Por qué callamos lo que sentimos: una especialista explica cómo salir de la "cárcel mental" - Revista Para Ti
 

Por qué callamos lo que sentimos: una especialista explica cómo salir de la "cárcel mental"

Celina Cocimano, coach ontológico y terapeuta emocional, explica que callar lo que sentimos nunca debería ser una opción. Cómo liberarse de las trabas mentales que todos tenemos, la llamada "cárcel mental", es lo que explica en esta nota.
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La comunicación es magia que se genera para sanar, acompañar, entender, compartir  y viajar más liviano. Pero muchas veces solemos callar lo que sentimos, lo que pensamos o lo que nos pasa. Inconscientemente es una forma de autoanularnos, es derimirnos, ceder el terreno a creencias que llevamos dentro.

El principal motivo por el cual las personas callamos es emocional. Llevamos dentro tanta cantidad de juicios emitidos y aceptados por nosotros mismos, que perdemos el foco de nuestra propia autenticidad, perdemos el valor de nuestra propia voz y vemos a la comunicación como una amenaza personal.

La primera razón es el temor

Y lo hacemos por dos razones: por temor y por vergüenza. La primera, el miedo o temor a las consecuencias, porque al hablar me expongo a ciertos riesgos que prefiero evitar. Callo por cautela, para protegerme.

Esta es la causa más general por la que callamos: creemos que al hablar, es decir al expresar nuestro sentir o pensamiento, nos vamos a exponer a situaciones o acciones de terceros que queremos evitar. La pregunta es: ¿qué pesa más en la balanza de cada uno? ¿Quién tiene mayor prioridad en la vida de cada uno? ¿Uno mismo o el exterior?

Erradamente pensamos que al callar nos protegemos. Pero es al revés: al callar nos anulamos, no expresamos, no alcanzamos, no somos claros, y el exterior va a interpretar la manera en que nos manejamos.

Es decir, si querés exponer tu sentir, no queda otra que comunicarlo ya que el exterior no interpreta igual que vos, no tiene la bola de cristal para intervenir tu mente y descubrir cuál es tu real comunicación. Al no comunicar, estás debilitando tu ser en lugar de de reforzarlo.

La segunda razón es la vergüenza

La segunda razón es la verguenza y por creer que si decido hablar puedo exponer al otro a una posición vergonzosa. Entonces callo para proteger al otro más que a mí mismo. Callo por compasión.

Los vínculos deben ser lo más sinceros posibles, no siempre vamos a recibir comentarios o críticas que nos gusten, pero muchas veces, si vienen de personas que nos aprecian o nos quieren ayudar, esas palabras nos vienen muy bien para poder a veces frenar, mirar, replantear otra perspectiva e incluso mejorar.

¿Por qué creés que podes exponer a otro con tu comunicación? Siempre podes elegir la forma y el lugar de comunicar, pero si no podes expresar tu sentir en un vínculo, trabajo, familia, pareja o incluso ante vos mismo, te estas convirtiendo en un estafador que por “temor” dice lo que los otros quieren escuchar.

Mecanismos de defensa

Estas rutinas funcionan como mecanismos de defensa. El pensar (lo que nos callamos) es una acción en sí misma, y como tal tiene consecuencias. La principal consecuencia es tu propia autodevaluación.

Si digo lo que pienso saldré lastimado, y si callo también. Entonces, si las dos opciones te sugieren dolor, ¿por qué no elegir la que más se asemeja a tu sentir? Además, la creencia de que hablando es posible salir lastimado es solo eso, una creencia.

Entonces te invito a que la cuestiones. Buscá en qué bases se sustentó, hurgá en qué situaciones se ratificó la misma, y cuestionate qué pasa si empezás a accionar desde la libre expresión y conexión con lo que sentís. Fijate cómo responde tu cuerpo cuando empezás a vivir sin cárceles mentales.

Podemos siempre encontrar una mejor forma de decir lo que pensamos, pero callar lo que sentimos NO ES UNA OPCIÓN.

Analizá e interpretá qué actitud estás tomando, agachar la cabeza es someterse a lo que sea que venga del afuera, es abandonarte a vos misma creyendo que no tenés ningún valor. La vida es un regalo, no un préstamo.

Por Celina Cocimano, coach ontológico y terapeuta emocional, autora de los libros "Despierta", "Diamantes" y “Rotas", @celinacocimano.

Más información en parati.com.ar

   

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