Precio accesible, rapidez de montaje, sustentable y de moda a la par de las tiny houses. Por eso, las casas containers (hechas con contenedores marítimos) están de moda.
Desde fines de 2005, Ámsterdam cuenta con el barrio de casas contenedores más grande del mundo, llamado Keetwonen. Esto se expandió por todo el planeta y Argentina no fue la excepción. Este tipo de construcción, además, se usa mucho en lugares vacacionales reemplazando la tradicional vivienda prefabricada.
Es una una forma de construir más barata que la tradicional, mucho más rápida y además es ecológica: se hace con materiales reciclados y potencia la economía circular. Además se cree que su duración de vida útil es entre 50 a 80 años.
Al igual que todos los tipos de casas prefabricadas, su construcción es rápida y con ella se evita el desperdicio de materiales. Al ser piezas prefabricadas se reduce la mano de obra necesaria para montarlas, lo cual supone un ahorro en su costo.
Además son amigables con el medioambiente, pues no se trata de una alteración permanente y pueden ser reutilizables. Dependiendo del tipo de construcción, estos contenedores pueden moverse y ser adaptados a otro lugar.
Entre sus inconvenientes debemos tener en cuenta que se trata de espacios pequeños y estrechos. Para cumplir las normas de habitabilidad se necesitará la combinación de varios contenedores.
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