Por qué el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular - Revista Para Ti
 

Por qué el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular

Desde hace ya varias décadas, instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los organismos de cada país que tienen como objetivo cuidar la salud de la población hacen hincapié sobre la importancia de la actividad física diaria en la vida cotidiana.

Teniendo en cuenta que en Argentina, 4 de cada 10 personas no realizan la actividad física recomendada, desde el Hospital Británico queremos remarcar la importancia que tiene este aspecto de la vida en la salud de las personas.


Llamamos actividad física a cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía, lo que incluye al deporte y al ejercicio, pero también a las actividades diarias como subir escaleras, realizar tareas en el hogar o en el trabajo, trasladarse caminando o en bicicleta y las actividades recreativas.

Mantener el cuerpo activo siempre es un beneficio, más allá de las posibilidades y condiciones de cada persona, y el beneficio es aún mayor cuando este hábito es acompañado por una alimentación saludable y un buen descanso.


La lista de beneficios de realizar actividad física cada vez es más extensa: disminuye el riesgo de padecer hipertensión arterial, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y diabetes. Además, reduce el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer como el de mama y el de colon, y aleja a las personas de la posibilidad de ciertos trastornos en salud mental como la depresión.


En adultos mayores, la actividad física mejora el equilibrio, evitando las caídas, ayuda a fortalecer la salud ósea, evita la pérdida de la masa muscular que se produce a medida que envejecemos, y además es un determinante clave del gasto energético, por lo que ayuda a controlar en forma adecuada el peso.


Como decía antes, en nuestro país 4 de cada 10 personas son sedentarias. A medida que aumenta la edad de las personas, se reduce la cantidad de horas dedicadas a hacer actividad física. Cifras que preocupan, porque el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.


La Organización mundial de la salud recomienda, en adultos de 18 a 64 años, actividades físicas aeróbicas, y mejor aún si se combinan con actividades de fortalecimiento muscular. En los adultos mayores, más de 65 años, se recomiendan actividades físicas variadas y con diversos componentes, que hagan hincapié en el equilibrio funcional y en un entrenamiento de la fuerza muscular, para mejorar la capacidad funcional y prevenir las caídas.


Previo a la práctica de cualquier actividad física o práctica deportiva, es recomendable realizarse un chequeo médico o apto físico. La importancia de este examen radica en que no sólo permite conocer el estado de salud de la persona, sino también evaluar qué nivel de esfuerzo está en condiciones de hacer.

El estudio consta de un interrogatorio, examen físico y electrocardiograma, y dependiendo de la edad del paciente y tipo de actividad que va a realizar, se pueden solicitar además una ecocardiograma y una ergometría.


Es decir, no hay excusas para dejar de realizar actividad física, y todo suma a la hora de mantenerse activo. Ni la falta de tiempo, de espacio, ni el trabajo o la familia, son excusas válidas para fomentar el sedentarismo.

Caminar desde casa al trabajo, bajarse antes del transporte público para caminar algunas cuadras, o bien moverse arreglando el jardín, son algunos de los hábitos que se pueden adquirir y hacen de la rutina una vida más saludable. Con pequeños cambios en el día a día, se pueden lograr grandes transformaciones a largo plazo.

Fuente: por la Dra. Alejandra Angrisani, cardióloga y especialista en Medicina del Deporte, del Hospital Británico

 
   

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