Ya estamos transitando los meses en los que no podemos olvidarnos de aplicar el protector solar todos los días. Sabemos que todo el año este es un punto importantísimo de la rutina de belleza, aunque muchas no lo incorporan sino hasta que comienza la primavera.
Lo que además debemos tener en cuenta es la limpieza que realizamos a la noche para retirar los productos faciales del día: cremas, maquillaje y protector solar. Hablando específicamente de estos últimos, pueden tener una fórmula que puede cargar el rostro e, incluso, propiciar brotes de acné. Las razones están en su composición y características, ya que normalmente son espesos y suelen contener componentes de base grasosa, ingredientes que tienen una mayor resistencia a la limpieza diaria.
Tampoco podemos perder de vista otros factores que, en los meses de calor, afectan nuestra piel, como el exceso de sudoración y los ambientes más húmedos y pegajosos.
La solución en casa: doble limpieza facial
Si todavía no probaste con la limpieza en dos pasos, este es un buen momento, ya que es una gran aliada para las noches de las semanas en las que el extra de protector solar domina tus días.
Primero, tenés que comenzar con un limpiador con base grasa o una leche, que tiene una mayor afinidad con las propiedades del SPF y, por lo tanto, lo retiran con mayor eficacia.
Después, debes aplicar otro limpiador pero con base acuosa, como puede ser una espuma, un gel o un jabón suave. A continuación, aplicá un tónico sin alcohol para equilibrar el ph de la piel.
A la mañana siguiente, podés continuar eliminando toxinas (las que libera la piel al dormir) con una mascarilla de arcilla blanca.
Podés optar también por limpiadores libres de sulfatos (que no fulminen en exceso los aceites naturales que se encuentran en el cutis), formulados con ingredientes gentiles, como extractos botánicos, que eliminan las impurezas sin sin irritar la piel.
Un complemento para realizar semanalmente es la exfoliación: ya sea química o mecánica, lo importante es renovar la piel sin agredirla con los ingredientes apropiados a sus necesidades.
En esta nota te contamos todos los secretos de una buena exfoliación.
Dar con los productos específicos
Además de los solares grasos, el mercado ofrece otros de base fluida o formulados con vehículos no comedogénicos, muy fáciles de aplicar (y de que la piel los absorba), que contienen ingredientes hidratantes.
Para aprovechar al máximo la protección que brindan, el truco es aplicarlos 20 minutos antes de salir al exterior y reaplicarlos ante un posible chapuzón o tras un par de horas al aire libre.
Siempre es una buena idea refrescar la piel con sprays de agua termal, dejar secar y, luego, reaplicar el protector.
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