#HistoriasDeCemento: Casa "La Ruchi", la casona frente al río Luján de estilo pintoresquista en la que vivió un icónico constructor de residencias en Tigre - Revista Para Ti
 

#HistoriasDeCemento: Casa "La Ruchi", la casona frente al río Luján de estilo pintoresquista en la que vivió un icónico constructor de residencias en Tigre

En esta nueva edición de #HistoriasDeCemento, Silvina Gerard nos invita a recorrer y conocer la historia de Casa "La Ruchi", la residencia de Stefano Tomatis, constructor de casas históricas de Tigre.
Deco
Deco

"Los ríos arrastran con sus aguas la historia y la vida de los pueblos".
Isidoro Ruiz Moreno.

Las casas guardan tantas anécdotas que se pierden en el tiempo. Pero los objetos que las habitan disparan emociones que como remos irrumpen en la corriente de la vida para arrastrar lo importante, la historia.

La sociedad porteña encontraba en Tigre un espacio de reunión y esparcimiento tanto en clubes de regatas como en recreos y construyeron grandes residencias particulares para la reunión familiar. Aquellos apreciaron el paisaje, vieron esa identidad urbana tan singular que lo transforma en un suburbio de naturaleza salvaje al noreste de la Capital Federal.

Y la firma "Stefano Tomatis y Fratello Constructora" ocupó un lugar de renombre por su actividad en la zona de Tigre a partir de 1887.

Stefano y Antonio eran italianos constructores que traen de su tierra el arte de edificar. Asociados a los arquitectos Paul Pater y Louis Dubois, levantaron, por ejemplo, el Tigre Club y la Municipalidad, escuelas, casas particulares y residencias de verano, obras que marcan una época de pujante crecimiento.

Dicen que aquí los hermanos Stefano y Antonio eligieron un lugar para su descanso y en 1893 construyen la Residencia Tomatis.

Frente al río Luján y bendecidos por la brisa costera, pasaron largos años allí a puertas abiertas en una época en la que los vecinos se hacían familia.

La casona de más de 400 metros cuadrados de tipología en forma de "H" alojaría a la familia Tomatis.

Al ingreso, cinco escalones de fino mármol nos llevan a una gran galería de acceso donde cuelga un bello bordado de la bandera argentina sobre la puerta doble hoja. La casa está distribuida en dos amplias plantas, incluye un enorme jardín al fondo con una piscina y quincho abrazado por vegetación que cambia de colores al ritmo de cada luna.

Un pequeño, Jorge Escauriza vivía en el barrio "El Churrasco" cerca de la aduana, llamado así por la casa de Doña Rosa Zamora, una posta de carretas famosa por los churrascos que ahí se asaban.

Años más tarde, el padre de Jorge trabaja en un corralón, lindero a la casa de los Tomatis, compartiendo esas veredas húmedas de la costa del río y el bullicio del agua meciendo las barcazas a leña que, para aquellos años, eran un devenir constante de transporte de mercadería y productos de las islas.

Salvador Russo, el italiano abuelo materno de Jorge y contratista de los Tomatis, fue un artesano frentista en las viejas construcciones de Tigre, incluida la fachada de la residencia.

Cuentan que cada vez que pasaba frente a la casa recordaba la difícil tarea de construir a mano el alero de la entrada. La losa de planta baja es de bovedilla de ladrillo y perfiles de hierro. La estructura del techo, con tirantes de madera y teja francesa. Presenta algunas características del estilo pintoresquista.

Los aleros en las ventanas en forma "bombé" no aparecen en el plano por lo que se supone se agregaron posteriormente.

El gallinero, sí. Único y pintoresco, tiene ocho gallinas que riñen sólo con las palomas, entrometidas vecinas. Allí una armadura de caballero custodia el ingreso junto al nogal y el limonero.

Serán ellas, las gallinas (cada una tienen nombre) ícono de la casa. Están bordadas en servilletas, repasadores y manteles, imágenes en serigrafías sobre almohadones que lucen los sillones del estar.

Jorge era pequeño cuando escuchó la promesa de Alejandro Tomatis, el hijo de Don Antonio que le declaró: "algún día vas a comprar mi casa".

Pasaron muchos años y, a pesar de las crisis económicas que castigaron los sueños del país, y también los sueños de Jorge, reflota la promesa por cumplir.

Alejandro y su esposa quedaron solos y se mudan casi a la esquina de la misma cuadra. Allí, frente al ventanal pasaban sus tardes viendo el vaivén del tránsito fluvial frente a la estación de lanchas, hasta el último día de sus vidas. Jorge compra la casa en 1978 y se instala allí gracias a la promesa firme de su vecino, ya familia.

Jorge Escauriza y su esposa Dora comienzan una historia que la completan tres hijas mujeres. Alejandra, una de ellas, es quien se ocupa de abrir la residencia Tomatis, llamada Casa "La Ruchi" (nombre que tenía una placa y quisieron conservar) para alojar huéspedes con la modalidad "Bed & Breakfast".

Jorge Escauriza y su esposa Dora.

Alejandra me cuenta que viajando por Europa, llamó su atención que algunas casas tenían un cartel B&B que luego conocería como el alojamiento que se caracteriza por funcionar dentro de casas de familia.

Allí, los huéspedes pasan la noche en alguna de sus habitaciones y, a la mañana siguiente comparten el desayuno casero preparado por los anfitriones.

Ese viaje marcaría el proyecto que cada amanecer encuentra a Alejandra amasando sus ya conocidos scones, panes y mermeladas caseras de los frutos de estación. Sus huéspedes conocen las mesadas de mármol que guardan bollos por levar y aromas del horno tibio para el desayuno.

Jorge, con 86 años ordena los recuerdos que lo transportan a fiestas y reuniones de muchachos. Me cuenta sobre las barcas a leña, las crecidas del río y hasta sus épocas en un auto de carreras.

Desvergonzada, mi desfachatez me empuja por la espalda para agregar que también las casas, como los ríos, arrastran historias que las vuelven vivas y sonoras con el ir y venir de sus presencias.

Y me quedo en silencio cerrando esta historia cuando Jorge asegura "para mí no pasan los años, yo paso entre ellos".

Texto: Silvina Gerard @silvina_en_casapines.

Fotos: gentileza @casaruchi1893 y Silvina.

Más información en parati.com.ar

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig