Este viernes se llevó a cabo el tradicional Baile de la Rosa, la celebración que este año fue muy esperadas tras haberse cancelado en los dos años anteriores debido a la pandemia. En esta oportunidad, el baile creado por Grace Kelly y que se repite año tras año en memoria de la recordada madre de la princesa Carolina de Mónaco, contó con la participación de todos los integrantes de la familia real pero con una gran ausencia, la de Charlene y se llevó a cabo en el Sporting Club de Mónaco.

Alberto de Mónaco asistió junto a su hermana y una vez en la celebración, se encontró con sus sobrinos Charlotte, Alexandra, Pierre y Andrea Casiraghi, los cuatro hijos de Carolina, que estuvieron todos muy elegantes, acompañados por sus parejas.

Este año el Baile de la Rosa fue organizado por Christian Louboutin, el famoso diseñador de zapatos, bajo la temática "Vuelta a los años 20". El salón y las prendas de los invitados recrearon esa consigna, en un ambiente mágico pleno de glamour.



En cuanto a los looks, como era de esperarse Charlotte Casiraghi causó impacto con su belleza y su peinado. La princesa llevó un bob recogido que simulaba un corte de cabello y un vestido de Chanel, la casa que siempre la viste, de la colección primavera verano 2022. Se tataba de un dos piezas formado por top blanco tipo lencero con un lazo negro e incrustaciones y una falda terminada con flecos. Un clutch de Chanel, en negro, redondeaba el estilismo de Charlotte, quien asistió a la velada acompañada por su marido, Dimitri Rassam.

Quien captó la atención de fotógrafos fue la princesa Alexandra de Hannover, la hija menor de Carolina, quien asistió al baile con un diseño de Giambattista Valli con los colores de la bandera de Mónaco, rojo y blanco. Se trató de una creación de tul con escote en pico y una voluminosa falda. La hija de Ernesto de Hannover llevó el pelo recogido en un moño que dejaba al descubierto unos pendientes de diamantes, a juego con una gargantilla. Y estuvo siempre acompañada de su novio., Ben-Sylvester Strautmann.

Tatiana Santo Domingo, la esposa de Andrea Casiraghi, en tanto, llevó un vestido dorado repleto de lentejuelas de la firma británica Temperley London, que dejaba la espalda al aire. Tatiana llevó el pelo peinado hacia un lado y aros con diamantes.

En el caso de Beatrice Borrome, la esposa de Pierre Casiraghi, llevó un diseño gris sin mangas y cuello alto, con estampa de flores.

En el caso de la anfitriona, la princesa Carolina, llevó un vestido con print marrón combinado con chaqueta negra, bolso tipo pluma rosa y un collar largo.
