Paula Martini, la diseñadora detrás del rincón de José Ignacio favorito de las mujeres: "Donde los colores se mezclan con los vientos del este" - Revista Para Ti
 

Paula Martini, la diseñadora detrás del rincón de José Ignacio favorito de las mujeres: "Donde los colores se mezclan con los vientos del este"

Hace 25 años es "la" diseñadora de José Ignacio. Bajo el alma, la tienda-taller donde hace magia con los colores para darle vida a sus creaciones, es parada obligada para todos los que veranean o pasean por José Ignacio. Allí Paula Martini tiñe y habla con pasión de sus piezas y tejidos sofisticados. Ella es parte del ADN del verano esteño al igual que sus sombreros que suelen verse en las playas uruguayas. Con ustedes, Paula Martini.
Moda
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Bajo el Alma tiene una mística especial. El vergel de la entrada de la tienda taller de Paula Martini invita a meterse en su magia. Y la alquimia que ella aplica para lograr colores increíbles en sus prendas de organza, lino y algodones, se respira en el aire y te transporta a un mundo de fantasías. Los cover ups (como ella misma los llama) cuelgan del techo del patio creando un arcoíris multicolor en tonos pasteles (se hace difícil decidirse por uno). Y en los estantes, el contacto sutil con los suéteres provoca una experiencia orgásmica inesperada: la calidez y extra suavidad de los tejidos es incomparable.

Paula Martini
Paula Martini en su tienda taller

Sí, es toda una experiencia visitar esta tienda taller que está ubicada frente a la plaza de José Ignacio. Quizás por eso sea la parada obligada si veranéas o paseás por este pueblito de pescadores. Hace 25 años que Paula viene tejiendo historias de elegancia atemporal en José Ignacio. El proyecto que lleva su nombre, cumple un cuarto de siglo de impecable artesanía y creatividad.

Paula Martini trabajando a mano en sus diseños
Paula Martini trabajando a mano en sus diseños

Una historia tejida a mano en José Ignacio


Paula Martini presenta una propuesta innovadora enfocada en la artesanía, el nuevo paradigma del lujo en la actualidad. Cada pieza cuenta con una calidad única y un claro compromiso con un hacer consciente, ético y respetuoso con su entorno. Dueña de un ojo indiscutiblemente sofisticado, sus creaciones son más que prendas; son historias tejidas con cuidado y dedicación, piezas para guardar y valorar, que trascienden las efímeras modas.

La Tienda-Taller de Paula Martini en Jose Ignacio
La Tienda-Taller de Paula Martini en José Ignacio


"Trabajamos honrando el quehacer de las manos. La ropa que hacemos contiene la emoción de haber sido tocada, armada, cosida, tejida, ensamblada y teñida por manos laboriosas. Se trabaja con cuidado. La sutileza en el hacer es un sello. Esto es esencial porque las prendas traen consigo calidez e intimidad. Un sweater, un abrazo… una transparencia, un susurro. Un color recién salido de la olla de teñido, pega un aullido descomunal", explica Paula.

La Tienda-Taller de Paula Martini en Jose Ignacio
La Tienda-Taller de Paula Martini en José Ignacio
Paula en su tienda taller
Paula en su tienda taller

Inspirada en su pasión por lo textil y en la tradición de lo hecho a mano, hace ya 25 años que los diseños atemporales de Paula son una marca única en la que cada pieza se confecciona a partir de una selección de fibras, únicamente naturales, que se tiñen artesanalmente por la artista en su propia tienda-taller. Los textiles son algodones y linos con bamboo, sedas, lana merino, alpaca y llama.

La Tienda-Taller de Paula Martini en Jose Ignacio
Los suéteres de Paula Martini

Paula Martini, pionera y artista

Paula llegó a José Ignacio en busca de una aventura y encontró su lugar en el mundo. Allá por los años noventa cuando el pueblo no era más que un puñado de soñadores, desembarcó y conoció a su marido Martín Pittluga, actual socio del icónico restaurante La Huella.

