"Los verdaderos colores están dentro de una", Emilia Zavaleta en primera persona - Revista Para Ti
 

"Los verdaderos colores están dentro de una", Emilia Zavaleta en primera persona

Esta columna íntima forma parte de Mulanas, una pausa para compartir, el newsletter que Emilia Zavaleta, hija de la trilliza de Oro María Emilia y Clemente Zavaleta, creó para abrir un espacio de reflexión, calma y conexión. Entre la infancia y la adultez, entre la bruja y la mujer que busca ser vista sin miedo, esta columna invita a reconciliarnos con nuestros verdaderos colores. Un texto sobre autenticidad, belleza interior y la libertad de mostrarse tal cual somos.
Lifestyle
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Toc toc.
¿Quién es?
La Bruja de los Colores.
¿Qué desea?
Un color.
¿Qué color?
Azul

Me acuerdo jugar en el recreo con mis compañeras de cuarto grado del colegio Las Marías, en Bella Vista. Cada una de las niñas sentadas en ronda se había apropiado de un color. Si el mismo era el mencionado por la bruja, entonces debía levantarse y ser perseguida por ella. Una vez atrapada se intercambiaban los roles.

La elección de los colores era la identificación para ser vistas. La inocencia nos impedía conocer en profundidad el significado de cada tonalidad. Decidíamos con total libertad dentro del abanico de colores que tiene un arco iris. Nos mostrábamos a través de los rosas, naranjas, amarillos y celestes.

Al igual que las flores que empiezan a exhibir su tinte vistoso en este comienzo de la primavera, sin pudor y sin miedo, nosotras corríamos luciendo nuestro color entre risas espontáneas. Estos recuerdos me devolvieron las ganas de volver a esa divina ingenuidad de convertirme en un color, pero ahora - adulta y con la constante intervención de mi yo mental alertándome sobre el “qué dirán” - lo pienso más.

Hablemos de la bruja "adivina". Criticada, perseguida, cruelmente incendiada por la historia desde tiempos remotos, fue esa mujer que tenía conocimientos y visiones (intuición pura de la feminidad) para curar o predecir ciertos aspectos de la realidad circundante.

Emilia Zavaleta
"Soy de esas que les gusta vestir colorida. O al menos lo hacía antes".

Algunas fueron verdaderas videntes, afeadas adrede para mantenerse lejos de la sociedad, generando miedo con sus mitos y leyendas y así evitar que las molestaran. Otras se escondían en los bosques para crear pociones mágicas, que eran nada más y nada menos que plantas medicinales para sanaciones.

Casi todas eran mujeres resilientes que escondían sus verdaderos colores sumergiéndose en la naturaleza para sobrevivir a las exigencias y las críticas de la gente y, durante siglos, a la violenta inquisición. La bruja era mala y enigmática, no debía ser vista. La historia es mucho más cruel que esto que cuento, pero por ahora guardemos la imagen de la brujita de los colores.

Soy de esas que les gusta vestir colorida. O al menos lo hacía antes. Los años me volvieron más pudorosa y comencé a restringir mis libertades para mantener la forma y adecuarme a la imagen de la mujer prolija, con tendencia. Armé una jaulita donde creía no poder escapar.

Tal vez era mejor que nadie viera mis verdaderas tonalidades, esa voz que como un ave solo canta para sí misma. Salirse de allí era riesgoso, como pintar fuera de las líneas del dibujo: “¿mirá si piensan que soy medio loca? o mucho, o poco o ¿medio bruja?, ¿y si no encajo?". La mejor opción se reducía a mantenerse anónima, oculta bajo la tierra adormecida.

No soy de las que me gusta estar a la moda. Pero tampoco sentí tener un estilo demasiado único. En esos vaivenes sigo navegando. La semana pasada tuve una conversación con mi mamá. Luego de la producción de fotos que me hicieron para una revista con mi hermana Sonia, quedé bastante insatisfecha con mi imagen.

Recuerdo que las dos nos habíamos entusiasmado con la elección de las marcas para nuestros "looks". Pedimos colores, queríamos jugar y probar. Mi única condición era que dentro de las opciones tenía que haber algo que me identificara con los tejidos naturales y los sombreros - adoro los sombreros.

Emilia Zavaleta
"Es el dilema de la bruja, hasta dónde y cómo mostrarse y de qué manera tolerar lo que digan los demás sin que ello te haga daño".

Me animé a un poco más de maquillaje y a cierta gama no muy usada por mí, como los rosados. Me divertí, jugué con mi hermana a probar, posar, y dejar fluir ese lado estético y artístico que tiene el impulso de la energía femenina en cada persona.

