Pastelera, profe de talleres virtuales e influencer con estilo a través de su cuenta en Instagram @belumelamed. Y, sobre todo, tan real que Belu Melamed le pone el cuerpo y el alma, y atiende ella misma su flamante pastelería.
“Cuando era adolescente mi sueño era tener una casa de té”, cuenta Belu Melamed a Para Ti Deco. Y hoy su pastelería y café de especialidad es la nueva sensación del DoHo, el polo gastronómico porteño boutique, en Villa Urquiza.
Así es la cocina de La Pastelería
Azul sobre blanco, con el logo de Belu, tan singular como a ella le gusta ser y hacer. De la cocina a “la ventanita” (Sólo Take away), atendido por sus dueñas y creadoras del proyecto: Belu, la pastelera umami a la que le gusta jugar con las mil y una sensaciones -diferentes y equilibradas- y Camila Melamed, su hermana, la arquitecta.
“Mi intención desde el punto de vista del diseño fue plasmar la esencia de la pastelería de Belu, tanto en la parte del local como en el taller/cocina”, cuenta Camila, que para la mesada eligió microcemento de color blanco, que combina con los tonos arena del piso.
Y los estantes de madera de álamo macizo teñido color petiribí aportan calidez, y reciben flores y objetos decorativos. El color azul también está presente en la escalera que recuerda a relajados paisajes mediterráneos.
La cocina de Belu habla y cuenta historias: hay objetos de diferente origen, rescatados y reciclados: mamushkas, bowls de cerámica, latas de té y libros de pastelería. Y muchos tesoros de familia: tazas y teteras de la mamá, jarras de plata y cristales de la abuela, y hasta la balanza de la bisabuela.
Muebles que ya tenían cobraron nueva vida en azul violáceo, un pizarrón se transformó en espejo que viste y amplifica el ambiente, y una mesa estilo Provenzal evoca las que se usaban en siglo XVII. Y, alta en el cielo raso, brilla una lámpara de papel y forma abstracta comprada en Ikea Francia.
El resultado: un mix de estilos, un espacio cálido, que capta al máximo y celebra la luz natural y listo para usar, usar muchísimo.
Tiene toques clásicos tomados de la arquitectura interior francesa, impronta vintage y aires mediterráneos, en colores claros y frescos.
Producción y texto: Juan Martín Cutro.
Fotos: Diego García.
