Bienvenidos a la tendencia fridgescaping, o el placer de abrir una heladera “con estilo”.
De eso se trata el fridgescaping, un término que nace de la combinación de las palabras “fridge” (refrigerador, nevera o heladera en inglés) y “tablescaping” (el arte de decorar mesas).
Qué es el fridgescaping: interiorismo para heladeras

La bloguera Kathy Perdue acuñó el término en 2010, pero el fridgescaping explotó poco más de una década más tarde, a través de TikTok y réplicas del fenómeno viral en Pinterest e Instagram.
Se trata de transformar la organización de alimentos en el interior de la heladera en un verdadero ejercicio de estilismo. O, en otra palabas, de organizar el refrigerador como si fuese una vidriera de diseño.
¿Y cómo hacerlo? Guardando alimentos a recipientes estéticos (como frascos de vidrio, bandejas de cerámica o cestas de mimbre), agrupándolos por color o textura, y hasta sumando elementos decorativos, como flores frescas, u objetos que poco y nada tiene que ver con el interior de una heladera, como marcos de fotografías o pequeñas esculturas.
La idea es que abrir la heladera sea como hojear una revista de decoración.
“Fridgerton”: decorar la heladera inspirada en Bridgerton

Una de las referentes más creativas de la tendencia fridgescaping es Lynzi Judish (@lynziliving), quien desde 2024 comparte heladeras temáticas, como su famosa “heladera fridgerton” inspirada en la serie Bridgerton.
También diseñó una en modo gótico y teatral inspirada en Beetlejuice y otra inspirada en Star Wars, replicando un mercado intergaláctico en Tatooine.
Las ventajas (después de la polémica) del fridgescaping

Después de la polémica que generó su viralización (sus detractores lo consideran una frivolidad innecesaria) y más allá de lo estético, quienes lo practican aseguran que el fridgescaping también tiene beneficios prácticos: ayuda a mantener la heladera organizada, evita el desperdicio de alimentos y motiva a cocinar más en casa.
También hubo cuestionamientos desde el punto de vista de la seguridad alimentaria.
Algunos expertos, como Nicole Papantoniou del Good Housekeeping Institute, advirtieron que ciertos alimentos se conservan mejor en sus envases originales y que usar recipientes antiguos puede implicar riesgos si contienen plomo u otros materiales no aptos para alimentos.
Pero los fans del fridgescaping contrarrestaron las críticas destacando los pro y ventajas de aplicar la tendencia de forma saludable y práctica.

Sostienen que es “una nueva forma de habitar lo cotidiano” y que encarna algo más profundo que un simple truco visual: la búsqueda de belleza en lo cotidiano, la necesidad de ordenar el caos doméstico y el deseo de transformar una tarea rutinaria en una experiencia inspiradora.
Así, en un mundo donde abrir el refrigerador puede ser un momento estresante o incluso caótici, esta tendencia nos invita a mirar de nuevo. A detenernos. A encontrar belleza en los lugares menos esperados.
Cómo armar y organizar una heladera con estilo fridgescaping

Si te tentaste con esta tendencia pero no sabés por dónde empezar (o querés evitar los errores más comunes), seguí estos consejos para aplicar el fridgescaping en tu casa de forma segura y natural.
1. Empezá de a poco. No hace falta que tu heladera parezca salido de un comercial. Empezá organizando solo una parte o incorporando algunos contenedores estéticos para frutas o snacks.
2. Optá por contenedores transparentes. Te ayudarán a ver lo que tenés sin tener que revolver todo. Además, son claves para evitar que los alimentos se olviden y se estropeen.
3. Conservá lo esencial en su envase original. Carnes, lácteos y alimentos con fechas de caducidad específicas es mejor mantenerlos en su packaging original para evitar confusiones y garantizar su conservación.

4. Etiquetá todo. Podés hacerlo con etiquetas adhesivas, pizarras o calcomanías lindas. Además de ayudarte a organizar, aportan un toque deco muy personal.
5. Iluminá tu heladera. La luz adecuada no solo realza los colores y las texturas de los alimentos, sino que facilita encontrar lo que necesitás.
6. Mantené la limpieza. Un fridgescaping saludable comienza por una limpieza profunda (mínimo una vez al mes) y constante atención a derrames o alimentos vencidos.
7. Sumá verde y frescura. Se recomienda incorporar ramitas de menta, perejil o romero como decoración y aromatizante natural. Y NO se recomienda poner plantas en contacto directo con zonas de mucho frío o humedad.








