Coaching: aprender a poner límites - Revista Para Ti
 

Coaching: aprender a poner límites

Poner límites. Esa es la cuestión. Zelmira Kroselj, directora de Zelmira K Comunicación y Coach Ontológico Fundación Protagonista de Cambio, nos llama a reflexionar sobre este tema.
Lifestyle
Lifestyle

En alguna de las columnas que escribí este año les compartí mi camino de aprendizaje en el poner límites, en el decir que no, para validar y registrar qué necesito, qué me hace bien.

Hoy me gustaría contarles ejemplos bien concretos sobre cómo me siento y qué me pasa cuando puedo elegir actuar así, poniéndome en primer lugar (¡es un montón!).

Tuve un desencuentro con mi pareja, me sentí muy mal y pedí unos días para decantar cómo me sentía, de qué tenía ganas.

Ese paso que puede parecer simple para mí fue un paso muy grande. Enorme. En general me y nos cuesta mucho pensar en nosotros mismos. Tiendo a poner al otro por delante. ¿Qué va a pensar? ¿Qué va a decir? Se va a enojar. Se va a ofender. Me va a dejar. Tengo que ser suave, buena, no causar problemas. (Muchas y muchos fuimos criados en el no causar problemas ni manifestar nuestras necesidades, nos adaptamos y sobrevivimos de este modo).

Situación siguiente: mejor no digo nada, me quedo donde estoy, es más fácil, más cómodo, es lo conocido, lo que hice siempre. ¿Te suena? Hasta el cuerpo nos pide que no hagamos nada. Y la mente va a miles de kilómetros imaginando los peores escenarios.

Es que hacer algo de un modo diferente requiere esfuerzo, ganas, coraje, perseverancia, práctica, mucho Amor para abrazarme cuando no me sale. Siento miedo, siento culpa. Me lleno de dudas.

Claro. Todas esas emociones vienen a mostrarme que me pasa algo importante. Estoy haciendo algo nuevo y me siento insegura. Cuando pude decir lo que necesitaba en el ejemplo que les contaba más arriba mi corazón empezó a latir más fuerte, me puse toda colorada, estaba agitada. El cuerpo nunca miente. Empecé a respirar, me enraicé en el piso con mis pies y estuve tranquila. Y todo estuvo bien.

Casualmente o no, me tocó acompañar a dos personas en estos días que atraviesan conflictos con sus parejas. Una gran amiga y una coachee. Y en ambos casos el acompañamiento va por el camino de ¿qué elijo para mi vida? ¿Qué quiero que pase? ¿Quiero validar lo que siento? ¿O prefiero hacer que no pasa nada?

Siempre podemos elegir. Siempre podemos cambiar. Esa es la buena noticia. Nada está bien o mal. Solo elegir a consciencia qué quiero darme y cómo quiero dármelo. El otro es un espejo gigante que refleja mi interior. Como es adentro es afuera.

Seguimos. En Amor.

Más información en parati.com.ar

 

Más Para Ti

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig