El confinamiento obligado por el Covid-19 hizo que pusiéramos la vista en nuestros hogares, como el auténtico centro de la vida. Para conseguir que las casas respondieran a las necesidades reales, comenzó un aumento de las reformas, un éxodo rural para trabajar y un boom de las casas prefabricadas, que se presenta como el sistema constructivo del siglo XXI y así lo corrobora Lourdes Treviño, Arquitecta y fundadora de Freehand Arquitectura.
"El uso del acero y hormigón fue un método revolucionario que marcó la manera de construir que surgió a principios del siglo XX. Hoy, 100 años después, tenemos la responsabilidad de buscar nuevas formas que hagan la arquitectura más sostenible y de mejor calidad", señala.
La arquitecta, especializada en arquitectura sostenible, desvela las ventajas de estas viviendas y desmiente mitos sobre las casas prefabricadas.

1. El precio
La arquitecta de origen mexicano compara la construcción prefabricada de manera sostenible y con materiales certificados y reciclados, con otros avances técnicos, como las luces LED. "Cuando surgió este tipo de iluminación era mucho más cara que una bombilla convencional halógena. En pocos años, al darse a conocer su eficacia se popularizó su uso y el precio bajó radicalmente. Hoy incluso está prohibida la fabricación de muchos tipos de bombilla de alto consumo energético", matiza la experta.

2. La personalización
Las casas prefabricas pueden personalizarse, tanto en fachada como en los interiores. “Hay que hacerlo cuidando cada detalle para mejorar la adaptabilidad al entorno y con un estudio previo de pendientes y topografía para dar las mejores soluciones a cada una de las viviendas”, explica Lourdes, autora del proyecto de casas prefabricadas sostenibles a las afueras de Madrid, en El Escorial.
3. La calidad
Treviño desmonta el estereotipo de que las casa prefabricadas tienen peor calidad que las de construcción tradicional. Como todo en esta vida, es relativo. Existen casas prefabricadas de mala calidad, construcciones tradicionales de mala calidad y viceversa. La calidad de una edificación depende del diseño que se le dé. Las soluciones constructivas que se apliquen, la calidad de los materiales y, por supuesto, el cariño con que esté hecho. Además de las normativas que se deben cumplir, se consigue una calidad muy superior si se aplican preceptos básicos, como aislamiento térmico continuo en la envolvente, diseño libre de puentes térmicos, hermeticidad, ventanas de altas prestaciones y ventilación continua controlada.

4. La solidez
Las casas prefabricadas están calculadas para cumplir, como mínimo, con los requerimientos del Código Técnico de la Construcción. Y a partir de ahí, todo es añadir. Como comenta Lourdes, "las casas que diseñamos cuentan con el sistema Passivvhaus, que consigue reducir en un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración gracias a su aislamiento térmico continuo en la envolvente. También apostamos con materiales de construcción respetuosos con el medioambiente".

5. La licencia
La arquitecta asegura que el término prefabricado puede llevar a confusión, pero no exime de la licencia de construcción o del proyecto de obra. "Es absolutamente imprescindible que un arquitecto desarrolle un proyecto de construcción para solicitar las licencias y permisos pertinentes que requieren las administraciones públicas en cualquier punto de nuestro territorio", advierte. En la foto una moderna casa prefabricada en mitad de la selva de Costa Rica.
Fuente: Arquitectura y Diseño.