El street style propone lo que se lleva esta temporada, y las faldas están entre las prendas más elegidas.
Este año, brillan las influencias preppy y las faldas tan cortas que parecen cinturones anchos en contrapunto con las largas, porque se lleva todo gracias en parte a las referencias de la Generación Z.
Te invitamos a recorrer los diferentes modelos y cómo se llevan, en los estilos de calle más trendy.
Minifalda
Las faldas ultracortas con cinturón ancho están por todos lados, muy elegidas por la Gen-Z. Las marcas (como Miu-Miu y Diesel) las subieron a las pasarelas y se quedaron para protagonizar loos otoño invierno de este 2023.
De este modo, si Miu Miu y Diesel tienen clarísimo que las faldas de tamaño Bratz son lo más, por algo será. El combo que más se repite en el street style es el siguiente: falda mini (pero que muy mini), jersey de punto crop y mega plataformas.
Denim
Una de las tendencias que reivindica 2000: las maxifaldas denim largas pisan con fuerza las calles y nos recuerdan a los looks de principio de siglo. Algunas las amarán y otras las odiarán, pero las vemos a ver sin parar. Se llevan con botas, zapatillas y hasta sandalias.
De cuero
Elegantes, sofisticadas y con un toque glam, las faldas de ecocuero (mayoritariamente negras) arrasan en los estilismos más potentes de la temporada. Sea de tipo lápiz o con una silueta más amplia, son un acierto absoluto.
Plisada
La falda midi plisada lleva varios años con nosotras y parece que su reinado va para largo. A medio camino entre lo formal y lo college (muchos uniformes de colegio cuentan con ellas) se tiñen de colores neutros o de tonos vibrantes. Las opciones para combinarlas son infinitas, desde zapatillas deportivas hasta botas altas y zapatos guillermina o MaryJane de taco.
Con impronta Y2K
Las maxifaldas de tiro bajo son las típicas de este estilo que también reinó en los 2000. Todos los tejidos y cortes están permitidos: desde las faldas cargo, hasta las de satén o de malla transparente; lo principal es un dobladillo largo y un corte recto, esenciales en la tendencia del año 2000. Se combinan con remeras de manga larga y zapatillas normcore o botas altas.
