Cerca de la 1 de la madrugada del 31 de agosto de 1997 las agencias de noticias del mundo no daban crédito a la información que recibían: había ocurrido un grave accidente de tránsito en un túnel de París en el que Diana Spencer había resultado gravemente herida y su pareja, el empresario Dodi Al Fayed había muerto en el acto.
Horas después, en el hospital de Pitié-Salpêtrière, las graves heridas que había recibido en el impacto terminaron con el hilo de vida que le quedaba a la ex Princesa de Gales. El mundo estaba en shock y no terminaba de darle crédito a la noticia: la Princesa del Pueblo había muerto.
A casi 26 años de aquella fatídica madrugada, recordamos una de las entrevistas más crudas que se dieron contando los detalles del suceso, por parte del bombero que estuvo a cargo del operativo de rescate y que atendió a Lady Di... sin saber quién era.
El periódico The Sun entrevistó a Xavier Gourmelon y este fue su relato.
Los momentos posteriores al choque
Cerca de la una de la madrugada entró una llamada en el cuartel de bomberos a cargo de Xavier Gourmelon, quien era el oficial a cargo del servicio de emergencias aquella noche.
Se reportó un choque grave en el Túnel del Alma, en París (una de las escenas que ya se rodó y que se verá en la próxima temporada de The Crown), al que rápidamente acudió el equipo.
Según describió el bombero, la escena con la que se encontró era así: "El auto estaba hecho un desastre y los rescatamos como cualquier accidente de carretera. Nos pusimos manos a la obra para ver quién necesitaba ayuda y quién estaba vivo".
En ese instante, analizó la situación para brindar la máxima ayuda posible, dentro del cuadro. "Para mí era uno de los tantos accidentes que atendíamos como servicio de emergencia, con las causas habituales: velocidad y un conductor ebrio”, continuó.
Luego de darse cuenta de no había nada que hacer con el conductor (Henri Paul), el bombero dijo: "Cuando llegué al auto, pude ver que el conductor ya estaba muerto y no había nada que se pudiera hacer por él".
Desafortunadamente, Dodi -Al-Fayed, quien ocupaba el asiento trasero de la limusina- también había muerto, tras sufrir un infarto, poco después del impacto.
Los oficiales lo sacaron del vehículo, los paramédicos mencionaron su hora de muerte. Luego, vieron que el guardaespaldas Trevor Rees-Jones tenía esperanzas de sobrevivir pese a sus visibles heridas.
Pese a todo, estaba consciente y sumamente preocupado por Diana, describe Gourmelon: "Seguía preguntando por la princesa, diciendo: '¿Dónde está ella? ¿Dónde está ella?'".
“Pero mi equipo le dijo que mantuviera la calma y no hablara. Le dije que ninguno de mis hombres hablaba inglés, por lo que era mejor que se quedara quieto y no se moviera. Le dije que no se preocupara, estábamos cuidando de todos”, agregó.
Qué pasó cuando encontró a Diana
Según cuenta, Gourmelon todavía no tenía idea de que la "mujer rubia" que yacía en el vehículo accidentado era Lady Di. Su cuerpo estaba tendido en el suelo en el asiento trasero del coche. Dijo que estaba consciente y con los ojos abiertos, por lo que "tuvo la sensación" de que estaría bien, después de todo.
Según los informes, Diana también pudo hacer algunos pequeños movimientos. Pero a pesar de su estado, los segundos cruciales pasaban y necesitaba ser trasladada a un hospital de inmediato.
En ese momento le dio oxígeno, mientras ella le tomó la mano. Con cuidado, se preparaba para sacarla de la limusina. “Le di algo de oxígeno, y mi equipo y yo nos quedamos a su lado mientras la sacaban del auto. Fue muy rápido porque no tuvimos que sacar ninguno de los escombros".
Aparentemente en estado de shock por el accidente y el auto destrozado, Gourmelon dijo que Lady Di susurró: "Dios mío, ¿qué pasó?".
Luego, recordó que: "Cuando la metieron en la ambulancia, recién ahí uno de los paramédicos me dijo quién era".
Oficialmente, los informes indicaron que Diana viajaba en el asiento trasero derecho en el momento del accidente y, si bien no tenía lesiones graves visibles, internamente sucedía otra cosa: por eso es que, en el momento en el que estaban ubicándola en la camilla, sufrió un paro cardíaco.
“Le di un masaje en el corazón y unos segundos después empezó a respirar de nuevo. Fue un alivio, por supuesto, porque como socorrista quieres salvar vidas, y eso es lo que pensé que había logrado", dijo Gourmelon.
En apariencia, solo había sufrido una lesión menor en el hombro derecho por lo que el equipo de socorristas creía que sobreviviría. Superado el infarto, Diana parecía estable e iba en camino a recibir la mejor atención en el Hospital Pitié-Salpétrière.
Se hizo todo lo posible
Poco después de las 2 de la madrugada, la ambulancia llegó al hospital y Diana fue ingresada de inmediato en el quirófano. Los médicos hicieron todo lo posible por curar sus heridas internas y lucharon por su vida.
Sus heridas eran muy severas. Durante la cirugía, la Princesa tuvo que ser revivida varias veces y terminó, finalmente, no pudiendo recuperarse. La herida letal había sido una rotura en un vaso sanguíneo cerca de su corazón, revelarían más tarde las autoridades. El daño fue discreto pero extenso.
Un secreto guardado durante 20 años
El relato de Xavier Gourmelon se reveló 20 años después del accidente de Lady Di, cuando se decidió a contar los detalles de aquella trágica noche a The Sun.
Recién cuando dejó de ser parte del servicio de bomberos, el hombre que fue testigo de las últimas palabras de la Princesa de Gales, se atrevió a dar a conocer lo que vivió aquel 31 de agosto de 1997. "Todavía puedo imaginarme toda la escena. Es algo que nunca olvidaré y en lo que siempre pienso en esta época del año".
