El pasado 15 de mayo fue el Día Internacional de la Familia; el 1ro. de junio fue el Día Mundial de la Infancia y el 4 de Junio es el Día Internacional de niños Víctimas Inocentes de Agresión. Dichas efemérides me invitaron a reflexionar sobre un tema del que mucha gente habla pero nadie conoce en profundidad.
En los últimos años he conocido a varias personas de ambos sexos, que no están pudiendo ver a sus hijos. A raíz de esta lamentable situación que viven grandes y chicos, surge mi interés en esta temática tan compleja de abordar y analizar.
Este impedimento vincular aparece cuando la pareja decide separarse y uno de ellos empieza una guerra contra el otro usando a los hijos como rehenes para vengarse o dañar a su ex.
Para Ti consultó a varios profesionales que conocen sobre dicha problemática en Argentina.
La licenciada en psicología Andrea Vega nos explica: "Hay progenitores con rasgos psicopáticos (no significa que el progenitor sea un psicópata); entonces los niños quedan como objetos de puja entre los intereses de los padres. Se pierde la función parental porque el hijo es instrumento para la venganza. Por otro lado, hay madres/padres manipuladores que existen desde siempre, es decir, están conviviendo todos bajo el mismo techo. Los manipuladores llevan a sus hijos hacia su propio terreno y tanto hijo como pareja se convierten en rehenes de las relaciones tóxicas. Hoy en día hubo un aumento de la judicialización de los conflictos familiares que nos muestran estos procesos de divorcio y/o separación. La figura del mediador a veces viene a ordenar en casos donde alguno o ambos padres tienen características psicopáticas y rescatan al niño como sujeto de derechos".
Las consecuencias de dichos procesos conflictivos no se pueden vislumbrar en forma inmediata porque el niño se convertirá en adulto y es producto de varios condicionantes para construir su identidad.
La licenciada Vega agrega: "Según mi experiencia, observo en forma frecuente el sentimiento de desconfianza y culpa que viven los menores respecto a su entorno socio familiar, así como el sentimiento de desprotección y rechazo, generando baja autoestima y conflictos en la interacción con las figuras de autoridad y/o pares".
Ya lo decía el antropólogo y psicólogo vienés David Steindl-Rast: "La dignidad humana sucede cuando un niño se siente parte de la familia. Amado incondicionalmente. Y el amor es afirmar la pertenencia".
Es muy necesario hoy, que la sociedad tome conciencia sobre la importancia de que todo niño tiene derecho a construir una identidad de la forma más saludable posible respetando su integridad física y mental. Lamentablemente, en muchos hogares esto no está sucediendo por diversas y complejas causas.
Asociaciones que trabajan con víctimas de la obstrucción parental
Pablo Mangiarotti, secretario general de la Asociación Infancia Compartida y la psicóloga María Rosa Ortega, que colabora en Contención y Salud Mental de la entidad, conversaron con Para Ti sobre Obstrucción Parental.
Ellos nos cuentan que en Argentina no existe una verdadera protección a la infancia judicializada. El nuevo Código Civil define los "Cuidados Personales" y deberían ser compartidos entre ambos progenitores. La realidad es muy distinta a lo que propone la Ley.
Mangiarotti cuenta: "Muchas de estas obstrucciones de vinculo son a raíz de denuncias falsas. Las partes denuncian sin aportar datos fehacientes del hecho denunciado, es decir, sin pruebas que puedan corroborar los hechos narrados. Entonces pasa un montón de tiempo, desde la denuncia hasta el final del litigio. En ese tiempo, uno de los progenitores, no puede ver a su hijo, hasta comprobarse su inocencia".
La mayoría de denuncias que recibe Infancia Compartida por el Impedimento del Vínculo proviene de progenitores masculinos aunque hay casos femeninos también: 4 de cada 10 progenitores obstruidos son mujeres."Nuestro Objetivo es que se desarrolle una Ley de Protección a la infancia Judicializada o bien protocolos de protección en ese ámbito", enfatiza Mangiarotti.
Ortega explica: "La función paterna es indispensable y fundamental porque presta modelos, identificaciones; ayuda a la salida cultural; es pluralizadora en el desarrollo emocional e intelectual de un niño; el padre no los deja caer, los cuida y los protege. Es el que aporta la fuerza física y mental cuando más lo necesitan sus hijos".
La lucha que tienen estos padres es diaria y su amor por sus hijos los sostienen en pie. Porque al ser tan lentos los procesos judiciales, solo deben tener paciencia y esperar.
El psicólogo Nelson Zicavo expresa: "Un progenitor que unilateralmente impide el vínculo entre el niño y el otro progenitor, ejerce abuso y vulnera sus derechos. Es maltrato".
