El término trauma acústico o trauma sonoro se refiere al daño auditivo que se produce ante la exposición a un sonido de alta intensidad y de aparición brusca. El traumatismo se genera por el aumento repentino del nivel sonoro por retroalimentación y/o fluctuación.
"El espectro audible por el oído humano o campo tonal está conformado por frecuencias que van desde los 20 hertz (Hz) hasta los 20 mil Hz. Más allá de los 20 mil Hz, se denominan ultrasonidos que, si bien no son percibidos por el oído humano, igualmente pueden ocasionar alteraciones físicas o psíquicas", explicó María Teresa Gargantini (MN 4840), fonoaudióloga del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Italiano.
A su vez, la licenciada determinó que para que un sonido pueda provocar un traumatismo sonoro se deben combinar varios factores:
- Frecuencia: los más nocivos son los mayores a 2000/3000 Hz.
- Intensidad: cuando la intensidad supera los 80 decibeles (dB), pueden aparecer lesiones irreversibles cuanto mayor sea la exposición.
- Tiempo de exposición y el tiempo de duración del estímulo sonoro.
- La labilidad personal.
"Las altas frecuencias están comprendidas entre 8000 y 20 mil Hz y se encuentran en la zona basal de la cóclea, donde ocurren la mayor parte de las lesiones que afectan al oído interno, que pueden ir desde un ligero edema con audición recuperable hasta la conmoción con desorganización estructural del citoplasma de las células ciliadas que conlleva a la pérdida definitiva de la audición en una o más frecuencias", aseguró la especialista.
Cuáles son los síntomas que sufren los pacientes con trauma acústico
Asimismo, Gargantini determinó que las personas que sufren un traumatismo acústico pueden experimentar los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza
- Dolor de oídos, del cuello y la mandíbula
- Náuseas
- Tinnitus o acúfenos
- Hiperacusia
- Percepción de sonidos distorsionados
- Problemas de equilibrio
- Ansiedad
- Cansancio
"No siempre el síntoma más llamativo es la hipoacusia, muchas veces se experimentan zumbidos en los oídos, dolor, dificultad para entender en ambientes ruidosos o sensación de oído tapado", expresó la especialista.
Asimismo, la fonoaudióloga subrayó que hay que tener en cuenta que:
- La lesión neurosensorial que pueden provocar estos dispositivos es irreversible.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1100 millones de jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo.
- Actualmente, este tipo de trauma acústico recreacional sobrepasa al trauma acústico ocupacional convirtiéndose en un problema de salud pública; estos artefactos, difundidos en todos los estratos sociales y culturas, son capaces de emitir altas presiones sonoras, pudiendo causar un potencial daño auditivo que dependerá del tiempo de exposición y la intensidad del sonido. Es por ello por lo que resulta necesario crear espacios de concientización y prevención en la población en general y sobre todo en los más jóvenes.
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