Qué es la cosmética natural y cómo impacta su uso en nuestro cuerpo y en el medio ambiente - Revista Para Ti
 

Qué es la cosmética natural y cómo impacta su uso en nuestro cuerpo y en el medio ambiente

La cosmética natural tiene importantes diferencias con respecto a la cosmética industrial, relacionadas con la salud, el consumo responsable y su forma de elaboración. Su consumo a gran escala puede ser uno de los cambios más significativos para el medio ambiente.
Belleza
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Cada vez son más las personas que se sienten atraídas por la cosmética natural. Algunas, preocupados por el medioambiente, buscan información y eligen qué consumir y qué no, según cómo se elaboran esos productos. En otros casos, la descubren debido a los problemas en la piel que le generan los productos industrializados, como la intolerancia a ciertos componentes. ¿Cuáles son sus principales características? 

-En la elaboración de sus productos se utilizan materias primas de origen natural, que pasaron por un proceso de transformación posterior sencillo, con la mínima intervención de aditivos o transformaciones químicas, y que han utilizado únicamente aquellos procesos que no son perjudiciales para el medio ambiente y la salud de las personas.

-Entre sus ingredientes, los más usados son la miel, la leche o la cera de abeja, y aceites como el de oliva, de jojoba, de karité, o esenciales, como el de lavanda. En el caso del aceite de oliva o el de argán se consideran naturales, aunque exista un proceso físico de extracción, en este caso por presión. Igualmente, hay otros ingredientes, como por ejemplo el ácido hialurónico, que es también de origen natural, aunque su procesamiento posterior sea algo más complejo (se obtiene por biofermentación, con la intervención de microorganismos, los cuales no pueden ser transgénicos si el producto está certificado como natural).

-No usa sustancias químicas tóxicas: muchos productos de belleza que usamos cotidianamente están formulados con sustancias químicas que, en algunos casos, pueden resultar tóxicas y generar, por ejemplo, enfermedades autoinmunes, reacciones alérgicas y en los peores casos, hasta cáncer. ¿Cómo podemos evitarlos? Incorporando el hábito de leer las etiquetas. La lista a continuación contiene los químicos más comúnmente usados que deberíamos evitar: aluminio, en desodorantes;  aceites minerales como parafinas (parafinum liquidum); ptrolatum, en cacaos labiales; triclosan, en jabones, dentífricos; parabenos, en cremas y shampoos, ftalatos, en esmaltes de uñas y labiales; sodium laureth sulfate, en shampoos, nanopartículas, en protectores solares y “parfum”, las fragancias que incluyen más de 3.000 compuestos distintos, que suelen ser muy alergénicos.

-Intenta valerse de ingredientes lo más cercano a la zona de elaboración, para evitar la contaminación que originan los medios de transporte.

-El packaging de sus productos entra en sintonía con estos principios: suele ser reutilizable (frascos o botellas de vidrio, por ejemplo) o biodegradable. 

¿Cómo darnos cuenta de que lo que compramos cumple con todos estos requisitos? Lo más sencillo es buscar productos cosméticos con una certificación para poder estar seguros de durante su elaboración siguieron los criterios que establece la norma que los califica como tales, que debe estar publicada y puede ser consultada: empresas como Ecocert, Organización Internacional Agropecuaria, CosmeBio, entre otras, se encargan de esto. 

Leer las etiquetas para evitar ingredientes nocivos o para corroborar la calidad de lo que estamos comprando, nos pone en el lugar de consumidoras responsables, tomando un rol activo no sólo en cuanto a nuestra salud, sino al cuidado del medio ambiente.

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Más información en parati.com.ar

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