de “chofer” sin hacer demasiadas preguntas.
Lo que parece un mandado más se convierte en un camino sin retorno: Earl termina transportando cargamentos para un cártel y, gracias a su perfil bajo y a su manejo impecable, se vuelve el mensajero ideal… hasta que la DEA le respira en la nuca.
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La cinta se mueve con el pulso de un drama policial de carretera: rutas infinitas, paradas en estaciones de servicio, silencios que dicen mucho y un protagonista que intenta recuperar algo de lo perdido mientras cruza límites cada vez más peligrosos. En paralelo, avanza la investigación de los agentes, que siguen las pistas de un conductor “invisible” para el sistema. Ese juego del gato y el ratón sostiene la tensión de principio a fin.
"La mula": la película que arrasa en Netflix
El reparto acompaña con nombres de primera línea: Bradley Cooper como el agente que arma el caso; Laurence Fishburne y Michael Peña dentro del engranaje policial; Dianne Wiest en el corazón emocional de la historia; y Andy García como un capo que entiende de negocios y de lealtades. Todos orbitan alrededor de Eastwood, que imprime su sello clásico: economía de gestos, humor seco y un subrayado constante sobre la familia, el tiempo y las consecuencias.
Detrás de cámara, la batuta también es de Clint Eastwood. El guion —escrito por Nick Schenk— toma como punto de partida un caso real sobre un nonagenario que se convirtió en correo del narcotráfico, y lo traduce a una ficción sobria, sin golpes bajos gratuitos.
El resultado es una película de 116 minutos que se ve de un tirón y que encuentra a Eastwood en un registro que conoce como pocos: el del hombre común que, por necesidad o por orgullo, cruza una línea y ya no sabe cómo volver.
¿Por qué volvió a explotar ahora? Porque tiene todos los condimentos que funcionan en la plataforma: ritmo, personajes claros, un conflicto potente y un protagonista que sostiene la pantalla. Sumale que es un título ideal para “maratón express”: empieza como un viaje más y, cuando te querés acordar, ya estás en el desenlace. Por eso no extraña verla trepar en el ranking argentino y volver a colarse en las conversaciones de fin de semana.
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