La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, que son un par de masas de tejido que se encuentran a cada lado de la parte trasera de la garganta. Su causa más común son las infecciones virales o bacterianas.
"Las infecciones virales y bacterianas se contagian por el contacto estrecho con otras personas enfermas. El individuo también puede "autoinfectarse" por las bacterias que normalmente habitan en su boca y padece problemas de inmunidad (medicación, cansancio extremo o estrés)", explicó la médica otorrinolaringóloga infantil del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Italiano, Victoria Demarchi (M.N 113.406).
A su vez, la doctora determinó que los síntomas pueden variar de persona en persona, aunque, generalmente, incluyen dolor de garganta, dificultad para tragar, ganglios del cuello dolorosos o agrandados, fiebre o escalofríos, jaqueca y cansancio.
"Los signos habituales son garganta inflamada o roja, amígdalas agrandadas o rojas, garganta o amígdalas con una secreción blanquecina, problemas para respirar o ronquidos", aseguró la especialista.
Por otra parte, según la Clínica Mayo, esta enfermedad afecta con mayor frecuencia a los niños y la que es causada por bacterias es más común en personas de 5 a 15 años.
Cómo se diagnostica la amigdalitis
Victoria Demarchi detalló que la amigdalitis se diagnostica con un examen físico, cultivo de la garganta o análisis de sangre.
"Es posible que se realice una prueba rápida de estreptococos. Es importante controlar si hay una infección de garganta por esta bacteria para tratarla y evitar complicaciones futuras. También se pueden realizar análisis de sangre para confirmar o descartar mononucleosis infecciosa", afirmó la otorrino infantil.
Asimismo, subrayó que el tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y la salud general del paciente y que también variará según la gravedad de la afección.
"Si la infección es bacteriana, se tratará con antibióticos. Si es viral, en tanto, solo se realizará tratamiento sintomático, con ibuprofeno, aumentar la ingesta de líquidos y reposo", recalcó la médica.
Por otra parte, recalcó que, si se presenta una colección de pus (absceso) secundario a la amigdalitis, puede requerir drenaje en consultorio o en el quirófano, con antibióticos endovenosos.
"La amigdalitis también puede requerir una internación en el hospital si las amígdalas agrandadas están bloqueando las vías respiratorias. En el caso de algunos pacientes con amigdalitis recurrente, se considera extirpar las amígdalas (amigdalectomía)", explicó la especialista.
Finalmente, Demarchi aclaró que es importante acudir a la guardia si se presenta dificultad para respirar, dolor de garganta severo, dificultad para tragar o respirar, se babea o se tiene el cuello rígido o inflamado.
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