"Desde que soy chica ocupo el tiempo haciendo cosas con las manos. Es una herencia de las mujeres de mi familia: mi madre, mi abuela y mi bisabuela me enseñaron a pintar, a bordar y coser antes que a escribir. La marca se convierte en tal orgánicamente, como parte del proyecto de vida que tuvimos con mi marido. Nos vinimos a José Ignacio porque acá ya Martín había arrancado con un restaurante (y con la estación Ancap!) con su hermano Fruc. Un poco siguiendo a Guzman, su amigo, ya hace más de 20 años su socio. Nos conocimos acá y nos instalamos", le cuenta Paula a Para Ti.

La Tienda-Taller de Paula Martini en Jose Ignacio
Los sombreros son parte del ADN de Paula Martini

Y nos sigue contando: "Arreglamos Bajo el Alma, nuestra casa que era un rancho con “pool”, medio el antro del pueblo, donde un grupo de amigos de San Carlos se instalaban los fines de semana cuando venían a pescar. En invierno, el aislamiento del balneario vacío te da más tiempo que en otras partes, las horas son eternas y descubrí que eso era un lujo para trabajar. Así que pasé largos inviernos en mi taller y yendo a las casas de las tejedoras y de unas pocas costureras que fui conociendo para así confeccionar prendas que ya teñía y (en ese momento) y pintaba a mano".

Paula Martini en su Tienda-Taller en Jose Ignacio
Paula Martini en su Tienda-Taller en José Ignacio

Antes de instalarse en Uruguay, estudió arte en Buenos Aires, moda en Parsons School of Design de Nueva York y técnicas de teñido en Central Saint Martin's de Londres. Un camino que sin duda la llevó a donde se encuentra hoy. Este bagaje, que traía consigo, se multiplicó cuando se encontró con un entorno natural único y la forma de vida de José Ignacio, lo que le permitió dar lugar a la creación de sus piezas extraordinarias.

La Tienda-Taller de Paula Martini en Jose Ignacio
La Tienda-Taller de Paula Martini en José Ignacio

Paula construyó su propia marca que hoy ya tiene su lugar en el circuito de Punta del Este y viste a las mujeres más elegantes de la región. Hoy, con una trayectoria de 25 años para respaldarla, un local en Buenos Aires y otro en José Ignacio, la marca encuentra su madurez y se percibe ya como icónica en la zona. En el corazón de José Ignacio, Bajo el alma emerge como un vínculo entre la esencia del pueblo y el alma creativa de la marca. Un espacio lleno de luz natural, en el que predomina el blanco y la madera, permite dar protagonismo a las prendas. Los percheros presentan suéteres, vestidos y camisas que con sus texturas y colores dan al espacio una vitalidad singular. El resto del protagonismo se lo llevan los sombreros, pieza icónica de la marca, que al igual que las prendas cuentan con miles de colores.

Paula en la entrada de Bajo el Alma
Paula en la entrada de Bajo el Alma

Paula da vida a prendas únicas y exclusivas que son un verdadero deleite. Desde la concepción, cada prenda es cuidadosamente elaborada. Es en la cocina del taller donde las creaciones son teñidas una a una, buscando siempre el color preciso, añadiendo así su toque personal y único.
Durante el verano, el taller se convierte por momentos en un boudoir, un espacio íntimo compartido entre mujeres donde la artesanía cobra vida en una atmósfera de luces y sombras. Es aquí donde las creaciones culminan una etapa, solo para comenzar una nueva en manos de quien valore el trabajo.

-¿También estás en Buenos Aires?

-Desde hace un año y medio arreglamos una casa en Bajo Belgrano, cerca de donde vivo ahora en invierno, donde replicamos en versión urbana nuestra forma de hacer uruguaya. Tenemos el showroom que está abierto al público en planta baja y el taller de tintura y cuartos de bordado y diseño en el mismo lugar. Mi barrio se convirtió en mi pueblo!

