Alimentación vegana para perros y gatos ¿sí o no? - Revista Para Ti
 

Alimentación vegana para perros y gatos ¿sí o no?

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a feeding bowl full of salad and vegetables before white background
La corriente alimenticia vegana tiene alcanzó el universo de las mascotas.

Lentejas, quinoa, soja o cebada perlada, aderezadas con aceite de oliva. Mucha fruta, verduras y algunas cucharadas de levadura de cerveza o semillas hidratadas. Parece una extravagancia snob, pero lo cierto es que el listado compone la principal fuente de alimentación de algunas mascotas que siguen los lineamientos de la filosofía vegana.

Es que el veganismo, como movimiento que condena el maltrato animal y cuyos seguidores se abstienen de incluir alimentos que provengan de ellos (como carne, miel, huevos o leche), empieza a involucrar, de un tiempo a esta parte, a perros y gatos.

De hecho, las principales marcas de suplementos vitamínicos y el nuevo alimento balanceado cien por ciento veggie (que incluye semillas de lino y pulpa de remolacha) empezó hace un tiempo a cosechar adeptos entre los dueños de mascotas.

Muy en contra de la preocupación e inquietud (que roza la indignación) de veterinarios y nutricionistas, quienes advierten que si caninos y felinos no comen carne a gusto y piacere no cumplen con los requerimientos básicos para llevar una vida activa, saludable y, ante todo, acorde a su naturaleza.

PUNTO CERO. La restricción de carne en la dieta la sufren más los gatos, que a diferencia de los perros –omnívoros como nosotros– son estrictamente carnívoros. Como explica el veterinario del servicio de nutrición clínica del Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, Héctor Quintana, “están diseñados para consumir tejidos animales, que son los que les aportan la mayoría de los nutrientes que necesitan”.

Para poder cubrir la variedad de aminoácidos requeridos ambas especies deberían ingerir cantidades excesivas de proteína vegetal, que tienen menor digestibilidad y valor biológico que las de origen animal. Y para suplir la faltante nutricional no queda otra opción que agregar al preparado del día suplementos sintéticos específicos.

Como son cazadores solitarios, los gatos necesitan mantenerse ágiles y comer pequeñas raciones varias veces al día. Son estrictamente carnívoros, necesitan de la proteína y de los aminoácidos de la carne para estar bien alimentados y no perder músculo.
Como son cazadores solitarios, los gatos necesitan mantenerse ágiles y comer pequeñas raciones varias veces al día. Son estrictamente carnívoros, necesitan de la proteína y de los aminoácidos de la carne para estar bien alimentados y no perder músculo.

Los felinos, por otro lado, obtienen de la carne y de la grasa animal nutrientes esenciales para su desarrollo y crecimiento: entre otros, aminoácidos (como la taurina, carnitina, arginina y triptófano), ácido araquidónico (que les mantiene la piel y el pelo en buenas condiciones) y las vitaminas A y D.

Ahora bien, qué argumentos esgrimen quienes siguen la corriente “libre de carne” para sus mascotas (y para ellos, obvio). En general, la elección está motivada por la intolerancia o la dificultad de contactar con ese olor que habían logrado eliminar de sus cocinas y les resulta nauseabundo y persistente.

Algunos van allá y buscan fundamentos más empáticos. La decisión se sustenta en la supuesta relación de ciertas enfermedades (alergias, cáncer, problemas en los riñones, corazón) con el consumo de proteína no vegetal. Sin embargo, esclarece la médica veterinaria Silvia Vai, no hay estudios con rigurosidad científica que respalden tal aseveración.

“Ciertos trastornos o dolencias que sufren las mascotas tienen que ver con el hecho de que actualmente los animales son más longevos, gracias a la mejora en la calidad y en las fórmulas cada vez más acertadas de las dietas balanceadas, caseras y comerciales”, analiza y agrega otro frente de debate a la cuestión: problemas de comportamiento de las mascotas, una queja recurrente de los cuidadores que a menudo escucha en el Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, UBA.

“Los animales son predadores y, por lo tanto, para mantener su bienestar emocional y estar en buen estado físico tienen que tratar de mantener algunos hábitos que aprendieron ancestralmente de su madre. Desde ya que un perro que vive en una gran ciudad, en una casa o departamento también está distanciado de sus rutinas, pero quien lo cuida debería poder proporcionarle ciertos estímulos que le posibilitaran acortar el extrañamiento o escenario poco familiar”, aclara Vai.

MANDAMIENTO VEGETAL. Si bien a la especialista en medicina china Marina Mercedes Brañas no le hace nada de gracia que el veganismo se cuele en los platos de los animales domésticos, hace algunas concesiones con ciertos dueños convertidos y convencidos. Casi nunca accede, pero cuando el cliente insiste y promete que se va a ocupar a conciencia de balancear y suplementar los platos de sus mascotas, acepta, poniendo algunas condiciones.

Los perros son omnívoros: su aparato digestivo está preparado para procesar vegetales, frutas, cereales y grasas, además de carne. Pero los requerimientos de proteína animal son altos y es fundamental para su desarrollo porque solía vivir en manada y cazaba en grupo. Lo ideal es prepararles platos contundentes, nutritivos y bien balanceados (no siempre arroz, fideos y carne) entre dos o tres veces por día.
Los perros son omnívoros: su aparato digestivo está preparado para procesar vegetales, frutas,
cereales y grasas, además de carne. Pero los requerimientos de proteína animal son altos y
es fundamental para su desarrollo porque solía vivir en manada y cazaba en grupo.

Y siempre que se trate de perros. Con los gatos es categórica: “Sería muy complicado porque estaría muy suplementado, y estaría destinado a llevar un plan alimentario completamente diferente a lo que su naturaleza le requiere”

¿Algunas de las garantías que pide antes de diseñar una dieta sin carne?: el cuidador asume el costo de tiempo y dinero extra que la elección requiere (hay que anticipar y organizar las compras y gastar bastante más que si le diéramos un suculento pedazo de carne, que ya por sí solo satisface lo que su cuerpo necesita) y se compromete a hacerle chequeos regulares para atajar posibles déficits o excesos. Demasiada fibra puede provocarles diarrea o molestias hepáticas.

En felinos un menú vegano podría dar lugar a una cardiomiopatía dilatada o a la degeneración de la retina y en ambas especies; la falta de carne puede traer como consecuencia ciertas intolerancias alimenticias, inflamación intestinal, flatulencias, sobrepeso u obesidad (agravada por excesos de carbohidratos), trastornos dermatológicos, menor resistencia a otras enfermedades por fallas en la respuesta inmunológica y hasta diabetes. Por eso los expertos defensores de la carne piden cautela. Siempre es necesario adaptar cada menú a la etapa de vida de cada animal.

Por ejemplo, en algunos casos se pueden suplementar los platos con espirulina, un alga con alta proporción de proteínas. Siempre, de todos modos, es fundamental incorporar cada nuevo ingrediente de a poco y nunca innovar sin el cuidadoso asesoramiento personalizado. “Al no estar acostumbrados y no ser lo natural para su organismo, es probable que haya resistencia a ciertos productos”, suma Brañas.

Pero una inquietud más, de respuesta compartida: ¿puede que una alimentación rica en vegetales redunde en algún beneficio o ventaja para ellos? No rotundo. El veganismo es creencia y cosa nuestra.

Textos Mara Derni ([email protected]) Fotos: Latinstock

Más información en parati.com.ar

   

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