Qué es la diástasis abdominal, una enfermedad post embarazo muy frecuente - Revista Para Ti
 

Qué es la diástasis abdominal, una enfermedad post embarazo muy frecuente

panza chata después del embarazo
La diástasis abdominal es la afección más frecuente que impide recuperar un abdomen plano luego de los embarazos. Un especialista cuenta todo lo que tenés que saber de esta frecuente condición clínica.
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Recuperar la figura luego de los embarazos es uno de los grandes desafíos para muchas mujeres. En muchos casos, con constancia, buena alimentación y actividad física, se logra una buena recuperación. Pero existe también una afección muy frecuente que impide -en la mayoría de los casos- recuperar por estos medios un abdomen plano.

Esta condición se conoce como diástasis abdominal o diastasis de músculos rectos, una patología caracterizada por la separación de los músculos abdominales que se manifiesta con la protrusión permanente del abdomen y la aparición de un abombamiento de la línea media ante el esfuerzo.

Esta afección es producto de la distención permanente y sostenida del abdomen, siendo la causa más frecuente el embarazo, pero puede producirse también por aumento de peso y en algunas circunstancias de forma congénita.

Si bien muchas pacientes consultan por la imposibilidad de recuperar un abdomen plano, es importante destacar que la estética no es lo más importante, sino que el mal funcionamiento de la pared abdominal puede traer asociada complicaciones como alteraciones de la postura, distensión abdominal que se acentúa con el correr del día, dolores lumbares, contracturas musculares por compensación y falta de fuerza muscular abdominal.

La mayoría de las veces el diagnóstico se realiza junto a las ecografías obstétricas, pero el diagnóstico definitivo se realiza luego del parto y con el correr de los meses cuando empiezan las manifestaciones clínicas.

Cómo uno puede darse cuenta si tiene diástasis de rectos

En primer lugar, con el examen físico y la autoinspección corporal. En posición de pie, mirándose frente al espejo y de perfil, podrán notar que el abdomen adquiere una forma distendida (similar al embarazo) que comienza por debajo del esternón y se extiende a la totalidad del abdomen.

Cabe destacar que en algunos casos se produce por debajo del ombligo denotando una pequeña pancita compatible con un embarazo de pocas semanas.

Otra maniobra simple para el diagnóstico es recostarse boca arriba y hacer fuerza como para hacer abdominales (elevar la cabeza para mirarse la punta de los dedos o levantar ambas piernas en posición lineal).

Esta maniobra pondrá en tensión el abdomen y en caso de existir una diástasis, la línea media presentará como una “cresta” similar a una hernia. Esta protrusión es fácilmente depresible y al hacerlo se podrá hundir los dedos en la línea media sintiendo el borde de los músculos separados. Es importante destacar que esta patología suele estar acompañada por una debilidad generalizada de toda la pared abdominal que, en su conjunto, confunde con un “abdomen embarazado”.

Independientemente de las maniobras de autodiagnóstico, es importante la consulta médica ya que el examen físico podrá determinar la complejidad del cuadro clínico y con la ecografía abdominal de partes blandas, podrá determinarse el tamaño exacto de separación muscular, clave para el diseño de la cirugía de reparación.

Cómo se soluciona la diástasis

Existe mucha controversia respecto al tratamiento de esta afección ya que, en algunos casos, puede ser resuelta con ejercicio y rehabilitación kinesiológica, pero este no es el denominador común entre los pacientes afectados.

En muchas oportunidades se estigmatiza y/o culpa a los comprometidos adjudicando la enfermedad a una falta de voluntad personal por resolverla como si uno pudiese elegir cuando estar enfermo o cuando no, así como nadie puede elegir curarse o enfermarse de COVID, nadie puede elegir curarse o enfermarse de diástasis.

Como se menciona con anterioridad, algunos casos pueden beneficiarse con el uso de la faja postparto y la rehabilitación kinesiológica, pero la inmensa mayoría de pacientes requiere de una intervención quirúrgica para su resolución.

El tratamiento quirúrgico consiste en cerrar los músculos abdominales y darle tensión a la pared, esto no solo aplanará el abdomen, sino que devolverá la funcionalidad del mismo. Esta cirugía puede realizarse a través de una incisión en la pelvis cuya longitud dependerá de la habilidad del cirujano y de las características físicas de cada paciente pudiendo oscilar desde la longitud de una cesárea hasta la extensión completa de cresta pélvica a cresta pélvica.

En algunos casos y con profesionales entrenados en cirugía laparoscópica, el abordaje puede realizarse a través de tres pequeñas incisiones de 1 cm en la pelvis de manera tal de evitar la cicatriz horizontal.

Cuando esta intervención es realizada por un cirujano plástico entrenado en cirugía general puede asociarse a una cirugía completa del contorno corporal en la cual podrán incluirse procedimientos accesorios como lipoaspiraciones modeladoras, dermolipectomías para quitar los excesos de piel, marcación y afinamiento de la cintura y marcaciones de músculos abdominales.

Finalmente, cabe aclarar que cada paciente tiene su indicación y la consulta médica es la llave de inicio para la resolución de esta frecuente condición clínica.

Fuente: Dr. Juan Manuel di Diego. Cirujano Plástico (MN 103503), director Médico CRENYF y director de Publicaciones Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires.

Más información en parati.com.ar

   

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