Al igual que miles de padres de todo el país, Inés Estévez decidió compartir un momento con sus hijas en el marco de la finalización de las vacaciones de invierno. Es así que la actriz las llevó a ver “Disney junior” en el Teatro Gran Rex y terminó viviendo una experiencia para el olvido.
Así lo expresó en sus redes sociales, al relatar el incómodo momento que pasó este domingo cuando le contó a sus seguidores la situación de maltrato de la que fue víctima con Cielo y Vida.
“Gracias ‘Disney junior Latinoamérica’”, escribió este lunes en una historia de Instagram en la que un “pero” dejaba en evidencia que el relato seguir y no era muy grato.
“Habiendo lugar disponible, a dos niñas con discapacidad que se cambiaron de sitio junto a sus cuidadoras para ver mejor, las retaron y las mandaron nuevamente a una zona donde no veían bien”, comentó.
“Una de las cuidadoras explicó la condición de las nenas, la respuesta fue: ‘¿Y qué tiene? Capacitar personal es urgente”, fue el pedido desesperado que hizo la artista en un mensaje en el que etiquetó a la obra de teatro y al complejo en donde se produjo el hecho.
Inés Estévez dio detalles de la función del horror
“Se hizo una función distendida, para gente con hipersensibilidad sensorial, para Disney Junior Latinoamérica en el Teatro Gran Rex, gracias a la iniciativa y aporte de gente del bien como el genio de Matías Cadaveira. Por razones de salud no pude ir y pedí enviarlas el domingo”, dijo.
En una ampliación del descargo que la ex de Fabián Vena realizó en Twitter, contó que Vida quedó entusiasmada con la idea y que desde Disney fueron muy gentiles en facilitarle entradas. “Organicé operativo comando: en la discapacidad una salida es exactamente un operativo, para que fueran con dos cuidadoras”, detalló.
“Las recibieron muy bien, pero las sentaron en un sector donde no veían cómodamente. Como había butacas libres, una de las cuidadoras las trasladó a una zona mas central. Un acomodador, ni bien las vió, las mandó nuevamente al lugar estipulado con modos cuestionables”, lamentó.
“Moverse de un sitio a otro ya de por sí puede desregular un niño. Y cuando una de las cuidadoras le dijo que tenían discapacidad, algo sumamente visible en la mas pequeña, el acomodador dijo: ‘¿Y qué tiene? Sentate donde te dije’. Si seguimos dependiendo de la buena voluntad y la empatía no llegamos más. Por una Ley de capacitación obligatoria y urgente al personal de salas y comercios y al personal policial, que conozco casos, detienen y violentan personas con TEA porque desconocen el tema”, reclamó.
