Dress to impress es lo único que vale al momento de pisar la red carpet. Las tendencias de la gala de la Academia de Hollywood según el productor y periodista de moda Alejandro García.
Por Alejandro García. Fotos: gentileza E! online latino/Instagram.
El rosado (en todas sus gamas)
En apenas una hora de red carpet ya se supo que el rosa y sus gamas fue la tendencia por excelencia. Regina King en Versace, con su modelo sirena al mejor estilo Hollywood de los años ´50, empata al vestido de Camila Morrone (muy simple de pelo y make up), ambas de rosa pálido. Laura Dern añadió negro y Julia Butters (la pequeña de Once Upon a Time)le puso volados de organza. El nude rosado de Brie Larson (por Celine by Hedi Slimane) con capa incluida fue impecable.
El impacto del rosa y negro
Gal Gadot estuvo vestida por Givenchy Couture by Clare Waight Keller en un equipo que combina encaje negro y falda mil hojas de gasa y encaje rosa. En esa misma línea, Caitriona Balfe, en Valentino Couture, con un modelo que desfiló hace apenas unas semanas atrás en París Stella Tennant, marca una nueva silueta y nuevas proporciones.
Y hablando de proporciones Saoirse Ronan aplicó volúmenes de manera moderna junto con una paleta tricolor inusual con un modelo de Gucci.
Blanco y negro: el mix infaltable
Sin dudas Renée Zellweger, de blanco y con una sola manga, representa el nuevo glamour de Hollywood y desde bien temprano demostró que estaba lista para alzar la estatuilla con ese brazo. Salma Hayek, en esa misma dirección, se apunta con un fourreau y corona de hojas y perlas.
Del otro lado, sin miedo a equivocarse y sin punto de riesgo, Penélope Cruz vistió un Chanel negro impecable y parece ser la mejor embajadora de la maison. Margot Robbie se une al upcycling (la tendencia de reciclar vestidos de otras épocas en apoyo a la sustentabilidad) fue también de Chanel.
En cambio Rooney Mara, con un Alexander McQueen de la colección verano 2016, (quien de la mano de Joaquin Phoenix no iba a pasar desapercibida), eligió un vestido de encaje negro con recortes y detalles de piel al desnudo en un estilo gótico como marca la tendencia.
Al vestido negro de Zazie Beet (actríz de Joker) diseñado por Thom Browne si bien le faltan centímetros, bien podría tenerse en cuanta como el nuevo largo de moda. Y Charlize Theron escapa de toda crítica con ese vestido signée Dior con cola y tajo en el frente.
Hablando de capas otra vez, Natalie Portman, vestida de Dior por Maria Grazia Chiuri, se apuntó con una que abrigaba un vestido transparente con guías de hojas doradas sobre un body muy provocador. El “detalle de género”: los nombres bordados en la capa de todas aquellas directoras mujeres que no fueron nominadas.
En la onda verde
El verde es el otro color que marcó tendencia en la alfombra roja. Esmeralda, malaquita u oliva dijeron aquí estoy. Greta Gerwing, de Dior, con un vestido tradicional donde el busto drapeado y el collar lo dicen todo. Los volados de Florence Pugh by Louis Vuitton también apuntan a la paleta. El vestido de Sigourney Weaver (Dior)no pudo ser más indicado para ella y Robin Roberts vistió uno estilo columna con un hombro íntegramente bordado.
Una alfombra inclusiva
Rebel Wilson, con un exclusivo vestido de Jason Wu, demuestra que las curvas pueden vestirse y destacarse con el color de la estatuilla. Y hablando de curvas también estuvieron Beanie Feldstein, de Miu Miu, Chrissy Metz en un rojo intenso a tono con el labial y Mindy Kaling de amarillo sol de la dupla Dolce & Gabbana.
Apuntes al final de la red carpet
El vestido de Olivia Colman de azul, negro y blanco de Stalle McCartney era un poco abrigado para la ocasión. ¿Acaso su elección fue para presentar su nuevo color de pelo?
Chanel para Billie Eilish y el tailleur de chaqueta y pantalones de tweed oversize al extremo. Los logos de la marca ya son un clásico en cada una de sus presentaciones y aparecen hasta en las uñas con un look que la representa. Eso si, las zapatillas están fuera de lugar.
El vestido strapless rojo de Kaitlyn Denver signé Louis Vuitton es completamente sustentable e iba al tono con la alfombra del Dolby Theatre y marca un antecedente en la moda, una de las industrias más contaminantes del planeta.
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