El caso de Germán Martitegui junto al de otros famosos, pone en agenda el tema de la familia monoparental. La psicóloga María Villamil, de IVI Buenos Aires, reflexiona sobre este fenómeno cada vez más frecuente en nuestro país.
En Argentina, 1 de cada 10 familias son monoparentales. La transgresión de los modelos más convencionales sobre la construcción de una familia y la crianza de los hijos suele traer, al menos, algunas preguntas, algunas de ellas creadas por inseguridades, miedos y falta de información. ¿Seré buena madre? ¿Sería mejor esperar a tener pareja? ¿Qué dirá el hijo cuando crezca? ¿Cómo le afectará al niño la ausencia de “un papá” o “una mamá”?
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Son algunas de las dudas que surgen al momento de encarar una familia monoparental. El miedo, por su parte, suele aparecer respecto a tener vivencias de discriminación por la elección de construir este modelo de familia, o bien el temor a que el día de mañana una pareja no los acepte.
Las claves para afrontar del mejor modo los desafíos sociales que tienen estos tipos de familia están relacionadas al convencimiento de que se ha hecho desde el amor, pensando en la importancia del deseo de ese hijo o hija, y de la manera en que se conformó esa familia. Si hay deseo, lo más probable es que ese niño o niña reciba amor durante su desarrollo. Esto, aunque parezca evidente, es el pilar esencial del crecimiento.
Criar un hijo sin una pareja no implica necesariamente tener dificultades emocionales. Por lo general, se cree que cuánto más se aleja una familia del tipo convencional, mayores son los riesgos para el bienestar psicológico de los padres y de los niños. Esto claramente no es así. Lo fundamental en la crianza es el vínculo entre los progenitores y los hijos, la disponibilidad emocional y un contexto social apropiado para su desarrollo psíquico.
Cuando el lugar de filiación aparece diferenciado de la alianza con otro, incluso dicho vínculo podría potenciarse. Elegir una familia monoparental tiene que ver en parte con hacerse cargo de un deseo personal: el de la paternidad o maternidad.
Creo que estamos frente a una sociedad más abierta, que comienza a aceptar otros modelos de familia y que busca promover la comunicación y la aceptación de la realidad de cada persona. Como agentes de salud y, por sobre todo, de clínicas de reproducción humana asistida, tenemos como tarea favorecer esta aceptación y naturalizar los diferentes modelos familiares. Por eso desde IVI creamos una Guía para madres solteras por elección, de descarga gratuita, con información legal, médica y con experiencias vividas por otras mujeres que eligieron este tipo de maternidad. Porque compartir es una forma de legitimar el propio de deseo, de difundir información para tomar mejores decisiones y quizás el último empujón para hacerlo realidad.
Fuente: Lic. María Villamil, de IVI Buenos Aires, encargada de la Unidad de Apoyo Psicológico de IVI Buenos Aires.
