Con su habitual elegancia serena, la princesa Charlene de Mónaco brilló durante una salida cultural por el encantador pueblo medieval de Saint Paul de Vence, acompañada por Brigitte Macron, primera dama de Francia. El paseo fue parte del cierre simbólico de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada el fin de semana en Mónaco y la Riviera Francesa.

Mirá También

El debut oficial de Jacques y Gabriella: opacaron a Charlene y Alberto el día que brillaron como herederos

Para la ocasión, la royal eligió un look fresco y sofisticado: un vestido midi sin mangas, de Emilia Wickstead en blanco con un delicado estampado floral en tonos azules y verdes, de silueta entallada en la cintura y falda evasé.

Lo combinó con stilettos nude que estilizan su figura, maquillaje natural y un recogido clásico, ideal para resaltar su belleza natural sin estridencias. Y además llevó lentes de sol Fendi.


La caminata por las calles empedradas del pueblo, conocido por haber sido refugio de artistas como Chagall o Matisse, fue seguida de un almuerzo en el icónico restaurante La Colombe d'Or, un lugar con historia bohemia y paredes decoradas con obras originales de Miró, Braque y Chagall.

La tarde culminó en la Fundación Maeght, uno de los templos del arte contemporáneo europeo, donde las esculturas al aire libre y las galerías vanguardistas dieron el marco perfecto a un recorrido contemplativo y lleno de sensibilidad.

Este encuentro no hizo más que profundizar el lazo entre Charlene de Mónaco y Brigitte Macron, una amistad que ya había comenzado a tejerse el fin de semana anterior en Mónaco, con actividades conjuntas en las Jornadas de Seguridad Acuática y paseos privados por los jardines del Palacio del Príncipe.

Suscribite al newsletter de Para Ti
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti cada semana en tu mail con las últimas tendencias y todo lo que te interesa, completá los siguientes datos: