En quinto piso de un departamento sin ascensor, Anna Sorokin, la joven que se hizo famosa por estafar a gran escala a la alta sociedad norteamericana haciéndose pasar por una heredera, dio su primera entrevista tras dejar la cárcel. Se la concedió al New York Times. Esta mujer que inspiró la serie furor de Netflix "Inventando a Anna", lleva un monitor en su tobillo porque ahora debe cumplir arresto domiciliario.
Por años, ella usó el nombre ficticio de Anna Delvey para persuadir a los miembros de la élite de Manhattan para que invirtieran en un club de arte solo para miembros que lleva su nombre, mientras usaba los fondos obtenidos de forma ilícita para pagar el mismo estilo de vida de lujo.
En 2019, un jurado de Manhattan la condenó por una variedad de delitos financieros , incluido hurto mayor y robo de al menos un vuelo en un avión privado. Después de completar su sentencia penal en febrero de 2021, fue liberada durante seis semanas antes de ser detenida por las autoridades de inmigración durante 18 meses por quedarse más tiempo que su visa.
El juez Charles R. Conroy de la corte federal de inmigración dictaminó que ella ya no era un peligro para la comunidad, siempre que permanezca en arresto domiciliario, use un tobillo y se mantenga alejada de las redes sociales. Fue liberada del Centro Correccional del Condado de Orange en Goshen, de Nueva York, el viernes por la tarde.
"Estoy realmente feliz. Nada estaba garantizado. Negaron la libertad bajo fianza antes. Fue un ejercicio de perseverancia. Muchos abogados de inmigración me dijeron que me deportarían a Marte antes de irme a Nueva York. Y solo tenía que encontrar a la persona que se alinearía con mi visión, no aceptar un “no” como respuesta y hacer que sucediera", fue lo primero que respondió cuando le preguntaron cómo se sentía.
Sorokin, una inmigrante rusa, fingió ser una heredera alemana y estafó a la élite de Nueva York en más de 200.000 dólares. "Podría haberme ido, pero elegí no hacerlo porque estoy tratando de arreglar lo que hice mal. Tengo tanta historia en Nueva York y sentí que si estuviera en Europa, estaría huyendo de algo. Pero si la cárcel no prueba que la gente está equivocada, ¿entonces qué lo hará?", planteó cuando le preguntaron porque no había pedido la deportación a su lugar de origen.
"Definitivamente tengo una perspectiva muy diferente ahora que cuando salí por primera vez en febrero pasado. Es simplemente imposible haber pasado por lo que he pasado sin cambiar. Aprendí mucho estando en la cárcel. Hay un arco muy bien documentado sobre cómo me he sentido acerca de todo. No estaría bien si tuviera que cambiarme un día. Eso sería muy falso. es un proceso. Me arrepiento de cómo se desarrollaron las cosas. La forma en que he tratado de ver mi experiencia es aprender de ella: quien soy hoy se debe a las decisiones que tomé en el pasado", aseguró.
"¿Cómo planeas mantenerte en el futuro?", quiso saber el periodista. "No he descifrado toda mi vida en dos días. Pero me las arreglé para hacer algo con mi vida mientras estaba en la cárcel, así que supongo que esto será un poco más fácil", respondió. Agregó: "Tengo tantos proyectos en los que estoy trabajando. El arte es definitivamente uno de ellos".
Adelantó que está trabajando en su propio podcast con diferentes invitados para cada episodio. "Fue bastante difícil grabar algo de alta calidad desde la cárcel. Y luego está mi libro. Me encantaría hacer algo con la reforma de la justicia penal para resaltar las luchas de otras niñas", comentó.
También habló de sus padres. "Ellos son bastante sarcásticos. Son como, "Bueno, ¿cuántos años más vas a estar en la cárcel?" Pero aceptaron que esto es lo que quiero. No estoy eligiendo un camino cuestionable, en realidad estoy tratando de mejorar y aprender, y espero que entiendan y respeten mis elecciones. Hablo con ellos cada dos días", dijo.
"Estoy muy, muy feliz por quedarme en Nueva York. Eso es exactamente lo que quería. Solo espero obtener más libertad eventualmente", cerró.
