Es en pleno verano cuando el crespón, uno de los árboles más lindos y emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, produce una impactante floración digna de admirar y de fotografiar.
Son sus flores fucsias, violetas, lilas, rosas y blancas las reinas del espectáculo, y también las responsables de su popular nombre ya que se asemejan mucho a pequeñas pirámides de papel crepé con bordes ondulados.
Su corteza es lisa y en invierno, cuando el árbol no tiene hojas, adquiere una tonalidad rosada y marrón, convirtiéndolo en un árbol con un alto valor decorativo también en los días más fríos del año.
"Si tienen la posibilidad de plantar un crespón en sus casas no lo duden. Realmente todo lo hace más bello", asegura en su cuenta de Instagram la influencer de deco & lifestyle Ani Clement (@aniclement) junto a un carrete con imágenes divinas de su jardín inundado de fucsia gracias al crespón.
A pesar de que nadie sabe con exactitud cuando fue que llegaron los primeros ejemplares de crespones al país, en los últimos años empezó a incluirse en el arbolado urbano y se lo puede ver conquistando veredas de barrios y por supuesto hogares.
Ficha técnica
Nombre científico: Lagerstroemia
Origen: chino
Altura: entre 8 a 10 mts al cabo de unos 10 años. Crecimiento mediano.
Ubicación: exteriores a pleno sol o con sombra parcial
Luz: zona luminosa
Temperatura: prefiere las más cálidas y tolera medianamente el frío (las heladas pueden impedir su floración)
Riegos: regulares (especialmente los dos primeros años)
Sustrato: muy bien drenado y fértil