Hay procesos de renovación y recomposición que forman la estructura directiva del desarrollo de esta arquitectura sustentable. El objetivo totalizador del proyecto cohabita constantemente durante toda la obra con el propósito y la convicción de enriquecer lo (pre) existente para lograr una transformación superior.
El proyecto se desarrolla sobre un terreno en esquina de 850m2, en un barrio semi cerrado de antiguas casas quinta; que contaba con una vivienda preexistente tipo chalet a dos aguas (de finales de los años setenta) en uso, que debía ampliarse y modificarse en su totalidad.
Al comitente (familia tipo) le urgía la necesidad de cambio. La casa requería agrandar los espacios y volúmenes para transformar por completo la calidad de vida de todos sus integrantes. Los conceptos iniciales del proyecto se fueron concretando en conjunto con las demandas, requerimientos e ilusiones de cada uno de los miembros del grupo.
La premisa fundacional era que la nueva vivienda debía poder reciclar la mayor cantidad de materiales posibles de su casa existente. Diseñando en un ida y vuelta fluido con los futuros huéspedes, hasta tener los croquis preliminares resueltos para el proyecto y el inicio definitivo. Así nacía Casa Dominga.
Durante toda el transcurso de la obra se fue recuperando la tirantería de los techos (en un principio para ser utilizada como nuevas cerchas invertidas, como así también el 90% de toda la madera del proceso constructivo del bloque de hormigón), que se reutilizó como revestimiento interior.
Se mantuvieron los principales muros de mampostería portante, donde se montaron las nuevas losetas de planta alta y se reutilizaron los elementos que emigraron de la demolición primaria para incorporarlos como perfilería secundaria.
El concepto de sustentabilidad era una parte fundamental que debía vincular la narrativa del nuevo uso y el reciclaje en una amalgama de peticiones elementales; recolección de agua de lluvia para riegos primarios + paneles solares orientados al norte para abastecer de iluminación (led) a toda la casa + parasoles al norte del terreno + un termotanque solar de alta recuperación + ventilaciones cruzadas en los espacios comunes + estanques de agua con ecosistemas propios.
La demanda era clara, el proyecto debía dotar de un dormitorio para cada uno de sus integrantes juveniles (uno de ellos con baño propio) y una suite apartada (pero de cercanía) para el matrimonio adulto.
También un espacio de recreación SUM, living estar-comedor conjugando a través de una cava subterránea que se integre con la cocina comedor/diario, sector para realizar actividad física con sauna y el sector de parrilla-fogón de reunión para un gran grupo de encuentros familiares al aire libre.
Aprovechando todo el ancho del sitio, el estudio RBK arquitectura logró que el programa solicitado por los clientes se resuelva en una morfología y partido en “L”, organizada por los límites de la casa preexistente y las especificidades de la parcela y sus linderos. Emplazando la fachada principal hacia el interior del terreno, se obtuvo así la mejor orientación, visuales y privacidad con la calle pública.
Con la composición de sus acabados, el equipo a cargo del proyecto logró una personalidad arquitectónica singular: Casa Dominga vive con el ecosistema contiguo y cohabita día y noche con el paisaje que la rodea.
Ficha técnica
Ubicación: Don Torcuato, Argentina
Arquitectos: RBK arquitectura
Área: 310 m2
Año: 2022
Fotos: Luis Barandiarán
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