En una nueva y apasionante gala de eliminación, Agustín quedó eliminado para la sorpresa de sus compañeros. Con un 76,47 % de los votos positivos, el público decidió dejar afuera al "León", tal como él mismo se había apodado.
El primer salvado fue Marcos, que se posiciona como uno de los favoritos del reality gracias a su bajo perfil y su personalidad conciliadora ante los dramas. Con un 1,08 %, se convirtió en el porcentaje recibido más bajo de la noche y, por ende, logró quedarse.
En segundo lugar, Julieta fue la que recibió menos votos con un 5,78%, siendo la primera vez que va a la placa de nominados. Minutos más tarde, Romina fue la tercera en salvarse de la expulsión. Con un 6,42 %, la ex diputada logró así sortear su primera placa.
Finalmente, Nacho pudo salir ileso de otra nueva nominación, recibiendo sólo el 23,53 %. Tras su salida, Agustín se mostró sorprendido frente a esta definición pero no quiso bajar los brazos o demostrar debilidad. "Anticipaba que podía salir esta semana", expresó, en diálogo con Santiago del Moro.
Pero eso no fue todo, ya que el conductor le consultó si creía que tenía la ventaja para poder volver, a lo que el ex participante respondió de forma afirmativa. "A elaborar nuevas estrategias, nuevos movimientos y a laburar con mucha más fuerza", indicó.
Durante su llegada a Gran Hermano, Agustín se definía como un perfecto estratega y analista del juego. "Voy a tratar de unirme a la mesa de campeones. Soy muy observador y analítico, pero mi debilidad es que soy muy egocéntrico", había expresado, dejando caer su debilidad por peso propio.
