Dormir bien a los 40: las 7 claves del wellness para regular la progesterona y el sueño
 

Insomnio femenino: el descanso que necesitás después de los 40 es un acto de rebeldía y amor propio

Insomnio femenino: el descanso que necesitás después de los 40 es un acto de rebeldía y amor propio
Si pasaste los 40 y te despertás en el medio de la noche sin poder volver a dormir, no sos la única. Una experta explica qué está pasando con tus hormonas y la solución de 7 pasos que te devuelve el descanso profundo.
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Si sos mujer y pasaste los 40, es probable que ya conozcás esa incómoda sensación: te despertás a las 3 de la mañana, el silencio es total, pero en tu cabeza hay un murmullo que no para. Esto no es casualidad ni un simple capricho de tu cuerpo, sino el resultado de una compleja mezcla de factores hormonales y de hábitos acumulados.

Según la experta en Yoga Facial y Wellness, Carolina Winograd, el insomnio en esta etapa de la vida es una señal de que el cuerpo está pidiendo un cambio de ritmo y de enfoque.

El insomnio frecuente después de los 40 años se debe principalmente a la caída de hormonas clave durante la perimenopausia y la menopausia. La progesterona (nuestro sedante natural), el estrógeno, la serotonina y la melatonina disminuyen, lo que dificulta conciliar el sueño, provoca despertares frecuentes y hace que el descanso sea superficial e insuficiente para reparar el cuerpo.

En su libro "Vivir sin fecha de vencimiento", Winograd explica que la caída hormonal se suma a décadas de sobreexigencia femenina y noches donde dormimos “como podemos” en lugar de “como necesitamos”.

El círculo vicioso de las hormonas y la mente inquieta

La baja de progesterona, ese sedante natural que nos ayuda a estar en calma, impacta directamente. Pero la consecuencia de dormir mal va mucho más allá del simple "estar cansada":

  • Aumento de cortisol: El mal sueño dispara la hormona del estrés (cortisol), lo que desajusta tu metabolismo.
  • Inflamación y ánimo: Aumenta la inflamación en el cuerpo, te deja irritable y sin paciencia ni tolerancia.

La sabiduría ancestral también lo confirma. Desde la Medicina Tradicional China, este patrón de insomnio frecuente está asociado a un desequilibrio en la energía del corazón y el hígado, lo que se traduce en una "mente inquieta" y una incapacidad para calmar el espíritu. Por eso, no se trata solo de "dormir más", sino de restaurar la calma interna y nutrir lo que se conoce como el Yin o energía femenina.

¿Qué debés cambiar en tu rutina para recuperar el sueño?

Dormir bien no es un lujo, es una necesidad vital. Es un acto de amor propio que le da a tu cuerpo la oportunidad de reparar y equilibrar hormonas. Para cortar con el círculo vicioso, la especialista propone este ritual de 7 pasos basado en la reconexión:

1. Respetá la luz y la oscuridad

Apagá pantallas (celulares, tablets o notebooks) al menos una hora antes de acostarte. La luz azul de los dispositivos inhibe la melatonina y retrasa la señal de sueño. Optá por luz cálida o velas para preparar a tu cerebro.

2. Cená liviano y temprano

Comé entre dos y tres horas antes de ir a la cama, evitando comidas muy grasosas, picantes o con azúcar. Esto asegura que tu digestión no compita con tu descanso.

3. Creá un ritual de calma

Los estiramientos suaves, la respiración profunda o los masajes faciales y linfáticos antes de dormir ayudan a relajar el sistema nervioso y a "apagar" la mente, preparándola para el descanso.

4. Controlá la temperatura

El cuerpo necesita bajar su temperatura central para entrar en sueño profundo. Un baño tibio antes de acostarte o un ambiente fresco favorecen este proceso biológico.

5. Probá las infusiones que nutren el Yin

Desde la Medicina Tradicional China se recomienda probar tés de manzanilla, lavanda o pasiflora -siempre sin cafeína ni azúcar-, ya que ayudan a calmar y sostener el descanso.

6. Tené una hora fija para dormir

Acostarte siempre a la misma hora, incluso los fines de semana, ayuda a regular tu ritmo circadiano (tu reloj interno) y mejora significativamente la calidad de tu sueño.

7. Priorizá tu bienestar

Recordá: cuando priorizás el descanso, todo cambia: tenés más paciencia, más claridad mental, mejor ánimo y un cuerpo más fuerte. Después de los 40, el sueño se vuelve un acto de rebeldía frente a una cultura que nos quiere siempre disponibles y produciendo. Así que, bajá la luz, cerrá los ojos y date permiso para que el día se apague afuera... para que vos puedas encenderte por dentro.

Fuente: Carolina Winograd, experta en Yoga Facial y Wellness. Autora del libro "Vivir sin fecha de vencimiento"

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