Estaba en su casa cuando ocurrió la explosión. La onda expansiva destruyó su departamento y la dejó con heridas de consideración. Tuvo que someterse a una cirugía y ahora anunció que dejará su país.
"La mitad de mi rostro y cuerpo estaban cubiertos de sangre". Lo dice la actriz libanesa Nadine Njeim. Ella vive cerca del puerto donde ocurrió la explosión el pasado 4 de agosto en Beirut, y se salvó. Pero debido a las heridas tuvo que someterse a una cirugía de 6 horas y ahora anunció que se irá de su país, El Líbano.
"Primero agradezco a Dios, que me salvó la vida. La explosión estuvo cerca y las escenas que ves no le hacen justicia. Si visitás mi casa y ves la sangre por todas partes, te sorprenderías de cómo todavía estamos vivos", cuenta.
La explosión mató a más de 135 personas, hirió a miles y dejó a muchos sin casa. La actriz, cuyo departamento está ubicada cerca del puerto donde ocurrió la devastadora explosión, resultó gravemente herida y requirió una cirugía reparadora de 6 horas.
Nadine tuiteó: "En este momento, desde el hospital, tomé una decisión: dejaré el país y viviré con seguridad en otro país que respete a su gente". Continúa diciendo que "es mejor que quedarse y morir en un país gobernado por matones".
La ex Miss Líbano (2014) también usó su Instagram para compartir trágicos videos de su apartamento dañado.
Mirá el video de cómo quedó su departamento tras la explosión:
Afortunadamente, los dos hijos de la actriz de 36 años no estaban en casa en el momento de la explosión.
La actriz estaba sola en su casa viendo la televisión, sentada en un sofá ubicado junto a la ventana cuando el estallido destruyó su departamento. "Doy gracias a Dios por darme una segunda oportunidad", escribió en su cuenta de Instagram.
"La explosión estuvo cerca y la escena no es como la gente la describe. Quien entre a la casa y vea sangre por todas partes pensará que no lo logré", agregó.
Njeim continuó describiendo cómo logró ponerse a salva de entre los escombros y llegar a un hospital.
“Gracias a Dios mil veces por darme la fuerza para bajar 22 pisos descalza y empapada en sangre. Había gente herida, muerta, coches rotos, gente gritando y llorando", relata.
"Paré un auto y le rogué que me ayudara. Era un buen hombre y me llevó al hospital donde se negaron a recibirme porque estaban llenos de heridos", dijo. "Luego me llevó al Hospital Al Mashreq donde me dieron primeros auxilios y me sometieron a una operación de seis horas porque la mitad de mi cara y mi cuerpo estaba magullado", comenta.
"Pero lo que vi en el suelo es difícil de describir, como si fuera una bomba nuclear. Gracias a Dios por protegerme a mí y a mis hijos que no estaban en casa. Doy gracias a Dios cada segundo. Que Dios tenga misericordia de los caídos, que Dios proteja a los heridos", expresó conmovida.
Y concluyó diciendo: "Agradezco mil veces a mi Señor. Él es amable conmigo y me ayudó. Mis heridas se curan rápidamente y su impacto es grande. Mi corazón está con cada madre y cada niño que fue víctima. ¿Cuál es el punto común entre los libaneses? El dolor … La paz sea con Beirut".