Derechos de un niño de Padres Separados
Mangiarotti nos propone un lista de los derechos que todo hijo de padres separados debería tener:
1. Derecho a amar y ser amado por ambos padres sin sentir desaprobación ni culpa.
2. Derecho a estar protegido de la ira de cualquiera de los padres por el otro padre.
3. Derecho a ser mantenido fuera de las peleas parentales.
4. Derecho a no elegir bandos.
5. Derecho a no recibir quejas sobre el otro padre.
6. Derecho a no tener que elegir a un padre por sobre el otro.
7. Derecho a no cargar con los problemas emocionales de sus padres.
8. Derecho a saber de antemano sobre cambios importantes que pueden afectarle.
9. Derecho a manutención económica razonable durante su crecimiento y mientras asiste a la universidad
10. Derecho a expresar sus sentimientos y que ambos padres escuchen.
11. Derecho a tener una vida similar a la que hubiera tenido de no haber existido la separación
12. Derecho a ser un niño.
La Justicia Argentina y su trabajo en este campo
El abogado Martín Porcel, especializado en Derecho Penal y Familia, y en delitos sexuales derivados de cuestiones de familia, realizó un vivo con Infancia Compartida donde brindó información actual y abrió el espacio al debate y a la reflexión sobre lo que está sucediendo en Argentina en estos tiempos pandémicos tan especiales. Comparto un breve resumen de sus reflexiones:
"En Argentina no hay una Ley de Tenencia Compartida. El cuidado de los hijos se organiza entre los progenitores de mutuo acuerdo o mediante abogados de por medio. Lamentablemente hubo una epidemia de violencia familiar en todo el país como consecuencia de la pandemia que estamos atravesando", precisó.
"La Justicia siempre va a velar por la seguridad del niño/a en caso de una denuncia por abuso o maltrato físico y/o psicológico. En ese caso, la denuncia pasa a ser del ámbito penal", aclaró Porcel.
Y aseguró: "Desafortunadamente, los tiempos de la Justicia en los Juzgados de Familia son muy lentos por todos los procedimientos y/procesos que se llevan a cabo para corroborar si un menor de edad ha sufrido abuso o violencia por parte de alguno de sus progenitores. Cuando hay una denuncia, en seguida se separa al menor del progenitor denunciado, es decir, se crea el Impedimento del Vinculo. Luego, la justicia deberá expedirse sobre la culpabilidad o inocencia de la parte denunciada".
Porcel lamenta la inercia procesal porque los jueces, en su mayoría, no toman contacto con las partes en estos litigios de familia. Es muy necesario que el juez conozca de cerca qué está pasando con esos progenitores que deciden separarse, para saber si la denuncia que se hace es falsa o verdadera.
Además, señala: "Hay matrimonios que deben hacer terapia para que su hijo esté bien emocionalmente, estén juntos o separados. En CABA, por ejemplo, se tardan 8 meses a que se designe un asistente social en caso de conflictos conyugales. Lo penoso es que tanto la madre como el padre, muchas veces no reconocen que tienen problemas y no quieren hacer terapia psicológica. No les importa lo que provocan en sus hijos. El ideal es que los padres traten de criar a sus hijos juntos, intentando construir vínculos sanos y una familia fuerte. Aunque la realidad es otra en muchas casas", finaliza.
Cuando la lentitud de la Justicia provoca lo peor: el suicidio de un padre
En la redes sociales del Grupo Infancia Compartida hay un posteo sobre el suicidio de Guillermo Aguirre. Es de mayo de este año. Una hija adolescente en su cuenta de TikTok cuenta que esperaba verlo, ya que durante 3 años, sufrió su ausencia por la inacción del Juzgado de Familia. "La Justicia lenta no es Justicia Sr Juez", declara el sitio en IG.
Asimismo, el pasado 2 de julio, se recordó a Florentino Rodriguez en una marcha en Quilmes. Este padre se suicidó por no poder ver a su hijo. El menor había solicitado verlo en una entrevista judicial, tras uno de los varios impedimentos de contacto. La obstructora del vínculo había hecho lo mismo con su otro hijo de otro progenitor: en ambos casos impidió el vínculo a sus hijos con ambos padres. La justicia, una vez más ausente.
Ana Paula, 37 años, psicopedagoga, hace más de dos años que no puede ver a sus dos hijos. Ella decide irse de su hogar por conflictos sin solución con el padre de sus niños. Él desde adentro, empieza a hablarles mal de ella. Los chicos hoy no desean ver a su madre porque se “alinean” con el discurso de su progenitor masculino; repiten el relato de su padre. La Justicia aún no define ni ayuda a resolver la situación.
Mangiarotti escribe: "Resulta urgente interpelar el concepto de familia de estos juzgados. A ese concepto preguntamos y exigimos: ¿Cuánto vale un vínculo?; ¿Cuánto valen nuestros vínculos? Porque son nuestras familias las que están destruyendo con sus perezosas firmas, con las excusas burocráticas, con la falta de humanidad en cada fallo".
El libro "El Principito" de Saint Exupery nos recuerda que todas las personas mayores fueron niños al principio pero pocos lo recuerdan. Recordar nuestra propia niñez nos da esa sensibilidad que permite poner a los hijos primero.
Por último, hemos visto entrevistas con varios famosos donde han declarado que fueron víctimas de obstrucción del vínculo, porque no tuvieron contacto durante algún tiempo con uno de sus progenitores, cuando eran menores de edad. Las consecuencias de ese dolor son para toda la vida.
