Así fue la historia de amor de Charlotte Casiraghi y Gad Elmaleh, su ex - Revista Para Ti
 

Así fue la historia de amor de Charlotte Casiraghi y Gad Elmaleh, su ex

Una historia que comenzó con amistad y se conviritió en un apasionado romance que, claro, ya terminó
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Ella lo hizo oficial como solo una Grimaldi-Casiraghi sabe hacerlo cuando se trata de estos temas. Asistió junto al comediante al Baile de la Rosa de 2013. Ese romance era un secreto a voces que duró un año casi. Y una vez confirmado, vino con un triple combo: noviazgo, primer hijo ¿y sospechas de boda?

Él era 15 años mayor que la hija de Carolina de Mónaco (lo que a todo el mundo le llevó al idilio adolescente de su madre con el también maduro Philippe Junot) y una de las caras más conocidas de la comedia francesa. Ella era la heredera del glamour monegasco y la rica tradición Grimaldi de quedarse embarazada cuando le viniera en gana y sin pasar por el altar. Y además de posados impecables en eventos oficiales monegascos, la pareja regaló al mundo rosa un precioso niño en común, Raphael. No se podía pedir más… pero no duró.

En 2015 la relación se terminó, y mientras él desfilaba por Twitter y Nueva York llorando su pena negra y hablando de superarse a uno mismo y beberse un buen vaso de vino tinto, las malas lenguas apuntaban a que ella ya tenía reemplazo en los brazos de un aristócrata italiano que había conocido en la boda de su hermano Pierre Casiraghi con Beatrice Borromeo. ¿Pero cómo nació la historia de amor de la hija de Carolina de Mónaco y el showman francés? Y lo más importante de todo, ¿cómo está esa relación ahora mismo?

Antes de ser pareja, fueron amigos. O eso afirmaba el humorista francés en la revista People en octubre de 2013, la misma revista en la que hablaba de que Charlotte sería una madre perfecta, que estaba emocionada y encantada con el embarazo y que no había campanas de boda sonando en su relación con ella.

"Lo nuestro no es un cuento de hadas. Las mejores historias son las verdaderas. Es genial haber sido amigos primero. Nos conocemos, hablamos mucho. Eso es lo que nos pasó", explicaba un emocionado Gad Elmaleh justo antes de pronunciar la frase que resumía todo su 2013: "Soy el hombre más feliz del mundo".

La aventura americana duró poco

Apenas dos años después el hombre más feliz del mundo estaba bastante menos contento y vagaba en solitario por las aceras de Nueva York. Con la distancia llegó el olvido y la aventura americana de Gad Elmaleh en Estados Unidos, tras años de giras por todo el planeta, le costó su relación con la hija de Carolina de Mónaco que en silencio y sin su presencia diseñó su propia vida. Se acabaron las risas juntos viendo un programa de televisión y Charlotte Casiraghi emprendió la crianza de su primer hijo con las ausencias cada vez más frecuentes del padre de la criatura pero cerca de su propia familia.

Al final la situación estalló y se convirtió en ruptura. Un fracaso amoroso que marcaría la comunicación de la pareja desde ese momento hasta la actualidad. No hubo anuncio oficial desde Mónaco, el silencio sobre Gad Elmaleh se ha convertido en una constante en la vida de Carlota de Mónaco. Ante su mutismo, fue el actor el que tuvo que reconocer en público, en pleno photocall norteamericano, que lo suyo con Carlota había muerto y que echaba de menos a su hijo de dos años y medio: "(Mis hijos) están en Europa. A menudo voy a ver a mi familia. Voy a ver a mi hijo. Carlota y yo ya no estamos juntos, pero voy a ver a mi bebé. Él también vendrá a visitarme. Somos una familia".

Pusó en duda la crianza de su hijo

Desde su separación el humorista intentó mantener un respetuoso perfil de adoración a la labor de Charlotte como madre… Hasta que la situación empezó a "afectar", según su criterio, a su hijo. En 2016 la vida sentimental de Charlotte transcurría entre viajes a Roma, París y Mónaco y desde la otra punta del planeta Gad Elmaleh vertía las primeras críticas a la crianza que estaba recibiendo su hijo: ¿eran tantos cambios buenos para el niño?

El fracaso del humorista en Estados Unidos y su retorno a Europa no suavizaron precisamente las cosas. Gad Elmaleh deseaba recuperar todo el espacio y tiempo perdido y romantizaba su relación con Raphael hablando en los medios de cómo hacía los deberes con el niño o cómo había descubierto lo "mágico y relajante" que era sentir la respiración del niño durmiendo a su lado.

Seguramente a Charlotte Casiraghi, mucho más hermética con su vida privada, que Elmaleh sacara a colación al volver a Europa en sus monólogos, entrevistas y básicamente en cualquier ocasión en la que hubiera un micro delante su pasado juntos, hablara de su paternidad, de cómo es la vida en Mónaco y de que él había sido "el hombre de la nieta de Grace Kelly", no le debió de sentar bien. Pero no tanto como cuando el humorista criticó cómo estaba llevando a cabo la escolarización de Raphael.


Entre unas tensiones y otras la situación permanece en tablas, o mejor dicho, Charlotte Casiraghi calla pero no otorga y mientras permenece en silencio sigue haciendo lo que cree conveniente en el día a día de su hijo mientras Gad Elmaleh se ha convertido en la fuente de todas las noticias sobre Raphael y Charlotte Casiraghi. Mientras él habla ella actúa como si él no existiera.

Se ignoran

Un ejemplo de ello se dio este mismo verano, cuando Raphael fue fotografiado participando con su madre y su abuela en un evento de hípica. Todas las declaraciones al respecto vinieron de parte de Gad Elmaleh. «Una parte de su familia, pase lo que pase, siempre estará en los medios de comunicación. Hay que protegerse, pero ahí estaba él con su madre y su abuela. Francamente, ¿no es mejor asumirlo?», declaró el humorista opinando sobre la participación del niño en el evento. La madre, como siempre, guardó silencio.

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