Las Trillizas de Oro compartieron con sus seguidores de Instagram el saludo muy especial que le dedicaron a Julio Iglesias en el cumpleaños número 80 del cantante español.
María Emilia, María Laura y María Eugenia, quienes durante dos años fueron coristas de Iglesias en una gira mundial que las llevó a cantar en los escenarios mas importantes del mundo como el Madison Square Garden, se refirieron al cantante como "real seductor" en su publicación.
"Qué lindo haber compartido tantos escenarios, tantas galas, tantos conciertos y tantas anécdotas 🎶", comenzaron expresando en la cuenta que las hermanas manejan en conjunto.
"Gran artista, compañero, compinche y caballero… feliz cumpleaños @julioiglesias, un real seductor jaaa", agregaron, riéndose de los rumores que hablan de un posible amorío del cantante español con María Laura, la trilliza de la cual -dicen- se habría enamorado.
"En el escenario, yo le daba una rosa, él me la tiraba a mí... Era como un enamoramiento, no un levante, porque él no lo podía hacer, y la edad en esa época era una gran diferencia", contó la trilliza en el programa PH Podemos Hablar acerca del rumor, retomado en un libro por el ex mánager del cantante, Alfredo Fraile.
Según Fraile, pese a que Paulina y Oscar, los papás de las trillizas, las cuidaron de cerca en todo momento, no pudieron evitar que el fogoso Julio posara su mirada en una de ellas.
En el libro no se menciona quién de las tres hermanas era la elegida por Julio, aunque pudieron deducir de quién se trataba, ya que María Emilia en ese momento estaba de novia. Quedaban dos, y en el libro Fraile dice que "ella sabe quién es".
Cuando María Laura leyó eso, explicó: "Pensé en todas las rosas, en todo lo que me decía, que me decía de ponerme a su lado cuando viajábamos en el auto... atrás iban las chicas, por supuesto".
La trilliza explicó que "nunca tuvo nada" con el cantante, quien siempre se mostró respetuoso tanto con ella, como con sus hermanas. "Si había alguna mujer que se le tirara encima, eso era consensuado", afirmó María Laura, mientras sus hermanas recordaban el obsequio que les hizo cuando cumplieron la mayoría de edad.
"Era un maestro. Este señor sigue siendo un genio", arrancó María Emilia. Entonces, María Eugenia acotó: "No tenía ego. Vos veías lo que era la gente con él y él con la gente, y era maravilloso".
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