Hasta hace poco, la China Suárez vivía en una imponente casa ubicada en una zona exclusiva del Gran Buenos Aires. Allí compartió momentos con sus hijos y fue escenario de numerosas producciones que mostraban su día a día en redes sociales. Sin embargo, tras el comienzo de su relación con Mauro Icardi y un cambio de vida, la actriz puso la propiedad en venta y se despidió de esa etapa.


La noticia generó revuelo y volvió a poner sobre la mesa una inquietud cada vez más común: ¿cómo es vivir en la casa que antes fue de un famoso?
El encanto (y la presión) de vivir en una casa con historia
Habitar un lugar que perteneció a un famoso puede resultar tan fascinante como desafiante. Por un lado, hay una mística innegable: las personas sienten que heredan un pedacito de la vida del personaje público que vivió ahí. El diseño, los ambientes y hasta los detalles cotidianos como el jardín o la decoración original pueden convertirse en una experiencia sensorial y emocional.

Pero no todo es idílico. Quienes compran casas de famosos también deben lidiar con ciertas desventajas:
- Atención mediática: En algunos casos, la vivienda sigue siendo un punto de interés para la prensa o los fans. Las visitas inesperadas o las fotos tomadas desde la vereda pueden alterar la intimidad.
- Mantenimiento especial: Algunas propiedades tienen estructuras complejas o fueron adaptadas a los gustos del famoso, lo que puede encarecer su conservación.
- Adaptación emocional: La sensación de “estar viviendo la vida de otro” puede jugar a favor o en contra, y no todos logran conectarse con la energía del lugar.
De castillos a hoteles: historias reales de casas con pasado famoso
El fenómeno no es exclusivo de Argentina. A nivel internacional, hay ejemplos de personas que decidieron habitar casas de celebridades y vivir su historia:
- Dominic West y Catherine Fitzgerald: El actor restauró un antiguo castillo en Irlanda que pertenecía a la familia de su esposa y se casaron allí.
- Kathy Hilton: Durante nueve años, la madre de Paris Hilton vivió junto a su familia en la suite 30H del hotel Waldorf Astoria en Nueva York.
- Courteney Cox: Vendió su casa tras vivir experiencias paranormales. Otras, como Octavia Spencer, aceptaron convivir con fantasmas.
- La Casa del Actor en México: Alberga a artistas en situación vulnerable, algunos de los cuales han habitado propiedades célebres.
Y hay quienes ni siquiera viven allí, pero las visitan con fervor. Es el caso de la casa de Mi pobre angelito en Chicago. Según contó el antiguo propietario, su familia recibía visitas constantes de curiosos que querían sacarse fotos frente al icónico hogar de Kevin McCallister. “Era como vivir en una postal”, aseguró.
¿Por qué elegimos vivir en casas de famosos?
Las motivaciones pueden ser muy diversas: desde la admiración por una figura pública, hasta la búsqueda de un hogar con diseño único, buena ubicación o simplemente con historia. En algunos casos, el atractivo está en los detalles arquitectónicos. En otros, en el deseo de sentir un poco del glamour o la intimidad de quienes fueron protagonistas de la cultura popular.
Lo cierto es que este tipo de propiedades generan un interés que no pasa desapercibido. Tanto es así, que existen programas que recorren casas de películas y series famosas, como las de Breaking Bad o Los Soprano, revelando quiénes viven allí hoy.
En conclusión, vivir en la casa de un famoso, como la que fue de la China Suárez, puede ser una experiencia única: llena de simbolismo, encanto y también ciertos desafíos. Como toda elección de vivienda, requiere sintonizar con lo que ese espacio representa, y estar dispuestos a lidiar con lo que trae consigo una casa con historia pública.
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