La Tienda-Taller de Paula Martini en Buenos Aires
La Tienda-Taller de Paula Martini en Buenos Aires
La Tienda-Taller de Paula Martini en Buenos Aires
La Tienda-Taller de Paula Martini en Buenos Aires
La Tienda-Taller de Paula Martini en Buenos Aires
La Tienda-Taller de Paula Martini en Buenos Aires

-¿Cuál es tu diferencial?

-Mi estilo se fue dando con la intercalación de los materiales, nobles, de fibras naturales y la escasez de recursos que tenía a mano que suplante con creatividad y humor. Siempre consciente de donde estaba trabajando, fui construyendo un lenguaje donde los colores se mezclaban con los vientos del este. Todo muy autorreferencial. Y seguí siempre igual.

Creo que el ensimismamiento de tantos inviernos se convirtió en un estilo propio y sigo siendo fiel a eso, a los materiales nobles, al teñido artesanal, a todo con las manos y tiempo al tiempo.

Paula Martini trabajando a mano en sus diseños
Paula Martini trabajando a mano en sus diseños


-Tu marido es el dueño de La Huella, ¿cómo se complementan?

-Bárbaro, coordinamos todo a distancia porque estamos tan ocupados que no nos vemos.

-En algún momento arrancaron juntos con un restaurante previo a La Huella en tu casa, ahora, en tu casa tenés tu taller. ¿Cómo manejás esto de tener tu espacio de trabajo en tu casa?


-En esta casa armamos nuestro restaurant, mi tienda/taller y dimos tambien espacio para que nacieran las semillas de otros proyectos, como el Festival de Cine de Jose Ignacio, JIIFF. Nos casamos y con lista de regalos armamos el equipamiento para abrir, 100 tenedores, 100 cucharas, etc… Cuando después de unos años nuestro queridísimo Ervin Eppinger propuso a Martin abrir otro restaurante (La Huella) decidimos sacar el restaurante de casa para recuperar el espacio para la familia. Inmediatamente me mudé a trabajar a la cocina de producción que quedó vacía y usurpe todo el espacio posible… Por eso la entrada a mi tienda/taller es por una puerta oculta y hay que pasar primero por el lavadero y el patio de tintura antes de entrar: porque esa era la entrada de proveedores del restaurant.

Paula Martini trabajando a mano en sus diseños
Paula Martini trabajando a mano en sus diseños
Paula Martini trabajando a mano en sus diseños
Paula Martini trabajando a mano en sus diseños
Paula Martini trabajando a mano en sus diseños
Paula Martini trabajando a mano en sus diseños


-Hablame de la técnica especial de teñido que implementas en tus diseños.

-A mí me gusta teñir, el resultado visual de un día de tintura deja en mí, además del agotamiento físico, algo inexplicable que tiene que ver con la vibración de los colores. Teñimos Tatiana y yo. Tati es mi mano derecha e izquierda hace más de 22 ańos. Juntas fuimos desarrollando nuestra metodología de teñido y conociendo la reacción de cada tela a cada color. Ya funcionamos únicamente con instinto frente a la creación del color. Lo sabemos hacer, jamás lo anotamos, no hay fórmulas, solo experiencia.

"Todo lo que se tine en un día tiene una vibración particular que se siente al verlo todo junto".


Trabajamos con una sola olla, una sola carga de agua, (no cambiamos el agua de la olla en todo el día). Teñimos una prenda por vez. Nuestro juego es el de la transición, hacemos como si fuesen acuarelas, arrastramos una pizca del color anterior a la prenda siguiente y de esa manera todo lo que se tine en un día tiene una vibración particular que se siente al verlo todo junto. Como me dice una amiga que me conoce mucho, se da un poco como en los colores de las hortensias, mi flor preferida, que va mutando sutilmente los tonos dentro de la misma flor.

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