Las 6 enredaderas y trepadoras más lindas para plantar en otoño - Revista Para Ti
 

Las 6 enredaderas y trepadoras más lindas para plantar en otoño

Este clima intermedio (ni mucho calor ni mucho frío) resulta ideal para continuar con algunas actividades en el jardín. Por ejemplo, plantar enredaderas y trepadoras que arrancarán con su siesta durante el invierno pero estarán listas para crecer fuertes y vigorosas la próxima primavera. Mirá estas opciones y elegí tu favorita.
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Antes de que el invierno llegue, podés proponerte plantar algunas de las bellísimas variedades de enredaderas o trepadoras. Y así tenerlas listas y firmes para que crezcan vigorosas o incluso te regalen sus flores en primavera.

Acá te damos 6 opciones que aceptan llegar a la tierra con este clima intermedio.

Es un buen momento para plantar enredaderas y que su luzcan en primavera. Foto: Pinterest.

Consejos para plantar enredaderas

  • Evitá los días de mayor frío o calor. Por eso como norma general se recomienda hacerlo en primavera u otoño.
  • Si es una enredadera que necesita guías (no se sujeta sola) podés firjarla con pequeñas cuerdas o hilo de nylon sobre un soporte de alambre y clavos a medida que vaya creciendo. Procuraáconseguir estos elementos antes de comenzar a plantarla.
  • Si vas a plantar varias en una misma línea (pared) dejá una separación de unos dos o tres metros entre cada una. De lo contrario, se pueden enmarañar a medida que van creciendo
  • Hacé un hoyo de al menos 40 cm de profundidad. Y para asegurar un buen crecimiento, llenalo con tierra de buena calidad
  • Un poco de abono orgánico no viene mal para reforzar su crecimiento. Pero si querés un plus, mezclalo con un abono mineral: por cada planta, mezcla la tierra con aprox 25 gramos de fertilizante de liberación lenta.
  • Regá generosamente.
Una Ampelopsis en plano cambio del verde al rojo: señal que llegó el otoño. (Pinterest).

1.Ampelopsis: una trepadora verde en verano, roja en otoño

El gran atractivo de esta trepadora perenne, de tallos leñosos y hoja caduca, es su colorido: verde brillante en la época en que brota (primavera verano,) y en tonos rojizos, anaranjados y borravino en el otoño, antes de caer.


Su crecimiento es muy rápido, acepta muros en sol o en sombra y posee unos zarcillos terminados en ventosas mediante las que se adhiere a las paredes. Es muy adecuada para cubrir muros grandes que se beneficiarán con las sombras de las hojas durante el verano.

En el otoño, cuando las hojas caigan, dejarán los muros libres para que el sol los seque y caliente.
Sólo necesita un poco de poda para controlar su crecimiento. Por lo demás, es una planta sana y simple, que no presenta grandes exigencias.

Con sus ramilletes de flores violetas, la glicina siempre cautiva. (Pinterest).

2. La glicina, una lluvia natural color violeta

La wisteria, glicina o glicinia (Wisteria sinensis) es una hermosísima enredadera capaz de cubrir cualquier fachada con sus enormes racimos de flores colgantes, que se puede plantar tanto en otoño como en primavera.

De potente crecimiento (en ocasiones incluso alcanza forma de árbol) puede cubrir todo tipo de estructuras: pérgolas, muros, fachadas…

Sus bellísimas flores (en un mix de violeta, malva, azul) se abren a principios de la primavera y llenan el jardín con su perfume.

Tiene hojas compuestas (tienen entre siete y trece foliolos) que caen al llegar el otoño.

Es resistente y longeva; con los cuidados adecuados (buena luz y alimento) es capaz de vivir muchísimos años.

El jazmín de leche, otra opción que se puede plantar en otoño. (Pinterest).

3. El jazmín de leche: las mejores flores y el perfume más lindo

El Jazmín de Leche es un arbusto trepador de follaje perenne, que se puede plantar en otoño y tolera muy bien el frío. Tiene un crecimiento lento al principio: necesita hasta 5 años para extenderse unos 2 metros.

Mientras está creciendo vas a tener que sumarle de un soporte que mantenga el crecimiento dirigido hacia arriba, hasta que los tallos se vuelvan leñosos y fuertes y puedan mantenerse por sí mismos.

Sus flores son pequeñas y muy perfumadas y tiene pétalos ondulados. Aparecen en primavera – verano, según la temperatura del lugar.

Necesita suelos que sean bien drenados y lo posible espacios con sol o media sombra.

La enamorada del muro es ideal para tapizar de verde un muro completo. (Pinterest).

4. Enamorada del Muro: un clásico del jardín

La enamorada del Muro o Ficus Plumila, es una planta trepadora y perenne, ideal para tapizar paredes con un efecto muy llamativo. Otra hiedra que podés plantar en otoño.

Necesita suelos con buen drenaje (el encharcamiento puede provocar que las raíces se pudran) .

Requiere de un riego moderado, una vez por semana en otoño e invierno y cada dos o tres días en verano y primavera. Pero siempre hay que cuidar de no regar en exceso ni encharcar la superficie: es conveniente antes palpar el sustrato y determinar si está o o no seco.

En lo posible, la enamorada del muro no necesita sol directo, porque puede provocar que se queme el follaje. La semisombra o los rincones en sombra del jardín serán ideales para su desarrollo.

La Trompeta es un arbusto vigoroso que podés guiar para que actúa como trepadora. (Pinterest).

5. Campsis, la trompeta más hermosa

Campsis radicans es el nombre científico de esta trepadora conocida también como Bignonia radicans o simplemente, Trompeta

Se trata de un arbusto trepador vigoroso (de follaje caduco) que puede alcanzar hasta 10 m de altura. Sus flores de cáliz acampanado, amarillentas en su interior, miden entre 4 y 5 cm de diámetro y producen ramilletes en forma de trompeta de color naranja tirando a rojo.

Sus semillas se siembran a principios del otoño y se pueden transplantar a su lugar definitivo en primavera. Al principio es necesario sujetarlo hasta que alcance un porte suficientemente leñoso como para sostenerse por si sola.

También es recomendable acolchar el suelo con turba a finales de otoño, antes del paro vegetativo del invierno.

Ideal para cubrir grandes alturas en poco tiempo (es de crecimiento rápido). Su floración puede tardar entre 3 y 4 años, y dura siempre de verano a otoño.

Prefiere los suelos ricos y húmedos (siempre bien drenados) pero puede adaptarse a otros tipos. El riego debe ser con frecuencia en verano y más bajo en invierno.

Si preferís las trepadoras con color, no dudes en sumar una Santa Rita. (Pinterest).

6. Santa Rita: una explosión de color

La Santa Rita pertenece a la familia de las Rubiáceas (una familia con más de 500 variedades de arbustos).

Sus flores tubulares, que aparecen en cantidades más que generosas, pueden ser de color fucsia, naranja, rojo, blanco o coral. Las hojas son de color verde oscuro y forma ovalada.

La floración de la Santa Rita sucede entre la primavera y el verano pero las flores pueden permanecer hasta bien entrado el otoño.

Necesita lugares donde reciba una sombra ligera durante el invierno y más luz durante el verano, pero nunca los rayos muy directos. Y no soporta los suelos demasiado calcáreos.

El riego de la santa Rita debe ser moderado: menos frecuencia en invierno.

Conviene fertilizarla una vez al mes durante la primavera y verano para favorecer así la floración.

Asesoró: Ing Agr. Gustavo Carrizo de la Canal (@carrizodelacanal_landscaping).

Más información en parati.com.ar

 

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