Hay una muestra de Irina Kirchuk. Y en la primera hora del primer día de “Arte—facto” en Satsch Gallery -hasta el 30 de julio- ella misma la muestra, la recorre, la cuenta, y recrea el proceso de ideación y producción de sus piezas como si las estuviera volviendo a hacer.
Desde la lámpara de pie “triplexa cítrica” hecha con semicírculos Modulor al asiento “trono” alto de hierro con respaldo monumental, pasando -y siguiendo la flecha- por la banqueta “flechazo” amarilla esmaltada con ruedas, Irina exhibe sus 12 más recientes y únicas piezas de contemplación y acción.

Todas “hacen algo” -son útiles, funcionan- y todas provocan un estado de contemplación refleja.
“Dispositivos que tensionan la frontera entre la utilidad y la ficción -describe su doble vida el texto curatorial de Satsch Gallery, dirigida por Sandra Hillar y Wustavo Quiroga- La muestra indaga el ´borde inestable´ entre objeto y obra, desafiando las nociones clásicas de diseño y escultura”.
Arte-Facto: cómo son los 12 objetos de diseño funcionales de Irina Kirchuk

Irina Kirchuk (Buenos Aires, 1983) -graduada de escultora en la UNA Universidad Nacional de Arte- las cuenta y define como esculturas (Arte) y las describe como objetos funcionales (Facto).
En su primera colección de piezas mixtas que combinan y fusionan arte y utilidad, industria y artesanía, forma y función se destacan las luminarias.


Además de lámpara de pie de espíritu pop -son tres “rodajas” que giran alrededor de un pie evocando las luces del día-; Irina Kirchuk diseñó una lámpara colgante “pulpo atómico” de esferas de vidrio orbitando en diferentes alturas.
La lámpara “submarinus” basada en tubos de ventilación, con referencias a las fases lunares y pintada en un alucinante degradado de lilas, morados y violetas, reina en la sala, y la fabulosa lámpara de pie “triple cónica”, eleva tres conos esmaltados capaces de convertir cada haz de luz en una estructura tangible.
Irina disfruta de explicar paso a paso -placa por placa- como construyó el mural “marítima” de tejas metálicas -también iluminado-; la persiana divisor “voyeristas” con burbujas acrílicas que parecen detener el momento; y el biombo “polarizado” en el que se detectan posmo protectores para monitores.
"Pulpo atómico" Lámpara triple cónica

A continuación, el párrafo aparte para los “arte–factos” más extraños de Kirchuk en la galería Satsch de diseños coleccionables: una mesa “centrífuga” de discos acrílicos superpuestos que contienen pop/esponjas de colores estridentes y un pequeño tacho de basura “arturito” que aprovecha la inestabilidad y subversión de los usos y las cosas para percibirse como un personaje… de Star Wars.


“Cada objeto es una hipótesis de acción: recuerda su función original, pero no obedece”, señalan los curadores y anfitriones del lugar para ver a Irina Kirchuk en la galería con su colección fantástica de luminarias + objetos funcionales y decorativos = esculturas.



Las visitas son de martes a sábado, de 14 a 18 horas, en Satsch Gallery, Juez Tedin 2914. Palermo Chico, Ciudad de Buenos Aires. Entrada libre y gratuita.
La temporada pasada Satsch Gallery presentó "Hiperpintura", una fascinante línea de muebles experimentales de Grupo Bondi.
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Irina Kirchuk es egresada de la UNA y participó en programas de la Universidad Di Tella y el Centro de Investigaciones Artísticas.
Exhibió en instituciones como el National Museum of Women in the Arts (Washington DC), Museo MALBA y 11ª Bienal de Lyon, entre otras. También fue reconocida con becas y premios, como la Civitella Ranieri Visual Arts Fellowship (2023) y el Premio Konex (2022).