Vero Lozano y Donato de Santis coincidieron al usar un curioso pero lindísimo accesorio: una pulsera con una turquesa.
La turquesa se conoce como la piedra de la suerte y su nombre es árabe. Los turcos la llamaban talismán del jinete y se incrustaba en collares de oro, por este motivo, se ha convertido en una piedra esencial para los viajeros que quieren atraer la buena suerte. Tanto es asi que aseguran que Cristobal Colón no salía de su casa sin su turquesa. Como se relaciona con la protección, la turquesa se ha usado como amuleto desde hace siglos.
La piedra que potencia el amor
Por otra parte, es una piedra asociada a las relaciones de pareja: aseguran que fusiona almas, cambiando de color a medida que el amor se acaba o si se da una infidelidad.
También están aquellos que le atribuyen propiedades de sanación y aseguran que beneficia tanto al cuerpo como al espíritu. Se dice que fomenta la sintonía en el campo del alma y mejor la comunicación con el mundo físico: algunos dicen que potencia la intuición, sobre todo si se usa el chacra de la garganta. En teoría logra liberar inhibiciones favorece la purificación.
Otros beneficios de la turquesa
Se asegura que proporciona calma interna, reduce los efectos de la depresión, la ansiedad y el estrés. Por ello, muchas personas aseguran que la turquesa cambia de color según el estado de ánimo del portador.