Fue la gran ausente en la recepción de bienvenida que tuvo lugar anoche en el palacio de Buckingham, detalle que provocó mucha más ansiedad en este día de la coronación: todos esperaban ver a Camila Parker Bowles entra en escena. Y lo hizo vestido de blanco inmaculado.
Tras un paseo en carruaje por las calles de Londres, el hijo de Isabel II y su mujer serán coronados como nuevos monarcas del Reino Unido. Con la consigna de un 'dress code' más relajado con respecto a la coronación de Isabel II en 1953, porque Carlos III quiere reflejar una monarquía más moderna y contemporánea, Camila estuvo a la altura de la circunstancia.
Vestida de blanco impoluto parecía una novia. El diseño de Bruce Oldfield consistió en dos piezas de alta costura fabricadas en exclusiva y a medida para Camila, un abrigo con cola y debajo un vestido, ambas prendas salpicadas por todo el corte con flores de pedrería metalizada de acabado dorado.
En la parte superior el abrigo lleva escote en pico, manga larga y hombros armados. Está bordado con estampa botánica sobre los hombros y puños. A la altura del abdomen, el abrigo se abre y nos permite ver el vestido inferior. Se remata con una gran cola.
El vestido que Camila lleva debajo es del mismo material y llega a ras de suelo. Bruce Oldfield, fue el diseñador de cabecera de Lady Di durante toda una década.
La pieza está elaborada en terciopelo púrpura y con bordados realizados a mano con hilo de oro. La túnica lleva las iniciales de Camila, sus insectos y flores favoritas, símbolo de su interés por el medioambiente.