Como todos los argentinos, Antonela Roccuzzo vivió la final de la Copa del Mundo a puro nerviosismo en el estadio Lusail de Qatar. La esposa de Lionel Messi vio el partido desde el mismo palco que ocupó en todos los encuentros que jugo el seleccionado, siempre acompañada por sus hijos, Thiago, Mateo y Ciro, y el resto de la familia.
La rosarina mantuvo al pie de la letra la cábada del vestuario, como no podía ser de otra manera, y vistió la remera de la selección con el número 10 que usó en todos los partidos. Esta vez Antonela sumó una gorra blanca a su outfit, que completó con jeans con roturas (que ya había usado en otras oportunidades).
A Antonela se la vio muy cerca también de Celia Cuccittini, su suegra, quien la asistió al momento de volver a ponerse la gorra, tras revolearla al festejar un gol.