La Iglesia Católica atraviesa un momento histórico. Tras la muerte del papa Francisco después de 12 años al frente del Vaticano, comienza la cuenta regresiva hacia la elección de su sucesor. Será el 267° papa de la historia, y aunque las especulaciones ya empezaron, los especialistas coinciden: esta vez es casi imposible anticipar un nombre.

Según fuentes vaticanas, el cónclave, esa reunión secreta de cardenales de todo el mundo encargada de elegir al próximo pontífice, se celebrará entre 15 y 20 días después del fallecimiento de Francisco, una vez concluidos los tradicionales nueve días de luto (Novendiale) y su funeral en la Basílica de San Pedro.
Mirá También

Así fueron las últimas horas del papa Francisco: cómo fueron sus momentos finales y de qué murió
Para ser elegido, el futuro Papa deberá contar con al menos dos tercios de los votos del colegio de cardenales electores, compuesto por aquellos que no superen los 80 años al momento del cónclave. En total, hay cerca de 140 cardenales elegibles, pero en la práctica son pocos los considerados realmente papables, como se denomina en la jerga vaticana a los que tienen posibilidades reales.
Kathleen Sprows Cummings, profesora de Historia en la Universidad de Notre Dame y referente en estudios sobre la Iglesia Católica, le explicó a la revista People: “Papable es aquel que está en el radar para convertirse en Papa. Hoy podría decirse que hay una lista corta de unos 15 nombres”, aunque aclara que no existe un listado oficial y todo puede cambiar dentro de la Capilla Sixtina.
Entre los nombres que comenzaron a circular en las últimas horas figuran el cardenal Luis Tagle de Filipinas, el italiano Pietro Parolin, el cardenal Robert Sarah de Guinea y el francés Jean-Marc Aveline. Sin embargo, la tradición demuestra que hasta el último momento el resultado es impredecible: ni Benedicto XVI ni Francisco figuraban entre los favoritos en sus respectivas elecciones.
La particularidad de esta elección radica en que Francisco nombró a cerca del 80% de los actuales cardenales votantes, según detalla Bill Cavanaugh, teólogo y profesor de Estudios Católicos en la Universidad DePaul para la revista People: “Lo hizo de manera inédita, eligiendo cardenales de regiones periféricas como Mongolia y la República Centroafricana, lo que complejiza las alianzas previas”, explica.
Este factor no solo diversifica el perfil del colegio cardenalicio, sino que también dificulta prever acuerdos y consensos: “Muchos de ellos no se conocen personalmente y tampoco hay un claro favorito”, destaca Cavanaugh.
Ambos expertos coinciden en que la influencia de Francisco perdurará en la elección, ya que buena parte de los votantes comparten su visión reformista y su apuesta por una Iglesia más cercana a los márgenes. Por ahora, el Vaticano guarda silencio y, como ocurrió con la elección de Francisco en 2013, todo puede resolverse de forma sorpresiva.
Suscribite al newsletter de Para Ti
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti cada semana en tu mail con las últimas tendencias y todo lo que te interesa, completá los siguientes datos: