Manual de Jardinería: cómo diseñar un jardín en regiones áridas como Mendoza - Revista Para Ti
 

Manual de Jardinería: cómo diseñar un jardín en regiones áridas como Mendoza

En esta nueva edición, Mechi González Prieto nos invita a viajar hasta Mendoza para conocer todo sobre el paisajismo árido y la xerojardinería. ¡No te la pierdas!
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En esta nueva edición de Manual de Jardinería, Mechi González Prieto (@mechi_deraiz) nos propone algo diferente: teletransoportanos hasta Mendoza para conocer todo sobre el paisajismo de la zona.

En el recorrido, Soledad Llames (@soledadllames_paisajismo), ingeniera agrónoma y especialista en paisajismo árido y en xerojardinería, nos comparte sus mejores consejos y conocimientos de experta.

Cómo es el paisajismo en Mendoza

Está claro que en Mendoza hay un paisajismo limitado por condiciones climáticas y por la escasa disponibilidad del recurso agua. Allí el clima es más bien árido, semidesértico y su provisión de agua solo es posible en los oasis, donde los ríos que bajan de las cumbres de los Andes derraman sus turbulentos torrentes.

Pero claro está que esas zonas también tienen su magia y sus especies nativas que se adaptan perfectamente. Esas plantas son conocidas como plantas xerófitas (especies de alto valor ornamental y climas secos que sobreviven en su hábitat gracias a adaptaciones que les permiten ahorrar agua). Y precisamente ellas son la parte fundamental para diseñar un jardín xerófilo o xerojardín.

Cómo diseñar un jardín en zonas como Mendoza

"El clima y el paisaje es lo primero a tener en cuenta a la hora de diseñar paisajismo en Mendoza y la Región de Cuyo. No debemos confundirnos con las ciudades tan verdes y con árboles altos, ya que son paisajes no pertenecientes al lugar, que están sustentados en base al riego y conformados por especies de clima templado, con suelos más frescos, fértiles y profundos; y veranos, inviernos y lluvias totalmente distintas a lo que pasa por estas zonas", comienza explicando Soledad Llames.

Por otro lado, la experta en paisajismo árido y en xerojardinería asegura que hoy en día es muy caro -ambientalmente hablando- sustentar esos oasis que necesitan tanta agua, por lo que es fundamental mantener todo lo existente, regando los árboles añosos que mejoran la calidad del aire y reparan del clima salvaje.

Y precisamente por esto, es que para ella la mirada y la manera de resolver el paisajismo en esta región árida del oeste argentino debe ser amorosa con el paisaje natural.

"No dejemos de estudiar la bibliografía, pero hay que saber que el verdadero aprendizaje es mediante la práctica y la observación propia posterior en cada espacio verde que diseñamos. Hay que ser responsables y sensibles al generar propuestas en armonía con el desierto, sustentables con los recursos existentes, con introducción y domesticación de especies nativas -que actualmente se están produciendo y comercializando en algunos viveros -, y que nos están llevando a redefinir parámetros de belleza. Un gran aprendizaje, sin dudas, para todos”, detalla Llames.

Será por eso que al ver los trabajos de Llames, se nota a primera vista que se basan en el respeto y en la valoración del paisaje natural, el cual guarda su encanto propio en esa zona.

Y aunque todo debe partir de una interacción con sus clientes, los cuales vivirán ese espacio, siempre busca que los jardines “estén en armonía con el entorno y que contribuyan generando hábitats para insectos benéficos, pájaros y otros animales desplazados por el avance de las fronteras de la urbanización y de la actividad agrícola, a lo que hay que sumar el concepto del manejo orgánico para cuidarlos”.

Soledad no duda al decirlo: “Estoy convencida de que siempre podemos hacer lugares buenos para vivir y por eso cuido que en cada trabajo quede lo mejor de mi”.

Qué plantas marcan tendencia en Mendoza y zonas áridas (más allá de las xerófilas)

“La tendencia es usar plantas xerófilas, que se adaptan al clima, necesitando poca agua y que por sus características tan especiales por saber vivir en clima árido -con tan poquitas lluvias-, requieren poco mantenimiento", explica Soledad.

Entre las nativas, pensando en los pastos, han tomado alto protagonismo los llamados “coirones”, que abarcan especies como Stipa vaginata, Jarava ichu y Nasella tenuissima.

También hay que pensar en las herbáceas: Hyalis argentea “Olivillo”, Lecanophora heterophylla “Malvisco violeta”, Sphaeralcea miniata “Malvisco”, Sphaeralcea mendocina “Coral malvisco”, Nicotiana noctiflora “Tabaquillo”, Glandularia tenera “Verbena rastrera”, entre otras.

Y en cuanto a arbustos se puede mencionar el Cercidium praecox “Brea”, Atriplex lampa “Zampa”, Aloysia grattissima “Cedrón del monte”. También árboles tales como Prosopis chilensis “Algarrobo blanco”, y dos especies nativas de otras zonas de Argentina pero que se dan bien aquí: Schinus molle “Aguaribay”, Parkinsonia aculeata “Cina cina”.

Para exteriores techados, como galerías, Llames sugirió usar suculentas, como Echeverria, Graptopetalum, Sedum, Aeonium, entre otras. Y para el jardín las xerófilas son su mejor opción. “No hay que fertilizarlas, ni regarlas y no requieren poda. Son bellas, agradecidas y crecen rápido”, indicó.

Para interiores, a la experta le gusta pensar en plantas tropicales y subtropicales, como Ficus, Aralia, Pothus, Zingonio y Caladium”, expresó.

Fotos: gentileza De Raíz.

Más información en parati.com.ar

   

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