Para combatir el frizz, el primer paso es buscar ingredientes altamente hidratantes en el shampoo y acondicionador (como ácido hialurónico, glicerina y óleos naturales). El agua fría no elimina el frizz, sino que se usa como un enjuague final para sellar la cutícula del pelo, potenciando el brillo y ayudando a que la hebra retenga la hidratación.
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Si tenés que lidiar con el frizz apenas salís de la ducha o en días de humedad, sabés que es una batalla constante. El pelo se esponja, pierde definición y parece que no hay producto que lo dome.
Por suerte, hay un truco que se popularizó en pasarelas y sesiones de fotos, y que combina la acción de la temperatura con la estrategia de los ingredientes. El famoso "secreto de las modelos" para un pelo liso, brilloso y sin frizz es el agua fría. Pero, ojo, ese es solo el paso final: el verdadero trabajo lo hacés antes, con la elección correcta del shampoo.

El frizz es una señal: ¿Por qué se eriza tu pelo?
Para combatir el frizz, tenés que entender por qué se produce. El frizz es, en esencia, una señal de que tu pelo está deshidratado o dañado (pelo poroso).
Cuando la cutícula (la capa externa de la hebra) está abierta, busca la humedad del ambiente para compensar la falta de agua interna. Esta reacción hace que el pelo se hinche y se vea "esponjoso". Por eso, la verdadera solución está en sellar la hebra y reponer la hidratación.
Los 3 ingredientes clave que tu shampoo tiene que tener
El primer gran cambio que tenés que hacer es revisar la etiqueta de tu shampoo y acondicionador. Buscá estos aliados para atacar el frizz de raíz:
- Ácido Hialurónico: Es el rey de la hidratación. Su molécula atrae y retiene la humedad, rellenando la fibra capilar y reduciendo drásticamente la porosidad que genera el frizz.
- Glicerina o Propilenglicol: Son humectantes que actúan como un imán para el agua. Ayudan a que el pelo se mantenga suave y flexible, evitando que busque la humedad ambiental.
- Óleos Naturales Pesados: El óleo de coco, de argán o de palta son esenciales. Crean una capa protectora alrededor de la hebra, sellando la cutícula para que el pelo se mantenga hidratado y liso.

¿El agua fría combate el frizz? La verdad de este hack
Ahora sí, hablemos del truco viral. La respuesta corta es: sí, ayuda, pero no es magia.
El agua caliente abre la cutícula, lo que es bueno para limpiar en profundidad, pero es terrible para el frizz. El agua fría, en cambio, tiene un efecto inmediato de cerrar la cutícula del pelo.
Cuando usás el agua fría en el enjuague final, lo que hacés es cerrar la barrera protectora de la hebra, atrapando los aceites naturales y los ingredientes hidratantes del shampoo y acondicionador que acabás de aplicar. El resultado es un pelo visiblemente más brillante, menos erizado y con mejor definición.
Ritual anti-frizz: Cómo aplicar la técnica correctamente en la ducha
Para que la experiencia no sea incómoda y para que la técnica sea efectiva, aplicá este ritual:
- Lavado y Tratamiento: Lavate el pelo con agua tibia (temperatura ambiente). Aplicá tu acondicionador con los ingredientes clave (hialurónico, óleos) y desenredá.
- El Enjuague Estratégico: Después de enjuagar el acondicionador con agua tibia, bajá la temperatura. Hacé un último enjuague de 30 a 60 segundos con agua fría.
- Secado Inteligente: Evitá frotar el pelo con una toalla. Usá una de microfibra o una remera de algodón para secar con pequeños toques, sin generar fricción, que es el enemigo número uno del pelo con tendencia al frizz.
Dejá que tu pelo se seque al aire siempre que podás, o usá el secador con un difusor y protector de calor. Descubrí más rituales para cuidar tu pelo en verano tocando acá.
Fotos: Pinterest
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