Luego, cuando me ví, una ola de inseguridad me arrasó. Pensé en si no me había pasado con las combinaciones, si no había un exceso en todo, si parecía disfrazada de algo que no soy. Las fotos no reflejan mi verdadera esencia. Estaba expuesta a recibir críticas superficiales, y las tuve. Mamá me dijo algo que Julio Iglesias les repetía cuando cantaban en su coro "Ladran Sancho, señal que cabalgamos"…

El origen de mi dilema interno cuando hablaba con ella era esa sensación de no encajar en ningún paradigma. Por un lado intentaba compartir mis conocimientos académicos a través de mi proyecto Mulanas, por otro lado contar acerca de mi vida como madre, hermana e hija de tres estrellas maravillosas (porque para las revistas, soy hija de las trillizas, no importa cuál jajaj) y también mostrarme verdadera, jugando con alegría entre la variedad de colores que cubrían mi cuerpo. Es el dilema de la bruja, hasta dónde y cómo mostrarse y de qué manera tolerar lo que digan los demás sin que ello te haga daño.

Siempre sentí esa imprecisión de pertenecer. Si trabajaba en la Cancillería estaba teñida de algún color político, si era la hija de … entonces la comparación era inevitable, si vivía en tal lado o si viajaba de chica, si en realidad soy escritora con un perfil más académico o si soy una “story teller” con linda presencia.

Muchas veces pensé que era un poco "la oveja negra de la familia", o del ámbito donde trabajaba, o hasta del ambiente donde vivo. Una tarde mi vecina me dijo algo que atravesó sustancialmente a mi ser camaleónico: “Ahora se dice la OVEJA ROSA”.

Empiezo a descubrir el arco iris interno. Hay días en los que quiero plumas y sombreros, otros donde mis accesorios me llevan a la historia de nuestra tierra (piedras, símbolos engarzados, pulseras con imágenes andinas o religiosas) y a veces juego con mis personajes internos de mundos imaginarios. Hay ocasiones en que la estructura y el orden me acerca a la gama de los monocromáticos. Pero casi siempre, aparece alguna nota de color.

Lo que sí estoy convencida es que la moda no es simplemente una tendencia estética, es ser consciente de lo que vestimos, sacando a relucir la luz interior a través de tejidos, tinturas y texturas originales y ornamentos que nos permiten resaltar nuestra belleza natural.

El otro día estuve en una charla del diseñador Marcela Senra y me confirmó esa visión sobre el oficio del diseño, el arte de vestir tejidos hechos por manos que dejan una impronta en cada pieza, un dibujo hecho con amor, una elección de color determinada según su sentir. Y nada es igual a nada, como nadie es igual a nadie. Cada cual con sus colores internos.

Exponerse es salir a jugar en espacios donde no siempre podés sentirte cómoda/o. Es como probar nuevos colores dentro de una misma paleta. Mezclar el verde con el rojo, y darle toques de dorado. Porque el color está afirmado por la luz, y los verdaderos colores están dentro de uno/a, salen con la luminosidad.

Pero vale la pena participar y descubrir las infinitas combinaciones de colores que nos ofrece la vida. La bruja es la mística que llevamos dentro, la que ve lo que nadie ve y la que juega con los verdaderos colores. HACE FALTA INTEGRARLOS.

Como lo dice Cindy Lauper en la canción “True Colors” publicada el 28 de agosto de 1986 como el primer sencillo del álbum que lleva el mismo nombre.

But I see your true colors shining through
I see your true colors and that's why I love you
So don't be afraid to let them show
Your true colors
True colors
Are beautiful like a rainbow

Pero veo tus verdaderos colores brillando
Veo tus verdaderos colores y por eso es que te amo
Por eso no tengas miedo de mostrar
tus verdaderos colores
verdaderos colores
son hermosos, como el arcoiris.

Toc toc
¿Quién es?
La bruja de los colores
¿Qué desea?
El arco iris

Nadie salió corriendo, todas nos quedamos bailando con la bruja, o mejor dicho como brujitas de los colores.

Mis recomendaciones de la semana

Les dejo la canción TRUE COLORS, de Cindy Lauper.
Mi lectura recomendada, "Que las hay las hay, brujas de dos mundos" de Néstor Ganduglia.

A ANIMARSE A SACAR NUESTROS COLORES DE ADENTRO Y JUGAR COMO NIÑOS

Fuente: "La Bruja" Emilia Zavaleta, @sermulanas

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